Me complazco hoy día en
comentarles que hace unas semanas empecé a trabajar con un grupo de
maravillosas mujeres que quieren redescubrir lo que un día aprendieron: el
mundo de la literatura. Sin embargo, lo atractivo de esta propuesta ha sido que
nuestra columna vertebral es revisar cuál ha sido el rol de la mujer, su lugar,
su valor a través de las diferentes épocas partiendo de la milenaria mitología
griega.
De ahí que, hemos estado revisando gran parte de los principales
dioses del Olimpo, entiendo sus “vidas”, realzando su ingrediente humano, sus
hazañas, sus pecados. Nos detuvimos pensando sobre el tema de cómo la culpa de los males del mundo recae en la mujer desde los tiempos de Pandora
(y dentro de la visión judeocristiana, su par: Eva). Destacable fue notar que
nuestra cultura occidental ha impuesto de una u otra manera este concepto. En
el mundo andino, hasta donde sé, no ocurría ello pero en la imposición cultural…
perdimos.
Cada tema se va enriqueciendo con
los aportes de estas “alumnas”. Nos sorprendemos juntas al confirmar cómo en
nuestra vida cotidiana se van reflejando las pincelas que los autores dejaron
retratadas: costumbre, hábitos, comportamientos, memorias colectivas, entre
otros detalles. Pensamos y reflexionamos juntas sobre detalles que tal vez cuando
“aprendimos” esto, no lo “aprehendimos” con la madurez, vivencias y sabiduría
que uno aporta a sus propios años.
En lo personal: enseñar siempre
ha sido un aprendizaje de ida y vuelta, mis alumnos adolescentes me desafían
cada día. Con este grupo, el desafío es más grande.
Si alguien se anima a unirse a la
causa, no dude en contactarme. La pasamos genial, y siempre hay tiempo para
armar otro círculo literario más: claudiacabieses@gmail.com