martes, octubre 29, 2013

Otra escapada literaria

Pedro Salinas fue un poeta de la llamada Generación del ´27, muchos lo consideraron el "poeta del amor" por el contenido temático de su obra. Sus obras destacadas: La voz a ti debida,  Razón de Amor y Largo lamento, transmitieron las diferentes etapas por las que pasa el amor: inicio, plenitud y final.
 
Aquí les dejo una muestra, porque a la poesía siempre hay que volver.
 
 
Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».

martes, octubre 22, 2013

Orgullo de hijos


Los padres solemos sentirnos orgullosos de nuestros hijos, es casi un deber. También, si somos honestos, también pasamos -alguna vez- por la vergüenza que solemos callar.
Conversando de esto con un grupo de maravillosos adolescentes, les decía que los padres éramos como que los orgullosos por naturaleza. Si no había un gran motivo para hacerlo, igual buscábamos algún motivo para hacerlos. No se sacará buenas notas, pero es un extraordinario deportista, a veces no se porta bien pero es muy noble, Somos padres que hemos aprendido a alimentar la autoestima de nuestros hijos y con buenas intenciones. Creo que muchos de nosotros pertenecemos a una generación que se caracterizó por tener padres que no expresaban mucho que estaban orgullosos de nosotros, puesto que cuando hacíamos algo destacable era lo que se esperaba y no implicaba ningún mérito extra. Y así se los hice saber.
Justamente, por esa razón les comenté que generalmente los padres sabemos que los hijos se avergüenzan de nosotros, es más: ponen una cara clásica de “pucha, qué hice para merecer esto!” Pero ¿cuándo se sienten orgullosos?
Me quedé sorprendida y emocionada con las respuestas, por cuestiones de privacidad no voy a compartir las que son evidentemente más íntimas. Sin embargo, destaco por igual las que generosamente me regalaron.
·         Por haber trabajado desde chico y sin tener carrera universitaria llegar a donde ha llegado.
·         Por preocuparse siempre porque todos estemos bien.
·         Por mantenerse unidos como pareja a pesar de todo.
·         Porque por fin se aceptan bien aunque ya no estén juntos.
·         Por oírme siempre, aunque yo diga tonterías.
·         Por alcanzar sus metas y demostrarme que sí se puede sin importar los obstáculos.
·         Porque se muestra como es: con sus virtudes y defectos.
Elocuente. Los chicos no viven como si la vida siguiera de frente (aunque a veces lo parece). Son sensibles, son conscientes, se dan cuenta, sienten orgullo aunque no lo digan pero aproveché para sugerírselos. Los papás también necesitamos un “espaldarazo” de vez en cuando, saber que estamos haciendo bien las cosas.

jueves, octubre 17, 2013

Hay misterios en octubre

El mes de octubre tiene cierto contenido simbólico en los calendarios. En octubre el Perú se viste de morado para rendirle culto al Señor de los Milagros, en octubre por ende: turrón de doña Pepa, escapulario, color morado. La revolución rusa fue en octubre, en Alemania se celebra el Oktoberfest. En octubre nació Gandhi y en la otra mano se fundó el Opus Dei (contradicciones de la vida)
 
Octubre mes que termina con el Día de la Canción Criolla para algunos y el alienado Halloween para otros. Empiezan las amadas y odiadas corridas de toros. Octubre que promete todavía ser primavera y sigue aferrado a un húmedo y gris invierno.
 
Para mí, octubre tiene un sentido especial. Se me detuvo el tiempo y encontré un quehacer que me permitiera comunicarme conmigo misma. El 17 de octubre hice mi primera publicación en este blog. Seis años después, con un proyecto hecho realidad como ha sido "Palabra Viva", enpuntomuerto sigue bien vivo.
 
Sigue siendo un misterio este vínculo personal. He querido dejar de publicar una y mil veces. Pero ya está encarnado. No puedo evitarlo. Sé que hay alguien que lee lo que escribo, alguien del otro lado de la pantalla, alguien que tiene la potestad de irse en un segundo, o de tomarse un par de minutos para leer lo que se me ocurrió escribir.
 
También me leo y me releo. Es un ejercicio a veces masoquista, a veces que me ha llevado a ver ese rincón de mi memoria con dolor o con alegría. Es decir: verme de nuevo. Verme a lo bestia, humana, defectuosa, imperfecta, pero en esencia: Claudia tal cual.
 
Seis años.
 
¡Salud!


lunes, octubre 07, 2013

El subrayado es nuestro

Muchas personas cuando leen un libro tienen la costumbre (que no juzgaré de buena o mala) de subrayar o señalar alguna frase o pasaje que le llame la atención. En varios casos puede resultar producto de una coyuntura especial, de un estado de ánimo determinado, de una coincidencia, y la lista es larga. Si alguien nos presta una novela, por ejemplo, y nos encontramos con esas señales, podemos sentir una extraña sensación. Por un lado, entramos en la intimidad del dueño del texto que ha marcado en las páginas aquello que también lo ha marcado en el corazón, en la memoria o que tal vez haya pasado a un cuaderno donde coloca las citas especiales. Conozco a más de uno que hace eso y los envidio enormemente. Pero más allá de ello, si a quien les prestamos el libro nos conoce bien, puede ser capaz de interpretar en nuestras señas algo más que una frase. Es como un “mapa del tesoro”.
 
Cuando hace poco le presté a mi hija la novela “Elena sabe” cuyo personaje principal sufre de Parkinson –enfermedad que como algunos de ustedes saben padeció mi madre- avanzó la lectura descubriendo mi propia psique. Había realizado algunas marcas al texto en frases que para mí, hace seis años habían resultado fundamentales puesto que veía en la novela un espejo de mis propias vivencias en ese momento. Micaela me decía, que mientras avanzaba su lectura se le subía un nudo a la garganta recordando los momentos dolorosos en los que habíamos vivido con su abuela y el maldito señor Parkinson (ver post de enero, 2008 y publicado en “Palabra Viva”).
 
Ahora, mi marido lee “Un comunista en calzoncillos”, previa novela leída por mí y con un problema mayor.. como está en el ipad los subrayados no son puntos al margen hechos con lápiz. Aquí se trata de frases o párrafos resaltados en amarillo. Me comentaba que era curioso ver mi subrayado, puesto que no podía dejar de reconocerme en ellos. Conclusión: los subrayados son nuestros, lo son tanto como las lecturas, son nuestras llaves personales de lo leído, son nuestro espejo, nuestra sorpresa, nuestro sentires, nuestros dolores. Lo son como nuestra risa, nuestra emoción, nuestra sensación que estamos en las palabras, que nos encontramos en ellas.