jueves, febrero 26, 2009

Diferentes frecuencias


Hace poco, conversaba con mi gran amiga Viva Caillaux sobre las diferentes formas de ser feliz. Es decir, nos planteamos la pregunta al comentar la manera de vivir de otra persona. Un tema fue jalando al otro y llegamos al punto de preguntarnos: ¿y será feliz así?
La conversación fue fluyendo y mientras ésta tomaba otros rumbos, las ideas seguían dando vueltas en mi mente y se barajaban un millón de frecuencias de medir la felicidad. Cada uno tiene un termómetro propio de lo que es la felicidad, eso lo tengo claro.
No obstante, los seres humanos tenemos la tendencia de pararnos siempre en nuestra orilla y captar al mundo encerrados en nuestra atalaya. Solemos (todos lo hacen, no digan que no porque al menos YO no les creo) medir el comportamiento del otro, la vida del otro desde nuestros propios parámetros; no nos cabe en la cabeza que una persona sea feliz de la manera X cuando nosotros seríamos recontra infelices viviendo así. Con pena a veces, ni siquiera se lo respetamos. Peor aún, nos burlamos de ello.
Ahora, ello también me lleva a otra digresión pseudofilosófica: podemos ser plenamente felices, tener temporadas de felicidad (porque ad eternum solo demostraría un gran egoísmo) o es la felicidad un espejismo, una falacia. Varias preguntas que a mí se me quedan en el aire.
Sin ir muy lejos, hace pocos días oí en la tv a Marco Aurelio Denegri quien contaba que el gran Goethe confesaba con más de ochenta años qué él había sido feliz en sólo tres semanas de su vida… Denegri se asombraba enormemente de que cómo un hombre tan inteligente, tan famoso como este sabio alemán pudiera haber reducido sus momentos de felicidad ¿a sólo tres semanas? A mí, particularmente no me llamaba la atención para nada, puesto que por un lado, el concepto de felicidad es personal y relativo. Por otro, en ningún lugar está escrito que para ser feliz hay que ser un sabio… A veces creo justamente lo contrario, los más inteligentes, los ultra, super, sobrecalificados que además se enorgullecen soberbiamente de saber de todo sean tal vez menos felices que el vulgo.
La frase “cada uno es feliz a su manera” es una maravillosa forma de mostrar tolerancia a las diferentes frecuencias que tenemos los seres humanos de buscar todos los días formas de ser felices. El problema, creo yo con pena, es que a veces la búsqueda de la felicidad se vuelve totalmente materialista y extremadamente, asquerosamente egoísta.

lunes, febrero 23, 2009

Tus pecados y los míos



Leo en estos días, espantada dicho sea de paso, que el Vaticano informa cuáles son los pecados (capitales) de acuerdo a los géneros (entiéndase masculino y femenino). En buen cristiano: ante qué tipo de tentación se inclinan los caballeros y ante cuál hacen su mejor venia, las damas. Dicen pues, estas estadísticas, que entre los hombres predomina (en este orden) la lujuria, la gula y la pereza. Entre las féminas: la soberbia, la envidia y la ira.
Reflexiono en primer lugar, ¿dónde queda el secreto de confesión? Porque claro, este informe realizado por un curita de 95 años me genera una enorme duda sobre la confiabilidad de los confesores. ¿O es que tienen una edad de jubilación? Además, añade (el teólogo en cuestión) que su investigación se confirma con la observación del comportamiento de los religiosos tanto curas como monjas, ¡sorprendente! Observación de personas consagradas a Dios, infidencia, pecados capitales: hermosa combinación.
Me imagino a este sacerdote en su confesionario con una suerte contador, tablero de puntaje, o tal vez un cuaderno celeste y otro rosadito en el cual va poniendo palitos debajo de cada pecado capital. Luego de esta “loable” labor realizada durante todo el ejercicio de su sacerdocio decide pues, colaborar con el Vaticano y pasarles su informe taaaaaaaaaaaaaaan interesante. Informe que sólo confirma dos verdades universales: por un lado, que somos pecadores y por otro, que el hábito no hace al monje.
Reflexiono en segundo lugar, que la famosa frase “las mujeres son de Venus y los hombres de Marte” parecería confirmada en esta clasificación pecadora. Los pecados también nos hacen habitantes de planetas diferentes. Los de ellos se basan esencialmente en el disfrute de la vida: el sexo, la comida y el descanso: todo en exceso. Leyendo entre líneas interpreto que los caballeros saben disfrutar de la vida. Mientras que ellas discurren entre los pasadizos oscuros de pecados que las vuelven unas amargadas y unas histéricas.
¡Pucha creo que este curita además de infidente resultó medio machista!

jueves, febrero 19, 2009

Ser o no ser.../ Qué es la vida ... un frenesí? ...


Las frases que titulan esta publicación son conocidas. Una de Hamlet, en el famoso monólogo pronunciado por el príncipe danés, analizado y leído hasta la saciedad. La otra proviene de La vida es sueño; en ella, Segismundo, en su prisión, analiza el concepto de libertad que él tiene frente a otros elementos de la naturaleza.
Ambos monólogos son famosos, demandan además a aquellos actores que encarnan a tales personajes, un talento singular. Shakespeare y Calderón de la Barca, a través de la boca de ellos, fueron capaces de dejar una huella imperecedera y profunda en un público universal y atemporal.
No obstante, hay un monólogo de la misma época que creo es injustamente poco celebrado: Laurencia, en Fuenteovejuna. En él transmite una fuerza que no puede pasar desapercibida por ningún lector medianamente observador.
La imagen que tenemos de esta obra teatral del siglo XVII, como ralos estudiantes de literatura escolar, es realmente patética, pregúntense aquellos de mi generación qué recuerdan de la obra y lo más probable es que al unísono (los acompaño) digamos: Todos a una! Resumiríamos que el pueblo harto de los desmanes mató al comendador, -por supuesto que ello corresponde a los que tengan mejor memoria-.
¿Quién era Laurencia?, una campesina la hija del alcalde violada por el susodicho Comendador el día de su matrimonio (casi casi como el "Derecho de pernada" de la época feudal) . Cuando logra huir de él, irrumpe en la asamblea del pueblo donde todos los hombres están reunidos y pronuncia un discurso fabuloso. En él, acusa a los hombres del pueblo de cobardes, de ovejas (jugando con lo de Ovejuna), de afeminados –insultos realmente duros en la época- puesto que terminaron permitiendo que le pasara lo que le pasó y siente que nadie hizo nada para salvarla.
Vive Dios, que he de trazar
que solas mujeres cobren
la honra de estos tiranos,
la sangre de estos traidores
(...)
Como verán, el tema va más allá, porque la fuerza de sus palabras prende la chispa de la venganza del pueblo. Es ella, la que funge de catalizador, sin Laurencia la venganza no hubiera funcionado.
Me ha llamado siempre la atención el emplazamiento claramente feminista, el deseo de volver a la etapa de la dominación amazona, el poder de la mujer, que cuando no se sienten defendidas por quien debía hacerlo no ve otra salida.
(...)
y yo me huelgo, medio-hombres,
por que quede sin mujeres
esta villa honrada, y torne
aquel siglo de amazonas,
eterno espanto del orbe.
Agradecerle a Laurencia, por favor, el “todos a una”.

lunes, febrero 16, 2009

¡Qué celebradores!



En mi maravilloso país, Perú, donde todo es posible, tanto que casi casi limitamos con Macondo… somos muy celebradores. He llegado a la conclusión que cuando se marca una fecha importante en el calendario a nosotros nos gusta hacerlo en doble porción. Dos ejemplos que he vivido en este febrero sufrido por los cambios del calentamiento global y que todavía no acaba.
I
Día del Pisco Sour
El primer sábado de febrero se celebró el Día del Pisco Sour. Esta fecha fue establecida hace unos años atrás por iniciativa de algunos especialistas gastronómicos que consideraron idóneo enaltecer nuestra bebida de bandera (pienso que más bien debería existir el Día de la Inca Kola –si es de dieta, mejor-). Debajo estaba, de todas maneras, la jurásica pelea con nuestros vecinos del sur que si el pisco es mío o el pisco es tuyo. Discusión que ya me tiene harta porque el Pisco es peruano y no hay mayor explicación que valga.
La cosa es que ya desde el viernes, varios distritos ya celebraban la “víspera” del Día del PS, puesto que “hay que recibirla”. Los medios de comunicación, iban informando cómo la celebración ya había comenzado, encabezada por la Ministra de la Producción a la que vi probando PS en diferentes instituciones: o la pobre Elenita se habrá mojado solo los labios, o se habrá pegado la tranca de su vida…
Yo digo: qué afán de chupar por adelantado. Las colas que luego se formaron en los parques y plazas porque todo el mundo regalaba PS gratis era increíble. Yo tasé a un par de tíos que ya estaban dando su quinta vuelta para el “refill” en una toma televisiva. Tampoco, tampoco, ¿no? Casi pues 48 horas de celebración, Jack Bauer se hubiera quedado agotado si hubiera tenido que hacer un capítulo de 24 en este país, habría acabado en coma etílico de todas maneras.
II
Día de la Amistad, del Amor, San Valentín: día que deberíamos eliminar del calendario.
Hace un año saqué un post al respecto y no voy a volver a compartir lo que opino de este día para no aburrir a mis queridos lectores a los que respeto, quiero y agradezco cada día.*
La cosa es que POR SUPUESTO ya la víspera también empieza la celebración. Los descuentos de los hoteles van del 13 al 15. Las serenatas, las ofertas de los restaurantes, etcétera. El tráfico ya empieza a subir su característica densidad y la gente se amarga y altera un poco más (el amor… las huevas, porque todos quieren pasarla bien –qué incoherencia, ¿no?-) Por ejemplo, en el distrito de Barranco, el alcalde decidió remodelar el famoso Puente de los Suspiros al que Chabuca Granda dedica un hermosísimo vals. No tiene, el alcalde desde luego, mejor idea que inaugurarlo el viernes 13 a las 4:30 pm de la tarde, con lo cual contamos pues más de 24 horas de celebración. Otro capítulo doble para mi amigo Jack Bauer (¡en menos de quince días!).
III
l.q.q.d (¿se acuerdan, no? para los que no: lo que queríamos demostrar)
Entonces: ¡cómo nos gusta celebrar!. Siempre, sacándole la vuelta al día, estirando la celebración como chicle, mirando hacia dónde y con qué excusa se puede usar más esa fecha marca por el calendario. Ser mejores vendedores, mejores políticos, ser generosos, tener más tiempo libre, más “circo para el pueblo”. Sí pues, somos hueveros (término vulgar muy peruano que quiere decir “disfrutar con sumo placer del ocio”, también hay webero pero ése es el que se pasea por la web).
Lo llevamos en nuestra conciencia de peruanidad, en nuestra historia arraigada por siglos, confirmado pues con un hecho demostrable: (y ruego a alguno de mis acuciosos lectores que me corrija) somos el único país del mundo occidental que celebra dos días seguidos su aniversario patrio.
* ver en FEBRERO 2008: San Valentín, el asesino del romanticismo

jueves, febrero 12, 2009

De una simple cita

Las novelas se escriben para reparar en el mundo la ausencia perpetua de lo que nunca existió



La frase citada viene de una novela que acabo de terminar: Purgatorio de Tomás Eloy Martínez, gran autor argentino. La verdad es que cuando la leí tuve que parar de leer para darle vueltas a la idea. Yo no sé por qué pero hay ciertas novelas que me producen esa sensación: tomo papel y lápiz –amo escribir con lápiz- y copio la frase que me gusta, luego le doy vueltas, la pienso, y ahora en este presente la sigo pensando.
Le he dado varias vueltas, y creo que la certeza en esas palabras me llevan a concluir, redundantemente, que es una gran verdad. A pesar de que muchas novelas se nutren de la realidad, justamente llenan espacios inimaginados por seres humanos comunes y corrientes como nosotros. Hay historias que nunca se van a dar, hay personajes que nunca van a existir, hay historias de amor que nunca se van a vivir y sin embargo, viven en nuestra mente, una vez que las hemos “conocido”, como que empiezan a ser un poco nuestras.
Pero, ¿qué es reparar el mundo? Pues en una explicación obvia: volver a pararlo. Ahora que el mundo se cae a pedazos, qué mayor y mejor refugio que un libro. Sin embargo, también significa: restablecer las fuerzas, enmendar, advertir algo, arreglar lo que está roto (entre otros significados que me da mi gran amigo DRAE).
Por ello siento que una novela también reparan MI mundo, TU mundo, puesto que a aquellos que nos gusta leer en ese momento tenemos un momento en el que hago una pausa para restablecer mi fuerza, enmendar mi día, advertir gracias a la lectura de que existe otro mundo –a veces mucho mejor que el nuestro- , arreglar mi enmarañada psique.
Me cuenta mi hija que sus amigas se han enfrascado en diferentes lecturas, todas están leyendo una novela, y me complace pensar en estas maravillosas chicas que después de un año de haber roto el cascarón colegial viven –sin ser conscientes de ello- una reparación constante de su mundo.

lunes, febrero 09, 2009

"Por la libre"


Hace algunos años atrás vi la película mejicana Por la libre, dirigida por Juan Carlos de Llaca y protagonizada por Oswaldo Benavides y Ana de la Reguera, entre otros actores (año 2000). El argumento nos narra la historia dos primos que aunque no se aguantan se sienten muy unidos a su abuelo. Éste, al morir, estipula en su testamento que sus cenizas sean arrojadas al mar de Acapulco. Los chicos, quienes eran los incondicionales del viejo deciden sin querer queriendo (y en contra de la familia) realizar el viaje juntos hacia la playa y cumplir con el último deseo de la persona más querida por ellos.
Mi amiga Fiorella me recordó la existencia de la película en circunstancias personales que se acercan tangencialmente a la situación presentada por la cinta en cuestión.
Como no tengo el film, me aventuré a verla en http://www.youtube.com/. Está dividida en 10 partes de aproximadamente 10 minutos cada una. No obstante, “se deja” ver bastante bien.
Es una película llena de humor negro, fresca, irónica y refleja a la vez, el delicioso mundo de las familias disfuncionales en donde las cosas que ocurren son curiosamente sorprendentes, creativas y ridículas. Destaca a su vez, el crecimiento personal de los primos (Rocco y Rodrigo) y el descubrimiento de verdades ocultas, prejuicios y afectos escondidos por las falsas apariencias.
La cuota de humor es comedida y no llega a insultar la sensibilidad del espectador, especialmente si los temas de la muerte, cremación y todos los parientes cercanos a éstos, están sensibles. Al menos yo me relajé mucho viéndola nuevamente. Claro que mi sensibilidad es especialmente “negra” pero creo que a veces soy normal….
Les recomiendo que la vean con canchita en mano, no hay que pensar ni filosofar mucho. Solamente saber disfrutar de un fino humor y a la vez, una lección de vida.

jueves, febrero 05, 2009

Mis vidas pasadas, mi vida futura

para mi amigas Cecilia L. y Sandra G. porque seremos!

En algún momento todos nos detenemos a pensar que si existieran otras vidas pasadas quién o qué hubiéramos sido. Por ejemplo, yo no pienso jamás que haya sido un animal, será porque los bichos y yo no somos buenos amigos. Sin embargo, si en algún momento, en mi camino al Nirvana tengo que encarnarme en algún bicho terrestre quiero ser un lirón -aunque algunas personas dicen que sería mejor una ardilla- sobran las explicaciones.
Retomando entonces, hay ciertas situaciones que me hacen pensar en lo que debo haber sido en mis vidas pasadas.
Creo que en los tiempos legendarios (o sea, de las leyendas) debo haber sido Hermes. Llego a esta conclusión porque de hecho era el que tenía toda la información del Olimpo –recordar que era el mensajero de los dioses-, estaba enterado de todo cuanto pasaba a su alrededor. Mi necesidad de mantenerme informada me lo confirma.
En los tiempos del Antiguo Testamento, me queda claro que me morí cuando el Mar Rojo se volvió a juntar. ¿Por qué? Porque cuando estoy rodeada de agua me angustio, a pesar de saber nadar, por eso no puedo estar sin piso en una piscina, ni en el mar… me controlo, pero entro en trompo.
En los tiempos precolombinos, obviamente fui la Dama de Ampato (es mejor que autodenominarme la momia Juanita) porque la primera vez que me vi frente a frente, face to face, con el Huascarán y me quedé hipnotizada en ese espacio… me vino una bajada de presión tal que inmediatamente miré a JC y clavándole las uñas en el brazo le dije: ¡Es un hecho, a mí me sacrificaron como ofrenda para los dioses en uno de estos nevados!
Más adelante, en la historia contemporánea por lo atractiva que me resulta George Sand, (Aurora Dupin) me veo idílicamente de escritora, medio loca, contestataria y aunque la pobre cargó con Chopin se río de todos los prejuicios de su época.
Ahora... qué me gustaría ser en mi próxima vida. Esa sí la tengo clarita. Me gustaría ser Conejita de Playboy. Ustedes seguramente se asombrarán… dirán: Y ahora a esta ¿qué le pasó?
Muy fácil, es una cuestión práctica: En primer lugar, no tienen celulitis: lo máximo. Luego, las mantiene Hugh que por cierto, con la edad que tiene ya no debe requerir de mucha acción excepto que le digas de vez en cuando yes! yes! yes! lo que implica que no hay que aprender inglés ni ningún otro idioma complicado. Además, se juerguean todo el día, pero sobre todo: no tienen cerebro. ¡No piensan! ¡Qué más le pueden pedir esos pobres angelitos a la vida!
Ahí nos vemos... a toda(o)s las que quieran acompañarme.

lunes, febrero 02, 2009

Entre el "cielo"y el suelo trujillano

a Marie Lis, Mariela y César por ser nuestros amigos y anfitriones

I
Fui invitada a Trujillo para participar en la IV Edición de la Feria del Libro, gracias a la iniciativa de su gran creadora Adriana Doig, a quien conocí unos meses atrás. Se había enterado de un proyecto que yo hacía con mis alumnos y (bien aconsejada) decidió convocar a dos profesoras para exponer sus ideas en lo que se llamó: Profesores motivadores, lectores creativos.
Debo destacar la maravillosa organización de la Feria, la calidez de la gente que me atendió y la generosidad del público que por casi hora y media nos escuchó en un mediodía veraniego. Por un momento me sentí en el cielo: llena de energía y contando cómo mis alumnos del Colegio Cambridge desde 1999 -año en el que nació este proyecto- le siguen la huella a Mario Vargas Llosa recorriendo la Lima de Los Cachorros. Inclusive tengo un artículo publicado en una revista de educación en la que hablo de los logros de mis chicos. Al margen de los trabajos que son maravillosos, me encanta ser testigo de su entusiasmo por recorrer su ciudad. La presentación fue exitosa, no lo voy a negar. No obstante, lo que más rescato es lo que voy aprendiendo en eventos como estos: TENEMOS que seguir motivando la lectura. Los proyectos hay que compartirlos, no debe haber mezquindad. Al igual que muchos estoy convencida que un país lector es un país que progresa.

II
Trujillo era para mí, por un slogan que escuché desde niña: la Ciudad de la eterna primavera. Toda la vida me la imaginé como un jardín... hace más de cuatro años que no iba por ahí. Me llamó la atención ante todo: el tráfico y la velocidad con la que maneja la mitad de la población automotriz: los taxistas. No existe la palabra frenar, sino un ligero empuje al pedal en cuestión que reduce en unos 10kms la velocidad permitiendo "chequear" al paso si te vas a empotrar con alguien que viene por la otra vía. Los peatones son una suerte de Gasparines dado que no se les ve, no existen para estos taxistas que no solo se han adueñado de las vías sino del ruido: son los maestros de la bocina, claxon o como michi quieran llamarlo...

III
Ante lo anterior.
JC y yo cruzábamos las pistas con cuidado y valentía. Él, como caballero andante e inspirado por su sobreprotección no podía evitar decir: Ahora! Crucemos! Tomaba mi mano ... y yo, cual damisela pasiva me dejaba llevar a la otra vereda que en la ciudad de la primavera apestaba a orín y no a rosa. Sin embargo, en esos descuidos de la vida, cuando el caballero andante recibe una llamada por el celular y se poner a hablar... esta pequeña damisela no tiene mejor idea que hacer las de Lázaro de Tormes y guiar a mi distraído caballero a cruzar el río de asfalto para llegar a la otra orilla. Lo tomo del codo, calculo la distancia del taxi que nos amenaza a unos 20 metros y decido rauda y veloz olvidando las palabras mágicas (Ahora! Crucemos!) y cruzo. A la mierda!!!! No lo vi: hendidura de unos cuarenta centímetros de diámetro en el que mi pequeño pie izquierdo talla 35 se atracó y yo, cual huevo frito (por no decir huevona) caí de rodilla, codo, costilla, tobillo y mi pequeña anatomía quedó a unos escasos 70 centímetros del taxi en cuestión que tuvo que FRENAR mientras que mi caballero me levantaba (o sea me jalaba) para terminar de cruzar la pista. Lágrimas de dolor y orgullo roto brotaban de mis ojos, pero al menos fue lo único que se me rompió. Mi lado izquierdo hecho puré, pero entera.


Cielo y suelo en la Ciudad de la eterna primavera!