jueves, abril 29, 2010

Visiones callejeras


No puedo evitar criticar a quien debería cuidarme, pero últimamente paro pensando en dos detalles que han llamado la atención en los últimos tiempos cuando observo el comportamiento del policía común en la calle.

Escena 1

¿Veo un policía cuidando la ciudad? ¡Sí! Pero hablando por celular. ¿Estará atento para ponerme a salvo de los delincuentes? ¡Sí! Pero hablando por celular. Será diligente dirigiendo a la población chequeando que no ocurra ningún accidente?¡Sí! Pero hablando por celular. ¿Habrá alguno por ahí ayudando a las viejitas a cruzar el maldito tráfico? ¡Sí! Pero hablando por celular. Nuestros policías (al menos un buen porcentaje de ellos) no son como aquellos que nos venden las series norteamericanas: toman café y comen “donas , los policías peruanos tomarán chicha, comerán butifarra, pero por sobre todas las cosas: hablan por celular.

Escena 2

Av. XXXX 7:45 am sumergida en la marea bulliciosa de un hora de las veintidós “hora punta” que hoy por hoy tiene el tráfico limeño (y que seguramente cualquier ciudad que se respete). Escucho un silbato, y mi esperanza se traduce en pensar que tal vez un policía está supervisando la fluidez del tráfico y por ello, está cumpliendo con su rol de poner “cosmos” en el “caos”. Fijo mi mirada en la policía (femenina) que, rica y apretadita, me dice que avance alentándome con la palma de su mano. Fijo mi vista en el semáforo sobre ella y veo luz verde. Siguiente semáforo: luz roja, otra policía me detiene y así per secula seculorum los guardianes de la ley me van a decir lo mismo que aprendí desde niña: verde para avanzar, rojo para detenerse. ¡Condorito, por favor ayúdame a exigir una explicación!

lunes, abril 26, 2010

Juan tiene FACEBOOK!


Para una persona que le cuesta mandar mensajes de texto porque se ataranta con las teclas, para una persona que le cuesta manejar bien el mouse digital de una laptop, para una persona que no sabía cómo grabar un programa con su VHS, o como pasar la filmación a un cassette… El Facebook es realmente: un juguete nuevo. Para Juan, el FB es como aquellos trenes eléctricos con todas las estaciones que niños y niñas soñábamos tener alguna vez en nuestra lejana infancia. Juan tiene juguete nuevo.

Cada noche, el ritual de sentarse en el sofá, abrir la lap y decir: voy a ver mi FB, se ha convertido en una suerte de remanso espiritual en el estresado y agobiado espíritu de Juan. Es feliz viendo quién ha aceptado su “Solicitud de amistad”, preguntando dónde puede escribirle a X, qué es eso del Muro, qué es eso de Eventos… ¿qué es público? ¿qué es privado? Como regresa a las dos páginas anteriores en las que estaba, cómo hace para tener fotos… e inclusive: descubre amistades de su barrio de la infancia que ya daba por perdidas (algunas de las que María con tantos años de compañía no ha escuchado en tu vida!)

Juan cayó en las garras del FB, va contando cuántos amigos tiene, va disfrutando de ver las fotos de hoy y compara con el recuerdo que tenía de aquella amiga adolescente, que muchas veces debió quedarse en ese recuerdo… era idílico y poco realista. Cada noche, al reencontrar un amigo/a nuevamente, la frase “ala cómo ha cambiado!” se repite una y otra vez. El FB, el juguete nuevo que entró en su vida para quedarse.

jueves, abril 22, 2010

La cuarentona


a mi amiga Patty L. por la idea
Hoy, jueves 22 de abril se cumplen 40 años de la creación del Día de la Tierra. Justamente a raíz de lo descalabrado que se hallaba el clima surgió la idea de que la pobre había llegado a su menopausia, es decir: a veces ni sentías los síntomas y otras la factura te la pasaba con creces. Si observan no con mucho detenimiento hay días frescos, otros que los calores derriten hasta el último rollo de tu ser, que claro con la acumulación de grasa por los cambios hormonales cada vez tiene…. más cadencias. Todo lo que está relacionado con ella anda patas arriba: clima, movimientos internos, mareas, vientos… la lógica conocida ha perdido toda noción y claro, los meteorólogos son –como siempre lo han sido- cada vez menos acertados.


El día de celebrar a la TIERRA cumple cuatro décadas y rescato ciertas frases del poeta taxista de Arjona: (...) su figura ya no es la de los quince, (...) y esa fuerza volcánica, (...) no le quite años a su vida. Pero la pobre TIERRA llegó agotada, malhumorada, y harta del trato que ha recibido en los últimos años.


La TIERRA está menopáusica y no la lleva bien. Tiembla por aquí, se desmondonga por allá, siente calores acullá, y entre tragedia y tragedia trata de sobrevivir al caos desatado sobre ella, por ella, contra ella. Es incomprendida, es maltratada, es marginada. A pesar de que algunos pocos tocan alarmas, llaman la atención del resto, trabajan por maquillar o inclusive intervenir quirúrgicamente el daño causado por el paso del tiempo, por el paso (desastroso) de la raza humana –la más depredadora de todas-.

lunes, abril 19, 2010

Con este sí, con este no...


Hace poco estuve en una reunión con un grupo numeroso, y comprobé que ya nadie fumaba. El número de ex fumadores era amplio y de hecho, estos ya nos habíamos retirado del vicio largo tiempo.

No sé si serán la leyes anti-tabaco, o la concientización a la que estamos sometidos, o a la marginación que se le ha castigado al fumador, pero lo cierto es que al menos, en ciertos grupos generacionales el cigarro “ya fue”. Es curioso, porque igualmente podemos ver a muchos jóvenes en su curiosidad por experimentarlo todo, fuman como si el mundo se fuera a acabar mañana.

No obstante, cuando era fumadora y ahora también me lo sigo preguntando: ¿por qué no existe la misma concientización y marginación con las bebidas alcohólicas?¿ se mueve más dinero en ese medio que implica que mejor pasamos “piola” y no le hacemos una guerra real y frontal?

Particularmente nunca he visto un accidente de tránsito causado por fumar en demasía, y seguramente la hoja quedaría chica si tuviera que colocar estadísticas sobre la cantidad de muertos que hay por culpa de un conductor ebrio. Mientras que el fumar, jamás ha causado ninguna alteración del comportamiento social de nadie, basta ver a nuestro alrededor cómo la ingesta de alcohol en dosis altas vuelve a la gente ridícula, violenta, vulnerable o simplemente insoportable. Un cigarro no lo hace.

De hecho, sé que es un tema polémico, pero me jode que no haya esa concientización especialmente con los chicos y chicas que ven como “iniciación” para la adultez la ingesta indiscriminada de trago como una necesidad. Y peor aún, padres que en su mal entendido estilo liberal fomentan sin “querer queriendo” que sus hijos “chupen con ellos puesto que pueden controlar lo que toman”, pero ay! si los ven con un cigarro en la mano. Después vienen los comas etílicos, las borracheras con consecuencias incontables, los inicios sexuales inrecordables, entre otros hechos de los cuales es mejor, a veces, mantener discreción y silencio.

lunes, abril 12, 2010

Ponle salsa a tu vida...

Cada vez la vida se complica más, el tráfico, el clima, el estrés laboral, los huecos de las pistas, las encuestas, Alan dando consejos por si hubiera terremoto, en fin: vivir en Lima está jodido. No obstante, a una se le da por hacer cosas entretenidas para darle alegría a la vida, por lo que decidí –instigada por mis amigas del original café terapéutico- meterme (con JC) a clases de Salsa.

Sábado, 17:30. Nos fuimos al COHIBA –bar cubano cerca de la casa- , profesor cubano de nombre Roberto, costo aceptable por 10 clases de hora y media cada una. Total, pago por bailar y pasarla bien.

Llegan otras parejas, una en especial llama nuestra atención, van con el hijito que debe tener unos siete añitos (Herodes, ¿dónde estabas?) que contracorriente se porta como un ángel mientras juega durante hora y media solo con sus muñequitos. El pata tiene una pinta de pavo que nadie se la quita, auguramos el desastre ajeno… sin embargo…. Adivinaron. ¡Catana! con los enlaces, vueltitas, pasitos y demás… el pata se luce en la pista, el pobre tiene menos gracia que un pollo crudo colgado en un mercado, pero me como mis palabras: no la necesita.

A veces una cree que hace bien las cosas, hasta que viene alguien que te ve por primera vez y en pocas palabras te indica que toda tu vida has vivido en el error. Creo que entendieron. Nosotros no somos malos bailarines, tenemos cierta gracia como pareja y realmente hemos encontrado un buen equilibrio en la pista de baile; sin embargo, hoy concluimos que somos unos vulgares bailarines artesanales y que tienen que enfrentarse a adquirir una técnica que pone al descubierto ciertas debilidades. Por ejemplo, descubrir que el uno es descoordinado, que al otro le cuesta entender cuando le dicen que para hacer el pasito hay que doblar la rodilla. Que ambos quieren pedirle al profe la hora libre para bailar como les da la gana.
Roberto me dice: … el problema es que como tú eres bajita… Y claro, yo pienso: este huev… además de pagarle para divertirme, se esfuerza por cagarme la autoestima al recordarme que tengo ESE problema, que vivo con ESE problema, que he superado ESE problema. Pero claro, con la “elegancia” que me caracteriza le contesto: hace rato que me di cuenta.
En fin, tenemos diez clases por delante para que podamos adquirir la famosa técnica ¡esta clase ha sido de cortesía!
¡SABOR!

lunes, abril 05, 2010

El oráculo del siglo XXI

I
De hecho, los asiduos lectores de este espacio, habrán concluido ya hace algún tiempo que una de las fuentes de inspiración son mis alumnos. Son mi vitamina diaria, mi energizante y de una u otra manera me llenan de ideas nuevas. A veces vienen en bocanadas de frescura y otras con una fuerza incontrolable que yo misma tardo en reconocer: rebeldía, frustración, ocio, flojera, entre otras muchas emociones que se les sale por los poros. Ser adolescente no es fácil en estos tiempos, aunque lo parezca.

En clase se nota que, a pesar de que no quieran mostrarlo, están sedientos por saber, por conocer, por estar enterados y si les cuentas una historia qué mejor que mejor... puesto que ser un oyente los mantiene todavía seguros en el terreno de la infancia que los va dejando y a la vez les despierta una curiosidad por un conocimiento que sabrán los volverá medianamente más cultos o "cooltos".

II
El mito de de Edipo cuenta la historia de este lejano personaje griego que tuvo que cargar con un horrible destino: matar a su padre y casarse con su madre. Los dioses, habían marcado su vida con esta suerte de maldición por razones que no vamos a discutir y él, como buen protagonista de una tragedia griega, a pesar de que hizo todo lo indecible no pudo eludir el cruel destino.

Entender a Edipo es entender antes lo qué era el Oráculo, puesto que es ahí donde él se entera de su futuro, de SU verdad. Ante el supuesto infundio de un borracho en una cena real: Eres un hijo supuesto... Edipo va al oráculo y en vez de preguntar: ¿Soy adoptado? Se complica la vida y pregunta: ¿Quién soy? Es decir, se pone la soga al cuello, no sabe buscar. Puesto que el sacerdote que lo atendió ese día le dijo: "Eres el maldito que matará a su padre y se casará con su madre". Lección: cuando uno va al oráculo tiene que saber qué va a preguntar.

III
Mis alumnos también tienen un Oráculo. Los tiempos modernos les han entregado un lugar en donde pueden encontrar la solución a sus dudas, a sus pesares. Pueden resolver una tarea, pueden encontrar un concepto, pueden leer el resumen básico de un libro, pueden plagiar un trabajo. Basta pues, con ingresar por la puerta del santuario y descubrir que el sacerdote/tiza Google es capaz de mostrarnos el camino. El oráculo del siglo XXI está ante nuestro ojos, nuestra verdad está en la Internet.¡Es simplemente, MARAVILLOSO!

Y ojo que, los adultos también lo hacemos. Por ejemplo, cuando se quiere ver la VERDAD de alguien, cuando quiere comprobar CUÁNTO existimos, a veces CUÁL es el sueldo, QUÉ amigos tiene, QUIÉN tiene por familia, en fin preguntas a montones. Cualquier red social, cualquier página de alguna entidad del estado, alguna foto encontrada por ahí, un artículo, la web de su trabajo. Tuyo o ajeno ahora sí: el destino está expuesto.

Si quieres saber algo, habrá que saber buscar. Edipo tal vez hubiera encontrado una salida y habría escapado (ojalá) a su siniestro destino.