¿Es que acaso los tiempos son más difíciles, y surgen
problemas emocionales por doquier? Diagnósticos, terapias, medicación…y tantas
cosas que vemos a nuestro alrededor. ¿O, hablamos más? ¿O ya tenemos más
nombres para decir cómo nos sentimos?
Reflexiono sobre esto, porque últimamente cuando trabajamos
ciertas obras literarias con mis alumnos, y se tienen que analizar algún
comentario sobre un personaje en particular… realizan diagnósticos emocionales
con una facilidad increíble: este
personaje es bipolar… me dijo el otro día un alumno; tiene problemas de socialización, me dijo otro. Hay algunos más
aventurados que me hablar de esquizofrenia, doble personalidad, entre otros
tipos de comportamiento.
Creo que he comentado alguna vez que antes cualquier chico que presentaba problemas en clase, era simplemente distraído y malcriado. Ahora, un buen porcentaje de estos chicos podría tiene ADD y necesitaría medicación. En mis tiempos, la medicación era un cocacho del padre y varias salidas del salón por no prestar atención a clase.
El avance de la ciencia, hace también que todos hablemos abiertamente de temas que antes se escondían o simplemente se le contaba a alguien como confidencia secreta. Todos terminamos manejando, mal o que bien, cierta terminología que nos permite “clasificar” ciertos comportamientos que llaman la atención y que por lo tanto, se podría alcanzar con éxito un equilibrio emocional adecuado.
Ahora bien, esto también es un arma de doble filo. Lo hablamos tanto, lo manejamos tanto, que el autodiagnóstico es tan común como tomar un Panadol porque me duele la cabeza. Se manosean conceptos, se intuyen categorías, se cae en el que “yo también me siento como tú y por lo tanto tengo lo mismo”…
¿Acaso todos los niños movidos y distraídos, tienen ADD? Por
lo que los profesores tenemos que incluir en el mismo saco, a los que
simplemente son malcriados y no saben reconocer los límites. ¿Somos todos
hiperactivos? ¿Somos todos depresivos? ¿Son todos los personajes de las novelas
que presentan ciertos comportamientos “fuera de la norma”, bipolares?
No tengo una respuesta, pero solo intuyo… el conocimiento ayuda, pero también se acomoda a nuestra incapacidad de reconocer los fallos o a nuestra gran capacidad de manipular a los demás. A veces, tengo miedo de seguir buscando la respuesta.
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