viernes, febrero 29, 2008

Déjame ayudarte

El otro día me quedé asombrada al ver la cantidad de libros de auto-ayuda que existían en un autoservicio. Les ofrezco unos ejemplos con un pequeño comentario. Guía para hacerse rico, - compré varios ejemplares para mí y para mis amigos para ver a cuál le funcionaba-. La felicidad está en ti -dónde?, avísenme que la busco en mi celulitis y no la encuentro-. Haz el bien, mirando a quién -me gusta, un título honesto-. Usted puede sanar su vida -mueran los doctores!-. Conoce el poder de tu campo cuántico -alguien me puede explicar qué m... es el campo cuántico, por favor?-.
Les juro que sólo los nombres eran una galería maravillosamente creativa. Incluyo aquí (aunque tal vez algunos me critiquen) los libros del “brillante” Paolo Coelho. Se pueden imaginar que al ojo conté por lo menos 88 títulos, sin tomar en cuenta que había como 60 sobre consejos de Marketing y similares... Recuerdo que cuando yo era adolescente, ya circulaban libros como Tus zonas erróneas o Yo estoy bien, tú estás bien… y algunos otros más…pero eso era en el siglo pasado y ahora ¿qué ha pasado para que esta literatura sea tan exitosa en nuestro moderno siglo XXI?
Barajemos ciertas respuestas.
* Son textos que no demandan en el lector el tener un gran vocabulario, ni pensar mucho, ni invertir tiempo para llegar el final.
* Son libros de usar y botar. De fácil digestión, con pautas a prueba de brutos.
* En ellos predomina el uso de ideas demasiado concretas basadas en ejemplos cotidianos.
* No se observa mucha creatividad, el uso de la imaginación es nula.
* Va dirigida a un sector del público que se jacta de leer, pero abusa de su no reconocida ni confesada incredulidad y todas aquellas debilidades que encuentran respaldo en las pautas planteadas.
* Brindan consejos baratos, seducen, enamoran, y tienen la gran cualidad de lograr que un alto porcentaje de lectores se vea reflejado en sus páginas como si se tratara de un espejo.

La literatura de este tipo (la que convence) está dirigida a aquel sector del público contento y orgulloso –inconscientemente- de su propia ignorancia y superficialidad, por eso es que pareciera que encuentran en estos “encantadores de serpientes” la mágica solución a sus frustraciones, inconsistencias, problemas cotidianos, entre otros.
Esto me asusta, pues justamente termino llegando a la siguiente conclusión: la gente cada vez se parece más, busca soluciones fáciles y banales a situaciones complejas, piensa menos, y se “traga” cualquier historia considerando a esos autores dignos ganadores del Premio Nóbel de Literatura….
Que Dios nos ayude...


martes, febrero 26, 2008

Mujeres y diosas

Una de las cosas que les digo a mis alumnos cuando estudiamos Mitología es que hay que ver al Olimpo como si fuera un mundo cualquiera en donde cada dios tiene las mismas características que los seres humanos pero elevados a la "n" potencia. Lo que los hace diferentes entre sí, es justamente que tienen algún rasgo que sobresale por encima de otro y eso es lo que los divinos, además de su aburrida inmortalidad.
Si revisamos la galería de diosas, nos daremos cuenta que todas tienen características tan humanas que muchas de sus historias pueden tener alguna similitud con las nuestras.
Yo me quedo con cinco diosas en particular (hay personajes femeninos de las tragedias griegas con las que también me quedo pero eso será otro tema): Hera (Juno), Demeter (Cibeles), Perséfone (Proserpina), Atenea (Minerva) y Afrodita (Venus, a quien siempre llamo: la rica y apretadita). La razón es clara: cada una de ellas representa una faceta femenina muy marcada y de manera tan intensa que hay que sacarse el sombrero.
No se preocupen que trataré de no aburrirlos.
Hera: la esposa de Zeus, celosa y posesiva por naturaleza -no lo neguemos, está en nuestra carga cromosomática-. Es cierto que los celos y el afán de poseer, el ánimo de ser propietarias tiene su escala de gradaciones de mujer en mujer, pero que hay una Hera en cada una de nosotras es verdad.
Demeter: es una hermana de Zeus. En ella vemos representada a la madre, la que cuida, la que enseña. La que está triste cuando su hija lo está y la que está alegre cuando pasa una temporada con ella. Sentimiento maternal, en toda mujer. Sea madre o sea tía.
Perséfone: Hija de la anterior. Una doncella inocente alejada de su madre, cuando un dios la rapta. ¿Cómo explicamos entonces la ceremonia del matrimonio desde un punto de vista mitológico y social? Pues con este mito: la doncella inocente vestida de blanco (ahora más bien perla) que un dios (bien terrenal por cierto) se lleva. No obstante cuando es dueña de su propio hogar y tiene que defenderlo es una desgraciada...Funciona para mí.
Atenea: La mujer independiente. La que no se "casa" con nadie. No necesita a un hombre en su vida. Inteligente, sagaz, valiente. Algo o mucho de Atenea tenemos, ¿o no?
Afrodita: La diosa del amor, del instinto sexual, bella, coqueta, deseada por todos sean dioses y mortales. Bastante descocada, pero como la chica mala del Olimpo debe haberla pasado bastante bien. Es cierto que recibió alguna humillación pública, es cierto que sufrió por amor, ¿será realmente cierto tooooodo lo que los mitos dicen de ella? No obstante como mujer inteligente, al fin y al cabo, supo usar la femineidad a su favor.
Tenemos un poco de todas estas divinas mujeres, todo depende de la coyuntura, todo depende de cuál de nuestras diosas interiores esté estimulada....

sábado, febrero 23, 2008

Cualquier tiempo pasado fue mejor?



Cuan presto se va el placer
cómo después de acordado
da dolor
cómo a nuestro parecer
cualquier tiempo pasado
fue mejor
(Jorge Manrique 1440-1479)


Soy una mujer nacida en los años 60's (uff, lo dije!!!) y cuando primeros síntomas menopáusicos empiezan a amenazarme, decidí que era bueno recordar varias cosas de mi infancia y adolescencia que de hecho deben estar en la memoria colectiva de muchos o en el canal Retro.
1. Las canciones de la nueva ola, como las de Tormenta, Silvana di Lorenzo, Chicago, Olivia Newton John, Tina Charles y por supuesto Michael Jackson cuando era negro. Ahora mi hija las baila como nosotros bailábamos el Mambo de nuestros padres.
2. Las maravillosas series como El gran Chaparral (qué churro era Blue!), Combate, La isla de Gilligan, El túnel del tiempo, Ultraman. Y por supuesto, los dibujos animados como Los Picapiedras, Johnny Quest, La princesa caballero, Fastasmagórico, El hombre par, entre mis preferidos.
3. Si de compras se trataba, ir a "Larquear" era un clásico, me tomaba la 59 B que me dejaba en el cine El Pacífico y caminaba con mis amigas hasta Benavides. Íbamos a El Suche, a Los duendes, a Benavides 500 todos pequeños centros comerciales llenos de boutiques que vendían chuchería y media. Las grandes tiendas como Scala Gigante y Oeschle. Luego llegó Camino Real con sus cines, su pista de patinaje y sus miles de tiendas con maravillosas vitrinas. Hoy la mayoria de las tiendas ya no existen, pero igual hay donde comprar. La avenida Larco ha sobrevivido pero el CC Camino Real vive una larga agonía.
4. Ir a comer helados a Lamborghini, o una Copa Manolo que venía con una Luz de Bengala, anticuchos en el Estadio, tomar lonche en la Cafetería Todos en el Centro Comercial San Isidro (ese recuerdo lo tengo grabado porque cada vez que mi padre se cortaba el pelo cada 4 sábados después comíamos unos maravillosos sandwiches de tocino y rematábamos con unos "hot cakes" con miel). Ahora mi maestra y guía de la nutrición me tiraría por la ventana si hiciera esto último... -pero creo que le voy a sacar la vuelta-.
5. En mi niñez y adolescencia gocé con películas como Romeo y Julieta (de Zeferelli) en el cine Montecarlo: Matinee en Mezaninne -ya parece un código encriptado- , Dr. Zhivago. Regreso a casa, Saturday Night Fever, Papillon, Las tres caras de Eva, y cientos más. Ahora las veo en formato DVD -no hablaré de su origen- algunas las disfruto, otras me causan tanta desilusión....
6. Ternos blancos, patines de cuatro ruedas y freno frontal, peinados a lo Farah Fawcett, El hombre nuclear, Rocky, El exorcista, pantalones acampanados, las hombreras inspiradas en al novela "Amazonas", la toca (hoy en su versión alaciado japonés), la familia Ingalls, la Kola Inglesa, el chocolate Olympo, los Picolines, el BBQ y su caballito, La Herradura, la orquesta de los Hermanos Silva, Argentina 78, el bronceador Rayito de Sol, las toallas higíénicas con cinturón, el chicle Sour de Adam's, el sandwich de pollo del Oscar's, el Davory, en fin.
7. Los comics: Archie, Sal y Pimienta, Lorenzo y Pepita, Superman, Susy -secretos del corazón-. Confesaré que fueron las primeras lecturas que devoré por lotes.
8. Los discos 45 rpm, el aparatito con el que podías poner varios discos a la vez... la Parranda de Panamá y mis primeras fiestas en la casa de mi amiga Magalli y los primeros "lentos"... -se han dado cuenta de que ya no tocan "lentos" en las fiestas????-.

CONCLUSIÓN:
Me queda claro que cada uno guarda sus recuerdos en un "file" especial de su disco duro. Hay recuerdos que uno comparte con los amigos, y que a medida que pasa el tiempo, les tenemos más cariño. Inclusive, algunos que en su momento pudieron ser dolorosos, hoy tal vez los veamos con menos rencor.

miércoles, febrero 20, 2008

Parejas las hay muchas

Las parejas de intelectuales famosos son varias, y las relaciones en todo caso son distintas, quien haya leído el maravilloso libro de de Rosa Montero, Pasiones se habrá dado cuenta de ello. Claro que la Montero no precisamente nos habla de parejas que AMBOS fueran inteligentes y cultos. (No me imagino a Sissy la emperatriz muy clever que digamos -por cierto linda película con Romy Schneider-)
De hecho, el tipo de vínculo que se establece entre él y ella, varían: a veces son relaciones de subordinación: renuncian a su oficio por no empañar la fama de su pareja, obviamente son las mujeres las que les han cedido los espacios a sus parejas para que esto ocurra. Es raro que un escritor o pintor aguante a una mujer que lo haga como él o mejor que él. Entonces, es obvio lo que ocurre, no?
Otras tienen relaciones de competencia (eso pasa mucho cuando los dos se dedican a lo mismo y ambos son muy competitivos) y ninguno cede. Generalmente van destinadas al fracaso o llegan a acuerdos bastante bizarros por cierto.
Por último, otras que han funcionado a las mil maravillas: la del constante y mutuo aprendizaje. Esas son totalmente enriquecedoras. Son pocas pero son...
Por otro lado, hay parejas literarias inolvidables: Otelo y Desdémona, Juan Pablo Castel y María, El Cid y doña Ximena, Don Quijote y Sancho (vale el ejemplo), Dante y Beatriz (aunque solo en la mente de Dante), Ginebra y Lancelot, Don Juan y Doña Inés (la monja), Abelardo y Eloísa, Jasón y Medea, y la que me parece espectacular: Ursula y Aureliano.
Conflictivas pues fueron, son y serán las relaciones de pareja. Mantener el equilibrio es volver a caer en la metáfora del malabarista del circo chino. Tienes que tener los platos bien acomodados, y si alguno se cae… tener la convicción de seguir adelante si el amor te lo permite y no te causa daño.

domingo, febrero 17, 2008

Al tirar de la carreta

Las grandes discusiones que tenemos en la vida suelen partir a veces, de orígenes minúsculos que tal vez en otras circunstancias, o con otras personas no alcanzarían tremendas dimensiones.
Pasa como dije algunas vez, que la maldita memoria femenina suele jugar malas pasada y alguna tontería (lo admito) que carece de valor, alimentada con el tiempo, el rencor y la memoria es capaz de crear estragos -a veces irreconstituibles- en una relación (leáse de amistad, léase de pareja, léase filial).
Uno de los campos más fértiles en donde las discusiones encuentran lugar para divertirse a su antojo es la educación de los hijos. Aquí empiezo de nuevo a entrar en terreno minado y peligroso porque de hecho más de uno se podrá sentir identificado y por ende... ofendido con lo que diga. Lo siento, pero es verdad.
Cuántas veces ha ocurrido que un padre/madre le hace algún comentario o da una orden a su hijo/a y su pareja lo mira con cara de total desaprobación, esa mirada que se traduce en : Cómo se te puede ocurrir haber dicho/ hecho tal burrada? U otra que es más común, el hecho de llamar eternamente la atención a los chicos por algo que no es tan grave y la pareja en cuestión te mira como diciendo: No te cansas de jorobar al pobre chico con el mismo tema? o su versión más directa Por qué no lo dejas en paz?
Ahí pues surge el gran problema, se forman los equipos. Uno de los miembros de la pareja es el malo y otro hace migas con la criatura en cuestión.... Una dinámica taaaaaaaaaaaaaaaaaaan familiar, taaaaaaaaaaaaaaaaan común, taaaaaaaaaaaaaaaan cotidiana. No obstante, justamente esa "normalidad" condiciona que tengamos adolescentes confusos, con límites blandos. Adolescentes que no saben que un NO es un NO. Adolescentes que resientan la autoridad de sus propios padres. A ello, podemos agregarle lo que una gran amiga me comentaba que la relación de pareja se resiente porque estamos diciendo todo el día "tú haces tal y tú no haces cual" (madre y padre, normalmente). Peor aún, si los padres viven separados, ocurre que a veces (ojo que no estoy generalizando ni prejuzgando) el que vive con la criatura (y generalemente educa) es el malo de la película y otro, el que visita es el permisivo, el cariñoso...
La educación de los hijos termina siendo un problema de muchas aristas, pues cada miembro de la pareja cree tener la fórmula perfecta que se basa en esta premisa: a mí me criaron así y no salí muy mal que digamos.... Y no nos damos cuenta de que salimos hasta las huevas (sorry) y queremos repetir el mismo modelo en nuestros hijos pensando que es el mejor...y así surge la imagen de unos padres tirando la carreta para cada lado y convirtiendo a los chicos en una suerte de Túpac Amaru...
Hay que hacer el intento de calibrar nuestras brújulas, y que ambas (la de padre y madre) se dirijan al mismo Norte, pues que se orienten con una dirección personal es un gran peligro.

jueves, febrero 14, 2008

San Valentín, el asesino del Romanticismo

Alguno de ustedes ya habrá leído una publicación de este Blog llamada “Mericrismas” (ver diciembre) y nuevamente me suele ocurrir que ya empiezo a horrorizarme con los preparativos publicitarios que anuncian con bombos y platillos del Día de los Enamorados… me muero, Gravol a la vena!!! Además si se han fijado las oferta publicitaria se amplía… nadie ofrece combos hoteleros en Navidad.
Es cierto que este día guarda una gran diferencia con la campaña comercial navideña. El mundo es más limitado, tanto de los compradores como de los objetos (huachaferías –término muy peruano-) más ridículos que se les puede ocurrir.. Lo peor es que ni siquiera hay una suerte de originalidad real, por lo que todos lo años somos víctimas de corazones, flores, peluches, en los que predomina el color rojo y toda su familia cromática.
Día de los Enamorados, donde se destila por litros la miel no utilizada a los largo del año; donde todas las parejitas deciden salir al cine, a tomar helados, a comer; donde entre las 5 pm y las 10 pm el tránsito se vuelve imposible pues las hordas de enamorados han decidido salir todas a la vez a ver el ocaso veraniego en el Parque del Amor, dicho sea de paso, pareciera que Lima se vuelca a Miraflores y el plano se inclina hacia el malecón... todos se toman foto al lado de la Escultura del Beso…. Necesito más Gravol!
En nombre del amor y del Romanticismo cuánta ridiculez puede verse, y no es que yo sea una descreída del amor, por el contrario. Lo que ocurre es que la sensibilería me mata, causa estragos en mí. Amar no es una experiencia religiosa como diría el tarado de Enrique Iglesias, o las canciones de poeta de taxi: Arjona. San Valentín ni se iba a imaginar lo que en su nombre se haría. San Valentín ni se iba a imaginar cómo los "telos" harían su agosto en su honor...
Solo por culturizarnos un poco, les informo que la fecha sí tiene que ver desde tiempos ancestrales con los enamorados, aquellos que como la Ofelia de Hamlet ya lo nombraban en esta maravillosa tragedia:
Mañana es el día de San Valentín,
temprano, al amanecer,
y yo estaré en tu balcón;
tu enamorada seré!

El amor unido por antonomasia a la idea del romanticismo (y derivados) hace que éste último pierda su esencia original. Aquella de la búsqueda de la libertad, aquella que buscaba darle rienda suelta a la imaginación, aquella que quería poner en el banquillo de los acusados a la Razón, aquella que predicaba la idea de sacar afuera todos los sentimientos hasta el más oscuro… pues queda claro que la esencia del Romanticismo literario quedó sepultada en el pasado. Seguramente algunos rescatarán a Bécquer como uno de los grandes poetas románticos pero finalmente. Hubo mejores exponentes.
No puedo dejar de esbozar una sonrisa irónica cuando la palabra romántico ya solo se limita para el tema del amor: la radio romántica, la música romántica, la comedia romántica…el día más romántico de todo el año….
El tiempo, “el implacable” tiempo y el consumismo se encargaron en parte, de disolver la esencia de una gran palabra y de un gran sentimiento. No obstante, todavía están los que evitan depender del consumismo,del marketing que predomina en los 14 de febreros. Todavía están los que ponen otros aspectos por encima de las fechas etiquetadas.

lunes, febrero 11, 2008

El narrador de SUS cuentos

para Rosita por ser como es,
para Mario por haber sido como fue,
para los amigos que gané en esos tiempos
porque están siempre en mi corazón...


Cuenta la tradición que Homero fue un rapsoda: un poeta ambulante que recitaba de memoria epopeyas. Cuenta la tradición que era el mejor. Cuenta la tradición que alguien muchos lustros después de la muerte del poeta comprendió que la memoria es traicionera, que los rapsodas que seguían la escuela del gran Homero terminarían contaminando o peor aún, perdiendo el texto oral y tuvo la gran idea de mandar a ponerlo por escrito.
En los 80’s tuve la suerte de conocer a un Homero contemporáneo. Alguien que contaba unas historias extraordinarias sobre un personaje único e irrepetible: la hija del Marqués Gobernador. No había nadie que supiera contarlas mejor. Destacaba además, que en muchas de ellas había sido fiel testigo de las aventuras de nuestra protagonista. Destaca que era un gran historiador. Mario era el mejor.
Hoy, y no sé por qué hoy, me siento en el deber de no permitir que por lo menos, algunas de esas historias se pierda. La maldita muerte se llevó a uno de mis mejores amigos hace unos años atrás y no ha habido nadie como él que sea capaz de contarlas con su peculiar estilo, saboreando cada palabra, gozando con cada anécdota y riendo a carcajada abierta cuando lo hacía.
Rapsodia 1:
La hija del Marqués Gobernador era profesora y tutora en una prestigiosa academia preuniversitaria. Un día tenía que entregar los informes semanales que indicaban a los padres cómo iban los resultados de la preparación de sus hijos. La susodicha llegó con el optimismo que la caracteriza hasta el día de hoy, feliz, y abriendo sus brazos con mucho entusiasmo les dijo: Chicos, aquí están los informes! Acto seguido, los documentos que se encontraban en su mano derecha salieron –por algún azar del destino- volando por la ventana (4to piso) para decorar como borlas navideñas el viejo árbol que ayudaba a refrescar las tardes veraniegas.
Rapsodia 2:
La hija del Marqués Gobernador caminaba despreocupadamente por la calle percatándose un poco tarde de que la vereda estaba en reparación: un obrero de construcción civil emparejaba el cemento de está. La protagonista de la historia sufrió un pequeño tropezón y no encontró mejor punto de apoyo que….. el culo del obrero que estaba literalmente en cuatro patas. Acto seguido, el obrero volteó y con la emoción del caso le dijo: ¡Ven pa’caaaa, mamita!!!!!
Rapsodia 3
La hija del Marqués Gobernador se hizo bombera. En cierta ocasión, había muerto uno de los fundadores de la Bomba a la que ella había ingresado. Por cuestiones de la vida, mientras llevaban el ataúd hacia su santa sepultura sobre los hombros de los compañeros, ella acompañaba a la viuda llevando en sus manos un cojín con el casco del muertito. (Aclaro que ella estaba vestida de pies a cabeza de bombera.) Resulta, que la viudita ya entrada en años lloraba a mares y nuestra protagonista dudaba, si consolarla con un cálido abrazo o mantener con elegancia el susodicho cojín sobre sus manos. Sin embargo, calculó que podía manejar la situación… lo que no calculó fue que cuando se volteó para abrazar a la señora el casco que ELLA tenía en la cabeza iría a parar con un golpe seco a la cabeza de la pobre viuda. Acto seguido: la viuda se desmayó.
Esto es una muestra, de hecho hay miles de historias más protagonizadas por la hija del Marqués Gobernador y relatadas otrora por Mario. Seguramente mis amigos de la Trener tendrán en su memoria con otros datos, en otras versiones y las contarán con otro estilo. Ahí radica la riqueza de la tradición oral justamente.

sábado, febrero 09, 2008

Cuestión de equilibrio

Una adolescente me contaba que le había dicho esto a un chico: no puedo ser tu enamorada porque eres mi mejor amigo.
Recordando aquella inocente conversación en una mañana invernal me puse a pensar en el equilibrio peligroso que se logra cuando hablamos de amistad (REAL) entre un hombre y una mujer. Es dable, pero para ello tiene que pasar por varios procesos.
La generación actual vive ese proceso de manera más natural, los chicos ahora viven en una maravillosa democracia sexual en donde todos son iguales. La educación mixta que predomina en la mayoría de los colegios ha contribuido a ello, además de padres y madres que crían a sus hijos e hijas con igualdad de derechos. No obstante, sé que estoy hablando de una minoría.
Quizás en nuestra generación (la mía) tener un amigo/a del sexo opuesto es más complicado. Seguimos viviendo en una sociedad condicionada por varios prejuicios, entre ellos el machismo y para algunas personas seguirá siendo particularmente sospechoso que exista un hombre y una mujer que salgan juntos sin ningún interés sexual. Amigos que se cuenten confidencias, amigos de ida y vuelta, amigos que sean capaces de "cuadrarte" si lo necesitas. Amigas que funjan de amigos y amigos que funjan de amigas. Hay maridos que no conciben que sus esposas tengan un amigo (salvo que sea homosexual) y ni decir de las esposas que le prohiben a los maridos tener amigas.
No sé donde leí algo como esto -advierto que no puedo hacer la cita correspondiente porque ya rehice el texto hace algún tiempo atrás-:
La amistad entre el hombre y la mujer no es otra cosa que un amor en medio del camino. No es cálida fraternidad ni compañerismo; es puro amor, amor genuino, amor cautivador, romántico amor, amor en serio. Es el mismo sentimiento, pero con fronteras más cercanas. Es un pacto tácito entre dos personas que se gustan lo suficiente como para pasar tiempo juntas, pero no para compartirlo todo. Es un romance con muchos “peros”, pero un romance al fin y al cabo. Es cuestión de suerte o del destino manejado por los dioses, pero siempre existe la posibilidad, de que aquel amigo que ayer era demasiado peligroso, hoy sea absolutamente perfecto.
En contraposición con el texto anterior yo soy una creyente confesa y practicante de que es posible tener una cálida fraternidad y compañerismo entre una mujer y un hombre. Tengo amigos realmente maravillosos, he tenido mucha suerte en encontrar hombres sensibles (que se hacen los fuertes) en los que he podido confiar y me conocen realmente como soy. Amigos con los que me río a carcajadas pero que en ocasiones me han dado un brazo muy fuerte y preciso para apoyarme.
Tengo más suerte aún porque alguien que empezó siendo otra cosa terminó siendo mi mejor amigo y vivo con él.

jueves, febrero 07, 2008

¿Preocupación meteorológica o cronológica?

Cuando uno comienza a vivir la juventud de la madurez (eufemismo más bello no he podido conseguir), confirma que empiezan a surgir ciertas preocupaciones compartidas. La gente empieza a darle más importancia a su apariencia física, se obsesiona con aquello que empieza a caer, es decir: el tiempo nos ayuda a confirmar que Newton tenía razón.
En la mujeres el asunto es más visible y cuando nos miramos al espejo, éste nos devuelve una imagen que día a día nos va diciendo: "mi querida, el tiempo pasa nos vamos volviendo viejos pues el pellejo no se refleja como ayer y se cae y se cae inevitablemente. Es cierto que las cirugías ayudan, pero finalmente los métodos artificiales nos terminan convirtiendo en seres que no somos, puesto que en nuestra real carga genética no existen unas tetas talla 40 y bien paradas, un cutis sin tendencia a las manchas, un cabello castaño dorado, y unas mejillas recién planchadas.... por más cirugías que muchas tengan encima el DNI marca una fecha real y nuestro ADN también.
En el caso de nuestros cohabitantes planetarios -los varones- hay una preocupación extra: el vigor sexual. No por nada la famosa pastillita azul (otro eufemismo) ha logrado posesionarse del mercado con tanta fuerza y sirve de muleta cuando la gravedad (maldito Newton nuevamente) también causa estragos en una zona muy concreta y a veces en el momento menos oportuno dejando mal parado (no pude decirlo mejor) al mejor de los mejores...
¿Qué queda entonces por hacer cuando la vida nos lleve poco a poco, silentemente, a guarecernos en los cuarteles de invierno (frase robada)?
Aquí les dejo una suerte de respuesta, un texto ajeno (de Angeles Mastretta):

Nostalgia
Cristina llevaba cinco años viuda. Su amiga la veía recomponerse poco a poco, pero aún la veía triste muchas tardes y se empeñaba en presentarle hombres distintos a los que ella siempre encontraba aburridos y tontos.
-Si no los quieres para que escriban una tesis... ¿no extrañas el sexo?
-¿El sexo?- dijo Cristina-. Eso, mira, se te olvida. Caminas, haces yoga, te masturbas. Pero la conversación. ¿ Cómo construyes veinticinco años de conversación? Eso no se suple. Para eso no hay remedio.

lunes, febrero 04, 2008

¿En qué mano está?

No tenía planeado en ningún momento escribir algún tema que se relacionara directa o indirectamente con la política pero no podía dejar comentar la frase de un gran amigo en el que noté desilusión cuando uno de los autores de sus “querencias” había cometido (digamos) un error político.
De esos errores hay muchos, algunos según cuentan los conocedores han llegado a costar hasta el mismo Premio Nóbel. Borges fue un caso, mientras una tarde reclamaba los derechos de las Madres de Plaza de Mayo, al día siguiente Pinochet lo condecoraba. Por otro lado, tenemos a García Márquez es íntimo amigo de Fidel, Vargas Llosa patinó en su candidatura a la presidencia, Gunther Grass ni se diga.
Yo no voy a hablar de los escritores, hablaré de los lectores.
Es increíble cómo tendemos a endiosar a aquellos seres privilegiados de la pluma y peor aún, nos convertimos en sus peores jueces porque no tienen ningún derecho a “herir” la susceptibilidad de sus lectores. ¡Qué se habrán creído!
Por ejemplo, conozco gente (y en la universidad abundaban) que si eran de derecha no leían autores sucios izquierdistas (usar tono de desprecio, por favor) y de más decir, que si eran de izquierda resultaba siendo un asco leer a los fachos de m…
Particularmente nunca me he fijado en la bandera política de ningún autor antes de leer su obra. Y aunque probablemente a veces la conociera de antemano, puedo trazar una línea divisoria si de buena calidad se trata. También es cierto que a veces es inevitable percibir cierto sesgo en sus producciones, pero efectivamente resulta obvio, está en su esencia.
Esto me lleva a pensar en que debe existir gente que ha “sepultado” a varios autores por esas razones, que se ha perdido el hecho de disfrutar algunas buenas obras por razones políticas, muy alejadas dicho sea de paso de las estéticas.
Recuerdo a un brillante profesor alemán que tuve en la universidad que repetía a cada rato que la literatura al ir de la mano con la historia (hacen un buen matrimonio por cierto) se movía como un péndulo: a veces a la izquierda y a veces a la derecha. Tan simple como eso.
No sé si será igual, pero es como marginar a alguien de tu círculo social por sus ideas políticas, o porque tengas un hermano “rojo” no tienes por qué criticarlo todo el día: ¿con qué derecho? o ¿con el de la Derecha….? ¿con el de la Izquierda? O dejarle de hablar a un amigo porque votó por el candidato diferente al tuyo, o porque no tiene tu mismo credo….
Cuidado, tanto en la literatura como en la vida real hay que distinguir entre la gente (amigos, familiares, autores) que nos gusta tener a nuestro lado y los correligionarios.

viernes, febrero 01, 2008

Materialismo Histérico

Ya desde los tiempos del bien o mal amado Marx se acuñó el término "materialismo histórico". No obstante, con el devenir de los años, y el cotidiano caminar por este planeta llamado Tierra concluyo que el materialismo es más histérico que histórico.
Algunos lectores, pensarán que tengo razón, si toman al pie de la letra cuando digo "histérico" pues terminan vinculando esta palabra al género femenino. Con pena, y que me disculpen mis compañeras de bando, pero puede resultar así. Esto lo digo especialmente porque hay una tendencia casi compulsiva y que limita con la angurria por tener, tener y tener. Para entendernos les doy un ejemplo: me queda claro que a Imelda Marcos le pasaba eso con los zapatos. Sin embargo, tampoco estoy hablando de la compradoras compulsivas del 2x1, o las que se van y adquieren a chorros otras prendas y que finalmente van a usar.
Hay otro tipo de materialismo histórico, perdón: histérico. Pero es que la histeria es tan histórica que me confundo a la hora de escribir. Me refiero a ese tipo de apego que sienten ciertas personas (aquí aclaro que pueden ser hombres o mujeres) a los objetos, un apego que va MUCHO más allá de cubrir de manera holgada las necesidades materiales y su relación con las emocionales. Un materialismo que se satisface en cuánto tengo por encima del otro, cuánto más tengo YO con respecto a ti, cuánto puedo lucir ante el resto para que me envidien...
Dudo de los coleccionistas puesto que con la excusa de ir reuniendo con el tiempo un conjunto de objetos comunes resultan siendo una muestra de ello. El placer de tener por tener. No obstante, pagan por lo que quieren, y en esta sociedad liberal cada uno puede hacer con su dinero lo que le da la reverenda gana.
Dudo más de los que, aunque no necesiten, aceptan todo lo que les cae en las manos, y más. Cosas que alguien ya no usa, cosas viejas, cosas nuevas, objetos antiguos: todo será bien recibido en estas manos enoooooooooooooormes que pueden tomar todo lo que la oportunidad les ofrezca aunque no tenga ni sitio para meterlo.
Materialismo histérico vale también para aquel hombre que se siente tan poca cosa que recurre a alguna prótesis para sobrevalorar sus "partes nobles" o aquellos que necesitan exhibir un super carro para cubrir la minusvalía de... "sus partes nobles": existen en la medida de ser mirados y admirados no por lo que realmente son sino por lo que tienen o fingen tener... Igual pasa con las mujeres y el maquillaje, o las reiteradas operaciones estéticas. En suma, muchos hombres y mujeres dependen enormemente de la tenencia de objetos que exponen al resto como si de todo ello dependiera el valor real del ser humano y que no somos capaces de mirarnos y de valorarnos como somos.
No puedo tirar la primera piedra. Una amiga me decía que yo tenía una especial sentimiento de angurria por los libros (tal vez tenga razón) pero podría justificarme diciendo que finalmente los libros son mi material de trabajo, tengo que mantenerme algo informada, preparar clases. Pero no puedo mentir, cuando de comprar libros se trata también siento un gran placer, una histeria materialista....