viernes, diciembre 28, 2007

Relecturas

Las re-lecturas son buenas, tienen su propio encanto puesto que volvemos a recorrer una camino agradable pero con otros ojos. No obstante, corremos un riesgo, que no disfrutemos como lo hicimos la primera vez: cuestión de probar. Es decir, abre el libro, si no te gusta... simple: lo dejas.
Por cuestiones de trabajo hay textos que tengo que leer una y otra vez, y sin embargo, no me cansan, además a estas alturas de mi vida la memoria me está empezando a jugar malas pasadas y descubro frases que me sorprenden como si fuera la primera vez.
¿Cuáles son las relecturas que he disfrutado al máximo? El amor en los tiempos del cólera, comparto esta cita: "Habían sorteado juntos las incomprensiones cotidianas, los odios instantáneos, las porquerías recíprocas y los fabulosos relámpagos de gloria de la complicidad conyugal. Fue la época en que se amaron mejor, sin prisa y sin excesos, ambos fueron más conscientes y agradecidos de sus victorias inverosímiles contra la adversidad. La vida había de depararles todavía otras pruebas mortales, por supuesto, pero ya no importaba: estaban en la otra orilla"
Luego, Cien años de soledad me he muerto de risa con una escena " (...) la mujer miró a José Arcadio y examinó con una especie de fervor patético su magnífico animal en reposo. -Muchacho- exclamó-, que Dios te la conserve."
Mi relectura de La tregua de Mario Benedetti fue más sentida y debe ser que estoy más susceptible, pero lo que pasa entre Avellaneda y Martín Santomé no es ficción, es la vida misma. "la felicidad, la verdadera felicidad, es un estado mucho menos angélico y hasta bastante menos agradable de lo que uno tiende siempre a soñar. La gente acaba por lo general sintiéndose desgraciada, nada más que por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar, de gozoso éxtasis, de festival perpetuo." o "Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era sólo una tregua. Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más."
Volví a revisar Amantes y enemigos y los dejo con varias frases, no puedo negar que Rosa Montero me encanta, y he contraído una deuda personal: quiero releer todos sus libros. Se querían mucho los dos, de eso estaba seguro: con un amor antiguo y animal, con la costumbre de quien ha compartido infinidad de gripes y de insomnios, con el mismo entrañamiento con que quieres a ese hermano con el que nunca sabes de qué hablar. Y aquí otra: Porque uno siempre es inocente cuando ama, siempre regresa a la misma edad emocional, al umbral de la eterna adolescencia. Pura y hermosa fui porque deseé y me desearon. El amor es una mentira, pero funciona.

Tengo una lista de autores cuyas obras quiero volver a revisar, solamente pido que la vida, la maldita responsabilidad de vivir y todo lo demás me dé tiempo para lograrlo.

martes, diciembre 25, 2007

Pepe Grillo y su conciencia

a Coco por la idea

En la historia de Pinocho, aparece este personaje simpático y bien vestido, llamado Pepe Grillo, un personaje que ya identificamos con esa voz interior llamada conciencia. De un modo u otro, tenemos esa idea de que dentro nuestro vive este bicho.
Ahora, sí me queda claro que justamente ese animalito "humanizado" viene en un sinnúmero de versiones individuales. Los hay acusadores, los hay los tolerantes, los hay castigadores, los hay sordos, ciegos, mudos. Algunos un tanto afónicos, otros bien relajados. Porque finalmente don Pepe tiene, como ya dije, características humanas y como tal, comete errores.
Qué entendemos por la voz de la conciencia? Muchos dirán que es justamente una voz que te indica cuándo la cosa es correcta o cuándo la cosa es incorrecta. Pucha, complicado! no? Porque finalmente, REALMENTE este Pepe Grillo que vive en nosotros, somos nosotros mismos por lo que la noción de objetividad se maneja con unos parámetros bastante relativos, y cuando digo bastante sabemos que no estamos exagerando.
Nosotros decidimos qué es correcto y qué es incorrecto. Esta idea famosa y filosófica del libre albedrío, es la misma que el famoso invento de esta criaturita verde. No obstante resulta un concepto más mediatizado, si don Pepe no me habla, no pasa nada; si no lo escucho bien, debe ser por algo... No hay felicidad más grande que manejar la voz interior a nuestro antojo, total... la gente que nos rodea puede estar equivocada o su propio Grillo puede estar dándole malos consejos.
Lo más curioso además, es analizar cómo "limpiamos la conciencia" cómo "bañamos a Pepe Grillo", los mecanismos son tan variopintos que a veces resultan por un lado hilarantes y por otro retorcidos.
Es un tema tan complejo y como tal resulta sumamente interesante. Basta con ver cómo se comportan ciertas personas que nos rodean en ocasiones concretas.
No estoy aquí juzgando, ni haciendo una clase de Ética, no tengo el menor derecho a tirar la primera piedra, mi propio Pepe Grillo lo sabe. Pero sí consideré válido pensar que a veces este minúsculo individuo nos habla en el momento preciso y nosotros nos damos media vuelta y lo ignoramos.
por Claudia C.

sábado, diciembre 22, 2007

Beatus ille

Primera idea:
Beatus ille es un tópico literario creado por el poeta romano Horacio (65ac-8ac) en el que se exaltaba la vida en el campo como aquel lugar en el que se podía encontrar la paz espiritual. Se traduce literalmente como bienaventurado aquél complementando la idea de: dichoso aquel que procura apartarse del mundanal ruido para estar consigo mismo. Aclaro que no voy a hablar de la vida en el campo… soy rata de ciudad.
Sin embargo, en la ciudad podemos alcanzar este tópico.


Segunda idea:
Según el Diccionario RAE el término placer hace referencia a: 1. Goce, disfrute espiritual. 2. Satisfacción, sensación agradable producida por la realización o suscepción de algo que gusta o complace. 3. Voluntad, consentimiento, beneplácito. 4. Diversión, entretenimiento.
Partamos por lo tanto, de la premisa siguiente: el placer representa una sensación tuya y solo tuya.

He descubierto que hay situaciones en la vida que se manifiestan en determinadas coyunturas o que tal vez siempre estuvieron ahí, y quién sabe por qué azar del destino empiezan a crearnos una sensación tan agradable que se elevan a la categoría de nuestra lista de placeres personales.
Confesaré que mi lista de placeres personales es bastante original, pero justamente como es personal tampoco voy a estar aireándola por calles y plazas. Sin embargo, hay uno deliciosamente compartible y además, tengo la seguridad de que más de un lector debe coincidir conmigo y hacer los mismo (es uno de mis placeres tardíos, es decir adquiridos con la madurez).


Tercera idea: -o sea primera y segunda-
Bienaventurado aquel que siente placer en ciertas situaciones que pueden ser cotidianas o que hacemos porque hacemos y nada más, y en lo cotidiano encuentra placer.

Entrar a una librería, mirar las mesas, los estantes, buscar un libro, que un libro te busque a ti, sufrir cuando no encuentras lo que fuiste a buscar, deleitarte cuando encontraste algo que no esperabas y luego…. en el sumum del placer salir con tu paquete en la mano, caminar unos metros entrar a ese lugar que huele a café sentarte sola en una mesa y mientras ves pasar a la gente y disfrutas de puro sabor, abrir la primera página de un libro que te va a atrapar.
por Claudia C.

jueves, diciembre 20, 2007

... para ellas y solamente para ellas

Cuando una está en el último año de su educación escolar cree que se va a comer el mundo entero... lo siente en cada poro de su ser, y encima cuando vienen rodeadas de una fragancia de inocencia con una maldad contenida... tanto mejor.
Las 13 r.a.p.e.s. (número no muy agraciado) son variopintas: está la grande, la minúscula, la deportista, la floja, la arrebata, la buena, la que se broncea al toque, la que come todo y no engorda, la que no come nada y engorda el triple, la colorada con su plata que le cuesta, la ingenua, la que cree que tiene 25, la que parece tener todavía 10, la que odia a sus padres, la que soporta a sus padres, la que ama a sus padres, la que canta como los dioses, la que mejor que no cante, la brillante, la tímida, la que ríe a carcajadas y la que parece trinar cuando lo hace, las r.a.p.e.s son las r.a.p.e.s.
Autoconfeccionadas, liberadas, desafiantes, poco conformistas, algunas poco lloronas, otras drámaticas, piconas como ellas solas, dulces sólo cuando quieren serlo, pocas veces diplomáticas, no saben que podrían TODAS llegar lejos, mucho más lejos de lo que ellas mismas pueden imaginarse, pero como creen que se van a comer al mundo entero y éste se rinde a su pies a veces pierden las perspectiva.
Son matables, pero a la vez adorables, son sensibles y por momentos algunas tan huecas que uno podría escuchar un eco interminable en esas cabezas que a veces parecen vacías, pretenden ser rebeldes y no ven cuán ridículas se lucen a veces, son felices por momentos, y a veces no se soportan ni entre ellas mismas...
Yo las quiero y sé que serán capaz de perdonarme por lo dicho, pues tienen la grandeza suficiente para reconocer que no son perfectas y que en su crecimiento (unas más que otras) descubrirán el maravilloso y duro reto que ahora tendrán en la vida: dejar de ser r.a.p.e.s para convertirse en mujeres de verdad.


(NFDMANUSTMNVK)

miércoles, diciembre 19, 2007

"Mericrismas"

para Lorena y Tere, porque comparten el sentimiento

Seguramente esta publicación caerá como plomo en estos días... pero qué le vamos a hacer: la gente que me conoce bien, lo sabe y sigue queriéndome igual. ¡A mí la Navidad NO me gusta!
Cuando alrededor de octubre algunas tiendas ya empiezan a cambiar de lugar su mercadería y el verde/ rojo empieza a primar en la decoración, yo comienzo a enroncharme, se me baja la presión, necesito un Gravol, y mi sentido del humor empieza a sufrir ciertas modificaciones sospechosas: una crisis larga se avecina, ¡LLEGÓ LA NAVIDAD! y cada vez se adelanta más.
A medida que estos adornos van colmando los espacios y el tan manoseado espíritu navideño invade la ciudad, yo me voy retrayendo y pensando en las mil y un maneras de esquivar el impase. No obstante es inútil. Solo me queda observar lo que ocurre a mi alrededor.
Cada vez las campañas navideñas son más agresivas, nos meten por los ojos árboles, luces, bolas, renos, muñecos y cuanto adorno se le ocurre a la gente.
Existen los que se sufren una especie de "metamorfosis positiva" -según dicen- en esta época del año, corren por comprar un regalo, por comprar comida, por colaborar con las campañas navideñas de los necesitados (a los cuales han olvidado 11/12 del año). Quieren limpiar sus conciencias, acordarse del pariente solitario y desvalido, inclusive se convierten en presidentes de una suerte de sociedad protectora de animales (racionales) y deciden que todo aquel que esté solo debe pasar la Navidad con alguien.
Fiesta de unión, le llaman, y a veces me parece tan irónico ese nombre. Muchos justifician la fiesta para meterse la borrachera y tragadera de su vida porque sí que hay esmero en cocinar ese día. Fiesta de unión, cuando lo que más preocupa es qué le regalo a quién, o qué me regaló quién. Fiesta de unión, cuando la gente putea en la calle porque hay más tráfico, más delicuencia, más tumultos. Fiesta de unión, cuando terminan sentándose en una mesa personas que no se han soportado en todo el año -dizque todo se perdona ese día-. Fiesta de unión, cuando muchos se sienten obligados dividirse entre diversos sitios y correr por toda la ciudad para que nadie se resienta.
Fiesta, de acuerdo, pero cada vez más materialista y llena de pecados capitales. Pero bueno, yo respeto todas la opciones, son válidas para quien las vive. Sin embargo, siento que las mías no son respetadas, porque obviamente soy un ave raris.
Nunca tuve espíritu navideño, ¿tendré algún trauma infantil?. En casa no recuerdo haber visto jamás un árbol decorado, solo el nacimiento, cosa que me pareció y parece totalmente razonable. La Navidad celebra al fin y al cabo la llegada al mundo de alguien que según manda la teoría y la fe, se sacrificó por la humanidad y nosotros celebramos con despilfarro, estrés e indigestión.
A veces siento que en la Navidad solo cumplimos roles por obligatoriedad, como tantas veces en la vida, por ello recuerdo la letra de una canción del maravilloso Serrat cuando sugiere a un ejecutivo: "¿no le gustaría no ir mañana a trabajar y no tener que darle a nadie excusas para jugar al juego que mejor juega y que más le gusta?" Sería ideal poder hacer lo que a uno le venga en gana siendo feliz sin molestar a nadie; pero no se puede, es políticamente incorrecto y familiarmente condenable. Yo no pierdo las esperanzas de hacerlo algún día.
¡Mericrismas!
por Claudia C

lunes, diciembre 17, 2007

Las historias que no conocemos

Uno de los aspectos que más me ha apasionado de la literatura es que a veces, al cerrar un libro me quedo pensando en que si esas historias fuesen reales qué pasaría con algunos personajes. O igualmente, cuáles fueron las historias pasadas, qué se queda en la mente del narrador que no nos lo cuenta todo.
Algunos escritores han resuelto algunos de estos enigmas a su manera. Borges, por ejemplo, en el cuento La casa de Asterión nos habla del minotauro encerrado en el laberinto, aquél que mató Teseo. Un bello texto en donde podemos sentir la soledad de este ser mitológico. Igualmente, hay otro cuento del mismo autor Biografía de Tadeo Isidoro Cruz en el que habla también, de un personaje que aparece en el famoso Martín Fierro de José Hernández.
No obstante, hay algunas historias que se nos quedan inconclusas, nos provoca desazón o curiosidad el saber qué pasó con algunos personajes. Por ejemplo: ¿los Capuleto y los Montesco siguieron peleando? ¿Lara nunca volvió a ver a Yuri Zhivago? ¿Cómo vivieron Ulises y Penélope después de veinte años de separación? ¿Juan Pablo Castel siguió pintando? ¿Quedó algún descendiente de los Buendía? ¿Alicia no creció con traumas infantiles?
Tal vez por respeto al autor, algunas de estas preguntas se quedan divagando en cerebros que se hacen las mismas preguntas que yo. Tal vez, algunos toman del maravilloso y extenso mundo de la cantera literaria la materia prima adecuada para seguir trabajando y creando historias que no terminan de cansar. Otros lectores no se lo cuestionan, simplemente cierran el libro y con ello le ponen punto final a ese universo único que un determinado autor ha logrado crear y que nadie más debe tocar, se respeta como un monumento sagrado.
por Claudia C.

viernes, diciembre 14, 2007

Para ti

Hoy ha sido un día especial, ha empezado el final de un proceso ajeno pero mío y al fin y al cabo, aunque sea como mero testigo. Alguien FUNDAMENTAL en mi vida cierra un ciclo en su andar por el mundo.
Hoy, una suerte de desazón y temor al futuro me toca de cerca, pero a la vez siento alegría y emoción. Esos sentimientos contradictorios con los que tenemos que vivir, señalan que el aprendizaje en este camino no termina.
Pedí consejo, para saber si alguien que había pasado por una situación como la mía, me echaba una mano amical y me decía que todo estaba bien, que finalmente la vida continuaba y que vendrían otros tiempos …. Pero confirmé que sólo escribiendo podría sacar fuera lo que tengo por dentro, que el consuelo debía buscarlo en mí misma.
No me ha sucedido nada trágico, por el contrario en balance es un día feliz; no obstante duele confirmar como alguna vez dijo Khalil Gibran: Tus hijos no son tus hijos son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen.
Efectivamente, nuestros hijos no nos pertenecen, aunque sea lo que deseamos. Sólo somos instrumentos para echarlos a la vida y para darles (aunque nos equivoquemos a cada rato) las herramientas suficientes para que puedan ser felices a su manera.
Vemos cómo van creciendo, cómo van descubriendo su propio camino, y queremos evitarles el dolor, queremos librarlos de todo mal, queremos protegerlos siempre, y sin embargo…
Hoy soy testigo de que alguien que adoro echa sus alas a volar y que el mundo le abre los brazos, el mundo con su crisol de posibilidades, terribles, certeras, oscuras, maravillosas, y que su andar estará repleto de decisiones que marcarán su vida. Se caerá, se levantará, será feliz, o tal vez un día el corazón se le haga pedazos y si desea voltear sus ojos y buscar mi mirada me encontrará, dispuesta, como siempre a darle única y exclusivamente lo único que puedo darle: mi amor.

por Claudia C.

miércoles, diciembre 12, 2007

Los platos chinos

A pesar de que no me gusta mucho el circo… hay una cosa que siempre ha llamado mi atención: los trapecistas y los equilibristas. Estos últimos han ejercido cierta fascinación sobre mí, sobre todo si trabajan en un circo chino, pues generalmente estos equilibristas tienen que caminar por la cuerda floja cargando un sinnúmero de platos y obviamente luchar para no se les caiga ninguno.
Siento atracción por estos individuos que caminan y por nada del mundo pierden alguna de sus piezas de porcelana y como yo siempre me cuestiono, ahí viene la pregunta: qué es un malabarista de platos chinos sino una maravillosa metáfora de la vida moderna?
Nosotros, todo el género humano sin distinción, caminamos todos los días por la cuerda floja, esa cuerda llamada vida que en cualquier momento una de las Parcas decidirá cortar… y en nuestro caminar vamos tomando platos que encontramos en el camino, los vamos acomodando y tratando de que no se nos vaya a caer ninguno, realizamos una brillante performance ante el público que nos rodea y logramos confirmar que somos capaces de llevar, y de manera exitosa, cuanto plato tengamos encima.
Los que son más prácticos (benditos sean!) no se hacen problema si pierden algún plato en el camino, total… hicieron todo lo posible por mantener el equilibrio pero uno es humano y se puede equivocar. Otros, o sea la gran mayoría, queremos llevar todos (absolutamente todos) los platos en buena forma, llegar al final de la cuerda con la vajilla completa, nos estresamos y sudamos la gota gorda cuando algún plato peligra y seríamos capaces de caer al vacío antes de que uno de los platos lo hiciera. Justamente ahí está el problema: cuando además, queremos cargar un montón de platos a la vez, los nuestros, los de nuestros hijos, los de nuestras parejas, los de nuestros padres, los de nuestros jefes, los de nuestros amigos, los de todo el mundo… Y hay que ser conscientes de que estamos jugando con nuestro propio equilibrio, es humanamente imposible. Al final de todo terminaremos ayudando a las Parcas a cortar la cuerda, o tendremos una caída tan estrepitosa que será imposible levantarse, además de tener todos los platos rotos encima.

Después les cuento por qué me gustan los trapecistas.
por Claudia C

martes, diciembre 11, 2007

Amarse en el tiempo

a JC, por seguir a mi lado... a pesar de todo, a pesar del tiempo

"Ahora, te veo dormir en ese tu diario sueño de tensiones y brumas, y recuerdo cuando me preguntaba cómo sería amarte en el tiempo. Pensaba en si nos convertiríamos en una de esas parejas que veíamos en los cafetines: cada uno leyendo su periódico o una revista, quizás ella contemplando cómo él leía el periódico mientras le daba vuelta a su café –por cierto, nunca era al revés-. O tal vez seríamos como esas otras parejas que caminan de la mano aún cuando la espalda ya encorvada, les permite seguir siendo tiernos. Eran los dos extremos, entre cómo quería y no quería amarte en el tiempo.
Amarte en el tiempo, era mirar con miedo el futuro porque la rutina y los años iban a ir dejando una huella que tratáríamos de borrar cuando nos hiciera sentir su presencia. Un amor, por el que nadie daba nada, fortuito, un amor totalmente nacido del azar, y así y todo era puro sentimiento con pinceladas de una racionalidad que siempre nos caracterizó.
Hoy, cuando la muerte toca de lejos nuestras vidas, ella misma me invita a detenerme y contestar la pregunta en estas palabras: ¿cómo ha sido amarte en el tiempo?
Éramos jóvenes y felices, ahora no tan jóvenes y a veces ya no tan felices. Éramos temerosos, ahora no tan cobardes y con una valentía un tanto osada para empezar proyectos arriesgados cuando algunos otros los dan por terminados. Éramos pura piel, ahora no tan irracionales y sin embargo, la pasión descansa en cada rincón de nuestro cuerpo al encontrarnos.
Nos hemos amado en la todavía primavera, en una largo y apasionado verano y vamos llegando a un otoño extrañamente cálido en el que busco sentir que el corazón me salte cuando me pierdo en tus ojos con color de campo.
Amarte en el tiempo, ha sido locura, paciencia, rabia, fracaso, lágrima, herida, abandono, soledad, encuentro, triunfo, risa, desazón, miedo, culpa, perdón, regreso. Ha sido un reto diario con sentimientos contradictorios, el amor que da vida y mata al mismo tiempo.
En el tiempo te he amado tanto y de tantas formas que hoy que te miro mientras duermes, debo reinventarme, porque en el tiempo el amor corre el riesgo cotidiano de acabarse y si no volvemos a nacer, lo volvemos a hacer, podemos perdernos.
Por eso hoy amarte en el tiempo, durante este tiempo, a pesar del tiempo es un desafío que no termina, que nace y muere cada día, en tu sueño lleno de brumas y tensiones, y en el mío lleno de miedo." (1982-2007)
por Claudia C.

viernes, diciembre 07, 2007

Profesores que dejan huella, para bien o para mal.

para Elena, Marie Lis, Magali y Jorge Iván: aunque no se acuerden de los detalles...
Si miramos hacia atrás (algunos tendrán que ver varios kilómetros) seguramente encontraremos una larga lista de profesores que tocaron nuestras vidas de una u otra manera. Pues de ellos, y en forma general hablaré el día de hoy dado que el año escolar va terminando
Creo que fue en una novela de Rosa Montero, donde leí algo sobre los padres que puede ser aplicado a los profesores: sus huellas son como la viruela, te dejan marcado para siempre…Y es la pura verdad. Yo recuerdo con mucho cariño a una profesora de nido que tocaba el piano para que todos los niños cantaran. De mi colegio mixto y religioso, a una sister (Joanne) que era alguien así como Julie Andrews en La novicia rebelde, con una sonrisa maravillosa con la que nos recibía cada mañana mientras estuvimos en primaria y también a la monja casi siniestra que apodamos Fantasmagórico (dibujo animado famoso en la época) que le pegaba a los alumnos. Igualmente, a mi profesora de Lenguaje que me hizo una crítica destructiva cuando en vez de decir suertuda, dije lechera. Me marcaron como la viruela.
De la Secundaria guardo cuatro recuerdos:
Carlos M, el profesor de Historia, marxista (estoy hablando de una educación escolar marcada en su totalidad por dos gobiernos militares) que logró hacerme entender que esa disciplina era algo más que saber datos: era entender al ser humano. Unas clases totalmente dialécticas, por cierto.
Angel P, el profe de Ciencias, el Amauta, tenía una paciencia increíble para hacer entender a 40 alumnos por salón (chicos y chicas) la magia de la taxidermia, sin tener en la lista un solo desmayo, o experimentos curiosos donde había que descubrir qué elementos químicos había utilizado.
Douglas, caso particular, un hermano marianista, de 29 años, de color ébano cual Sydney Portier que llegó en nuestras primaveras quinceañeras a enseñarnos Inglés: lo máximo. Nos daba copias de canciones de Neil Diamond o Super Tramp para que nos aprendiéramos la letra pues The Jazz Singer y Roller Booggie eran las películas de moda. You’re the sun, I’m the moon. You’re the play, I’m the tune: play me…/ o Lord, is it mine…Todas suspirábamos por Douglas, y si él suspiraba ni enteradas, su vida estaba consagrada a Dios. Hoy, varios lustros después, es el mismo, dedica su vida a Dios, pero sobre todo a ayudar a cuanta persona necesita de él, de su apoyo, de su paz, de su mano. Este profe de inglés que sufría nuestras caricaturas de Muñante, (jugador de fútbol de Argentina 78) sigue aguantando, a varias que seguimos suspirando, y que ya no somos quinceañeras.
Dije cuatro, y termino con la huella más profunda de la viruela: mi profesora de Literatura. Memorística al 100%, paporretera, con un método que suponía repetir todo como loritos entrenados. Recite delante de todo el salón de clase el poema que le mandé memorizar, señorita!!!! Déspota, castigadora, represiva, manipuladora, anulaba cualquier intento de buscar otra ruta hacia la literatura, hacia la poesía, hacia la experiencia estética, hacia el placer… Nos hacía justamente tomar la ruta contrario y exclamar vade retro ante cualquier lectura.
Toda mi vida, desde que salí del colegio, traté de exorcizar a ese demonio del lenguaje y creo que lo he logrado. Gracias a Dios, la literatura es más grande que los profesores que hacen grandes esfuerzos por destruirla.
Esos son algunos de mis recuerdos colegiales, y al cierre del año escolar una conversación ayudo a traerlos al presente. Suele pasar que la memoria puede jugarnos malas pasadas, idealizamos, subestimamos, pero ellos, mis profesores, dejaron una huella al fin y al cabo.

miércoles, diciembre 05, 2007

Yo jamás escribiría ESO

Dime por favor donde estás,
en que rincón puedo no verte,

dónde puedo dormir sin recordarte
y dónde recordar sin que me duela.
(Jorge Luis Borges, apócrifo)


Hace poco, volví a recibir (por enésima vez) un Power Point cuyo texto tenía por autor a Gabriel García Márquez. Además de ser una presentación recargada y extremadamente colorida, presentaba algo así como Gabo y París.... o similar. La verdad es que nuevamente pensé en esa gran cantidad de textos que nos entrega el ciberespacio, un periódico o un amigo con toda la seriedad del caso advirtiéndonos que se confirma la genialidad de un gran escritor. A la mente me vienen dos casos: el del Nóbel colombiano y el del autor argentino Jorge Luis Borges.
De GGM me parece que hay dos textos que dan vueltas, el de "La marioneta..." y otro más que en este momento no recuerdo, donde dice que tiene cáncer linfático o algo por el estilo y se despedía de sus amigos más íntimos antes de morir. ¿Puede ser el mismo? ¿Tal vez? De este caso, sí sé que el autor llegó a hacer una declaración pública diciendo que él sería incapaz de escribir una cosa tan espantosa como esa... cito: "Lo que me puede matar es que alguien crea que escribí una cosa tan cursi. Esto es lo único que me preocupa".
Borges no ha contado con tanta suerte -ya está muerto- ... tengo entendido que (en mi limitado conocimiento) al menos tres poemas reciben su famosa autoría: Instantes, Dime y Aprendiendo. La verdad es que los tres pueden tener una gran aceptación, finalmente poesía hay para todos los gustos. Lo curioso es que inclusive uno de ellos fue publicado por uno de los diarios más serios de nuestro país (El Comercio) en su página cultural hace ya algún tiempo. Hay varios artículos que hablan al respecto -pueden encontrarse en el ciberespacio-. Inclusive hacen comparaciones y traducciones de otros poemas similares de otros autores, desde luego.
Cabe por lo tanto una pregunta: ¿qué pescador gana en este río revuelto?
La verdad es que no sé. Pero considero, como alguna vez le dije a un gran amigo mío hablando sobre estos casos (que por cierto creyó que Borges había escrito esos poemas), que a veces sin que haya dinero de por medio, ni renombre público, el verdadero autor debe sentir bastante satisfacción de lo logrado. El EGO se infla, porque finalmente la gente cree, CONFIA que ese texto ha sido escrito por uno de estos grandes maestros, de hecho deben haber varios, varios, varios casos más.
Cabe por lo tanto, otra pregunta: si esos textos no llevaran tremenda firma ¿se leerían igual?

domingo, diciembre 02, 2007

Juventud divino tesoro

Una amiga mía repite lo que les voy a contar con frecuencia, y va a adivinar que me refiero a ella cuando lea esto. Le dice a sus alumnos que están con una enfermedad, que tienen un defecto encima: la adolescencia. Y en parte, no deja de tener razón "sonoramente" puesto que "adolecen" de algo. (DRAE, causar dolencia o enfermedad/ cargar con un defecto) -no tomar en cuenta la ortografía en este caso, por favor-.
En el largo camino hacia la madurez, los adolescentes van descubriendo un mundo repleto de posiblidades y empiezan a jugar con la libertad que ahora creen les pertenece para hacer lo que les provoca. En ese camino, van aprendiendo que no es así. Con pena hay algunos adultos que lo siguen creyendo y practicando.
Uno de los aspectos que los "agarra" desprevenidos (a pesar de las clases de educación sexual que imparten en la mayoría de los colegio) es cómo manejar ese "milkshake de hormonas" que tienen por dentro y los carcome desayuno, almuerzo, comida, despiertos, dormidos, en los momentos menos indicados... Tarde o temprano, lo manejan medianamente bien: física, emocional y hasta académicamente.
Hoy quiero compartir con ustedes algo escrito por un adolescente al cual jamás tuve el gusto de conocer (estimo que debe ser muy divertido) , salvo por la prueba escrita que tuve que revisar -como Evaluadora Externa de su institución- .
Las palabras que van a leer no han sido editadas o sea que prepárense: son tan precisas y reales que terminan siendo una verdadera delicia.

“siendo un adolescente, lamento informarle que mi mente tiende a encontrarle un significado sexual a absolutamente todo (al igual que mis compañeros). Así que, al poema.. le he encontrado una connotación sexual y lo analizaré por siguiente.”

A buen entendedor, pocas palabras.

jueves, noviembre 29, 2007

Tabú y lenguaje

-a mi madre, porque nunca me dijo cómo se decía...-

Como suele ser con todo lo que es tabú, el lenguaje también ha buscado los mecanismos para hablar de las cosas sin tener que nombrarlas directamente (¿eufemismos, no?). El castellano formal, por ejemplo, tiene dos o tres palabras para hacer referencia a los órganos sexuales tanto femeninos como masculinos. Fuera del ámbito formal es increíble la cantidad de términos que existen para ello.
Hoy pretendo reflexionar sobre ciertos aspectos del lenguaje, admito que no es mi fuerte. No obstante, basta pensar un poco para descubrir algunas cosillas interesantes de este tema.
De niños nos enseñan que los hombres tienen un pene y las mujeres una vagina -que creo en realidad debería ser vulva, por ser más precisos-. Es ahí cuando empieza el problema, porque claro… son las mismas madres especialmente que le hacen el aseo a los hijos en la etapa fundamental de la adquisición del lenguaje y empiezan a nombrar ambos órganos de las maneras más creativas existentes. No hay que pensar mucho: TODO basado en sentir una tonta vergüenza al llamar a las cosas por su nombre.
Estas variantes además son de orden regional, familiar, social, de replana, vulgares y muy pocas veces terminamos dándole el uso correcto a las palabras terminamos creando códigos y metáforas extraordinarias para nombrar lo que queremos decir, sin decirlo.
En la MARAVILLOSA novela El amor en los tiempos del cólera aparece la siguiente frase: ¡Esta cuca es mía! El lector rápidamente entiende a qué se refiere sin necesitar ningún entrenamiento previo.
Una gran gran amiga me contaba que entre su familia a la vagina le decían: cotuelo. A ver.... lo más cercano a esta palabra es cotudo: peludo (DRAE) y ella misma realizó una alturada y extraordinaria investigación que generosamente ha compartido conmigo y yo con ustedes que con el debido permiso de la autora paso a citar: Viene de la palabra: cotudo,da (de "cotón"proveniente del anglicismo "cotton: algodón. adj. Peludo, algodonado, mullido, blando. Revisar definición en el DRAE. De ahí claro, una cosa lleva a la otra. Pero los comunes mortales que no tienen un enorme vocabulario ni curiosidad, no relacionan ambas palabras ni entienden la relación. Gracias por el aporte, mi querida.
Pasa algo similar con el término chucha que en el Diccionario de la RAE aparece como femenino de chucho: voz onomatopéyica para perro. No obstante, de esa palabra se desprende y se relaciona palabras como: chucha, chocho, coño, cuca, cuquita. Aunque chocho sí aparece en el DRAE como significado de vulva.
En Crónica de una muerte anunciada, García Márquez emplea un término que nunca lo había escuchado: panocha, palabra que existe pero hace referencia a la mazorca del maíz, o racimo de uvas. La verdad es que ahí no le veo para nada la relación.
Papa, papayita, cueva, concha, araña, la peluda, la cosita, y sigue… Ni qué decir de las metáforas, que en ese caso son innumerables y lo serán, pues la imaginación de los seres humanos no se agotan.
¿Qué ocurre con el órgano sexual masculino? Lo curioso es que la mayoría de las palabras tiene en común la primera letra de pene: pipí, pirulo/a, pirulín (debe ser más cariñoso), pepe, pito, pichón, pichula (y su derivado chulapi), polla, pico, pájaro, etc. Es curioso, pues aquí una consonante (p) da pie a la creatividad. Salen de carrera por empezar con otra consonante: verga, huasa(mandrapa) o maní, por ejemplo. Y seguirán los miles y miles que sustantivos que hagan referencia sobre lo conversado.
Es interesante el lenguaje, y más interesante resulta lo creativos que podemos ser los seres humanos cuando tenemos miedo de llamar a las cosas por su verdadero nombre.

martes, noviembre 27, 2007

Suegros y suegras (una caricatura de la relación)

- para Diego, por la idea-
Por el título de esta reflexión comprenderán que tocamos un tema álgido y delicado, pero después de haber visto muchísimos casos esto genera en mí ciertos pensamientos para compartir.
Debo aclarar que nunca tuve UNA suegra, pero me gané con cuatro suegras postizas que trataron de hacer ese papel a cabalidad, o sea que tuve que lidiar con personalidades diversas y variopintas, pero ése no es el tema. Suegro, tampoco tuve...
Vale la pena pensar un poquito en por qué la imagen de la suegra es tan satanizada, qué hay detrás de esa figura maternal absorbente, oscura, demandante, sufrida, dramática, quejosa, dominante, jamás dispuesta a ceder en su esencia, aunque públicamente sea una dulce paloma? Corresponde todo lo dicho anteriormente a la realidad? o ¿simplemente es un personaje que la ficción colectiva ha ido alimentando a través de los años?
Tengo un par de imágenes de infancia de suegras fenomenalmente temibles: Endora de Hechizada y la madre de Vilma Picapiedra (suegra, mi querida suegra en las palabras de Pedro). Eran genialmente un ícono de la televisión. Creo que algunas de nosotras creció con ese modelo de conducta y se imaginó a la madre de su marido con esas características. Peor aún, los maridos crecieron rogando a la Divina Providencia que sus suegras no fueran así.
Sin embargo, me pregunto, ¿cuál puede ser la razón real de estas especiales relaciones que establecen sus propias reglas de juego familia a familia?
Dos palabras clave: PODER y CELOS. Terribles celos, porque cuando una tiene un hijo piensa... quién será la tarada que se lo lleve para siempre? Porque digan lo que digan es verdad: la cabra tira al monte y el hombre una vez que se casa tira para la familia de la esposa, es natural; es casi una ley de vida. Visita a sus padres, pero son mayores las veces que va solo que acompañado. Para algunas suegras sería "mal acompañado". Sin embargo, esos celos pueden dominarse, hasta desaparecer cuando entre ambas se establece una relación de complicidad, de amistad forjada a través de la tolerancia y flexibilidad de ambas partes, en donde el susodicho "hijo de mamá" no tiene ninguna injerencia. Sólo las involucradas serán las que decidan qué tipo de relación querrán tener mientras vivan.
Por otro lado, también es un problema de PODER y ése es más grave. ¿Quién tiene más poder sobre este ser que finalmente pasa de depender de su madre a depender de su esposa y que por momentos se siente "atormentado entre dos amores" ? Esa guerra puede durar toda la vida (conozco varias), y habrán batallas ganadas por cada bando, banderas blancas de vez en cuando (léase Navidad, por ejemplo), pero por dentro una espina contínuamente clavada en el corazón que puede ir acompañada de la frase: "Amor, haz un esfuerzo, es mi mamá".
Con los suegros es más fácil. Se hacen los duros, pero ceden más rápido: no son conflictivos. Si eres nuera te lo puedes meter al bolsillo con un postre, un guiño de ojo, una broma en el momento indicado o un beso cariñoso cuando menos se los espera. Ojo, que evidentemente hay excepciones y terribles. Existe una generación de suegros que se creen los patriarcas y que no admiten que sus hijos se hayan casado con una plebeyas que no los merecen, en realidad patriarcas que siguen viviendo en siglo XIX cuando las mujeres no tenían ni voz ni voto. A esos no les voy a dar mi atención.
La cosa cambia cuando eres yerno. Alguna vez escuché una frase célebre de un padre mientras le cambiaba el pañal a su hija recién nacida: Nadie sabe para quién trabaja... Frase sabia y digna de antología. CELOS proyectados a un futuro lejano pero que de la noche a la mañana se vuelve una cruel realidad: a TU niñita se la va a llevar OTRO. Va a ser de OTRO, ya no va a ser tuya. Peor aún: se va a meter a la cama con ese individuo que no precisamente era lo que tú esperabas para ella y será (tarde o temprano) el padre de tus nietos!!!! Y los CELOS se los tiene que guardar y aunque no lo quiera aceptar, algún día tendrá que hacerlo porque "el que se pica, pierde'". NO obstante, aquí queda claro que no hay problemas de PODER.
De lo dicho anteriormente se puede confirmar la diferencia entre un suegro y una suegra:
ellos: CELOS / ellas: CELOS + PODER

Hay suegras maravillosas, que han logrado saltar la valla de la mezquindad y el egoísmo. Creo que son aquellas de mentalidad más moderna, más consciente. Aquellas que son capaces de ver en sus nueras a aquella mujer que quiere bien a su hijo y que "se" lo va a cuidar, que lo va a aguantar, que no lo alejará de ella sino todo lo contrario. Esas mujeres son un regalo de la Divina Providencia, No es una enemiga es una aliada.
Hay otras más sui generis, aquella que con el pasar del tiempo se pone del lado del yerno/ la nuera antes del lado de su propia sangre (ésa también es temible pues el hijo/a siente que la madre ha cometido una traición imperdonable). También hay suegros que le abren su corazón al yerno generosamente recordando que "el toro fue ternero".
En toda generalización existe el peligro de vivir con estigmas, creo que Endoras hay en cantidades industriales, pero no todas son así. Les juro que desde ahora me estoy concientizando para no ser una bruja.....

domingo, noviembre 25, 2007

Rafa Nadal y los calzoncillos...

Supongo que más de un lector se habrá percatado que en plena tensión de la final de un gran partido de tennis (léase Nadal/ Federer) hay un detalle que siempre llama la atención: Nadal se agarra el poto (nalga, trasero, culo o como quieran llamar a su derriere) y en una imagen más clara que el agua, se acomoda el calzoncillo.
Alguien me puede explicar (tal vez un confeccionista) ¿cuál es el problema (genérico) por cierto que tienen nuestros compañeros terrestres con esta prenda de ropa interior? Niños, adolescentes, adultos en algún momento del día deben al menos acomodarse el calzoncillo al menos unas tres o cuatro veces y en cualquier parte del cuerpo.
Aclaro, no es que una se la pase mirando a ver qué hacen con sus manos y hacia donde las dirigen... lo que ocurre es que no tienen el menor reparo de hacerlo en cualquier coyuntura, delante de cualquiera, bajo cualquier circunstancia. Queda claro que tal vez ya sea un movimiento interiorizado en lo más íntimo de su ser (curiosamente con sus partes íntimas).
Aquí pasa algo. Analicemos algunas posibles causas:
  • La calidad del elástico se desgasta, la parte posterior se suelta y hay que arreglarla.

  • No llegan a encontrar exactamente la talla que les acomoda y siempre se equivocan... el hombre no conoce su cuerpo tanto como las mujeres y de hecho comprar ropa interior no es una actividad en la que pongan especial cuidado. Ergo, no le atinan con la talla y a veces, les aprieta.

  • Sus órganos sexuales -cualquiera- se les desacomoda.

  • Sienten escozor o sea: les pica (perdón, pero no tengo otra manera de decirlo).
  • No saben por qué pero tienen que hacerlo: es un tic.
Bueno, a nosotras también se nos desacomoda el calzón (truza) y tenemos que acudir a Dios y su ayuda para solucionar el impase de la manera más delicada y disimuladamente posible, y obviamente si no es posible, nos quedamos con la prenda atracada hasta poder solucionar el problema. Si el sostén se nos desacomoda, o se rompe, o se desabrocha o sufre cualquier otro accidente factible, pues se nos ocurren mil y un soluciones para superar la incómoda situación. Calculamos tallas, modelos y hay miles que se acomodan a nuestras diferentes anatomías, gustos y demandas y por sobre todo: comodidad. Y ojo, si hay escozor, se usa alguna crema y se aguanta, eso de rascarse en público: por favor!!!!!!
Por eso pregunto: ¿por qué Nadal no usa hilo dental y soluciona su problema?

viernes, noviembre 23, 2007

Mujeres caderonas/ hijos inteligentes

a Micaela por ser inteligente y darme la idea

En los diarios de hace un par de semanas circuló la noticia que da título a esta reflexión: Nuevas investigaciones cientìficas indican que las mujeres curvulíneas con la típica figura de ´reloj de arena´ son más listas y tienen también hijos más inteligentes. El estudio ha averiguado que las mujeres con caderas anchas bien marcadas y cinturitas de avispa son más inteligentes que las que no poseen esa figura. La investigación, que se publicará esta semana en la revista ´Evolution and Human Behaviour´, parece indicar que estas mujeres dan a luz a niños más inteligentes, posiblemente como consecuencia de los niveles más altos de ácidos grasos de omega-3 que acumulan en las caderas.
Ante ello no pude evitar preguntarme una vez más, ¿cuánto tiempo (y dinero) se invierte en ese tipo de investigación? Y además, ¿no se dan cuenta que cuando se publican los resultados surgirá un alto porcentaje de comunes pobladores de nuestro planeta que lo negará? Por supuesto que sí.
De hecho, pienso en la criatura que carga Jennifer López,¡será brillante!. Desde luego a partir de ahora, las figuras de Botero y Rubens serán los ídolos maternales para que antes de embarazarnos nuestra alimentación consista en ingerir alimentos que vayan directamente y sin escalas a esa zona. Habrá que hacer honor a la frase: 2 minutos en tu boca, 2 horas en tu estómago y 2 años en tus caderas. Claro que pensándolo bien, con 9 meses bastan.
Obviamente, se me ocurre que aquellos chicos cuyo IQ (coeficiente intelectual llega a un puntaje promedio y aceptable) aprovechará un descuido para darle una buena y sobre todo crítica mirada al trasero de sus progenitoras. Pues queda claro que después de este GRAN estudio el éxito intelectual se va a regir por los centímetros de la circunferencia de quien te dio a luz.
Ahora, cuando un profesor le llame la atención a un alumno porque no se sacó buena nota, la respuesta del chico será: no es mi problema profe... fíjese en mi vieja. ¡Zas! Asunto arreglado, científicamente comprabado.
Me pregunto además, qué pasa cuando en una familia hay un hijo inteligentísimo y otro menos suertudo...? Pues habrá que hacer un estudio sobre qué lugar fue donde la madre acumuló más los ácido grasos de omega-3, para poder explicar la desafortunada diferencia.
En fin, como conclusión no queda más que decir: se fregaron las estrechas, bueno.... en realidad sus hijos.

jueves, noviembre 22, 2007

Mi vecino de butaca

El otro día me fui al teatro, vi una obra muy buena en algún momento comentaré. El asunto es que (para variar) me tocó un vecino de butaca totalmente "asesinable". Digo para variar porque he pasado por todo, he sufrido a toda la especie: el que va comentando toda la película, el que pregunta ¿qué pasó que me perdí?, la que come cancha cual camello del Sahara, el que no entiende quién es quién, el que no encuentra postura, el que ronca, el que estoy convencida de que se tiró un gas espantoso... Crece de todo en "las viñas del Señor".
Este último, el que me tocó en el teatro era singular, único en su género. En primer lugar, cuando dieron la indicación de apagar los celulares, estaba convencida de que el joven en cuestión sacó el suyo y lo puso en silencio (¡Vamos bien! pensé). Ni bien se apagaron las luces y empezó el primer acto mi vecino de butaca empezó a hacer un ruido con la nariz y con la boca acompañado de un corporal temblor cortante. Parecía una carcajada contenida, apretada, reprimida, nerviosa. Debo aclarar que la obra era dramática. Pero él, digamos... "se reía".Yo ya marcaba 1,000. Sin embargo (gracias a Dios), la obra me absorbió tanto que terminé haciendo caso omiso a sus espasmódicos movimientos.
En eso.... de la nada.... empezó a sonar un celular, eran tan cercano a mí que inmediatamente revisé mi cartera confirmando que el mío estaba apagado. Sonoba, sonaba, sonaba (sonó alrededor de ocho veces ¡OCHO VECES! y obviamente todos desesperados por tremenda falta de respeto.
Pasados unos 10 minutos, el tarado de mi vecino de butaca revisó su celular (recién le provocó sacarlo del bolsillo de su casaca) y se dio con la sorpresa de tener una llamada perdida y además de no tener el celular en silencio. Puso cara de culpable y pronunció un ¡upps! casi imperceptible y siguió viendo la obra como si nada.
YO: ¡¡¡en shock!!!!!
Por supuesto que cuando la obra acabó empecé a renegar usando oraciones indirectamente directas: Es el colmo que exista gente tan desconsiderada!!!! Es que hay personas que no saben ir ni a un teatro!! y bla bla bla....!!!!!
Como me gustaría que mi vecino de butaca leyera esto y al menos, sienta un poco de culpa y es más, lo voy a ayudar un poco:

sábado 17 de noviembre, Teatro La Plaza (Larcomar), Fila M, asiento 10.

martes, noviembre 20, 2007

Malditos los cuentos infantiles

La cenicienta, Blanca Nieves, La bella durmiente, Piel de asno, Rampunzel, etc. etc. etc. Ellas hermosas, ellas desvalidas, ellas desprotegidas, ellas víctimas de un destino inexorable en donde por sí mismas no podían encontrar una salida. Ellas: nuestras heroínas de infancia.
Si había una película de Disney para verla en Matiné, mejor. Nos queríamos vestir como ellas, tener todo lo que se relacionaba con su imagen. Chicas latinoamericanas que en su mayoría tenemos pelo oscuro, no somos de tez muy clara pero que deseábamos tener esa cintura de 45 cms, y una zapatilla de cristal, o caer en un sueño quasi eterno para que nos despertaran con un beso (¿se han dado cuenta que Aurora tendría unos 117 años cuando se despertó? ¡Criogenia total!)
Pero el punto es: todas los esperaban. Nosotras leímos esos cuentos una y otra vez, una y otra vez, sin cansancio, en diferentes formatos, los leímos y los escuchamos en los discos 45rpm que nos indicaba con Campanita que había que cambiar la página. Luego, hicimos lo mismo con nuestras hijas, "again and again". Quizás ya hablamos de versiones más modernas: VHS.
Ellos llegarían a salvarlas (a salvarnos) guapo, gallardo, valiente, esbelto (de lo contrario, no vende) de la madrastra, del sueño, de la bruja, la "reconocería" como una princesa: una mujer digna de casarse con él, una mujer por la que mereciera ser caZado. Él era azul: sin influencia de Darío. Azul porque su sangre así lo era. -Recordar que esa idea viene de una antigua leyenda urbana que afirmaba que los nobles tenían sangre azul. Entendible porque como nunca tomaban sol (no salían de los gélidos castillos en verano, por el calor y porque la piel bronceada era de campesinos) entonces se les notaban las venas especialmente las azuladas...-
¡Lástima! Era ficción. Las niñas que leyeron y se ilusionaron crecieron convencidas con la idea (muy, pero muy dentro de ellas) de que algún día un príncipe azul vendría a llevárselas sobre su blanco corcel. Esa idea está, bien, bien guardadita en nuestra conciencia colectiva femenina.
Entonces, cuando por fin llegó el susodicho.... no era tan azul, no era tan príncipe, no tendría buen apellido -dirían algunas madres-, pero en nuestro corazón enamorado ¡ERA ÉL! ¡El que venía a salvarnos! ¡¡¡Qué mejor!!!
Luego nos dimos cuenta de que, solamente, era un ser humano. Algunas se quedaron con él ya fuera de la ficción y fueron "felices para siempre" , otras al darse cuenta del "engaño" le dijeron hasta aquí llegamos "y fueron felices para siempre". Algunas lo siguen y siguen esperando, otras ya se hicieron la idea de que no llegará y viven "felices para siempre."

domingo, noviembre 18, 2007

El don de escribir

¿No te pasa que cuando acabas de leer un libro te preguntas cómo le hace el escritor para poder imaginarse todo lo que ha escrito? Me queda claro que cualquier lector pensante se queda con esa espina clavada que tiene un ligero sabor a envidia de poder poner en tinta y papel todo lo que se le ocurre, y la manera en que se les ocurre.
Es evidente que esto pasa con los músicos, los pintores, los escultores, y en general todo aquél que tiene en sus manos el "don de crear" utilizando materias primas simples. Creo que los más capos son los músicos, pues finalmente lo que crean no tiene aquello que podríamos llamar forma propiamente, entonces además de imaginar el resultado de lo que quieren lograr, creo que lo "sienten". (Altamente recomendable Copying Beethoven, por cierto).
¿Por qué escriben?, y de eso se ha dicho mucho. Yo me quedo con dos respuestas. Escriben para compartir sus angustias, para comunicarse, para echarle al mundo todo aquello que llevan dentro, que por cierto es mucho y lo que los diferencia del resto de los humanos es que tienen la maldita capacidad de hacerlo bien. Tienen el "don" los gringos lo llaman "gift" porque lo consideran un regalo. La otra respuesta es muy simple: disfrutan hacerlo.
Inventan, fabulan, llegan al Averno y sacan del tongo del mago lo que encuentran, re-crean cuanto está a su paso. Dan a luz a criaturas que nos hablan y le sacan la vuelta a la muerte porque serán eternos. Nos regalan su esencia pero también su desgracia.
Al cerrar un libro con el que me siento totalmente satisfecha me pregunto: ¿cómo puede la imaginación humana ser incapaz de agotarse? ¿Hay tanto en los paradigmas en la vida que las combinaciones son infinitas e irrepetibles? ¿Cómo cuernos se hace para establecer relaciones tan particulares y yo sufro para terminar una oración o un verso que acaban en la basura o asesinadas por la tecla "delete"?
Los escritores establecen vasos comunicantes con unos lectores a los que nunca conocerán y extraordinariamente los conocen como si fueran ellos mismos. Si no, ¿por qué te puedes identificar con un Harry Haller de El lobo estepario, con un Juan Pablo Castel de El túnel con un Jean Valjean, con mil personajes? ¿Por qué puede herirte una palabra, por qué puede hacerte llorar un poema que cargas a diario en la mente?
Porque su conocimiento de la miseria humana, de las emociones va más allá y termina creándose un vínculo misterioso y divino entre emisor y receptor. Entre el escritor y SU lector. Porque no somos los mismos lectores para los mismo escritores. Por eso, escribir es un remedio contra la locura, contra la muerte. Y yo, por eso los admiro.

miércoles, noviembre 14, 2007

Nunca le digas a una mujer que es idéntica a su madre

Nunca, jamás..! Salvo que tenga 5 años y sueñe con vestirse, maquillarse o ser como su madre (y de hecho que ésta última califique para ser un modelo digno de emular... porque las hay y las hay..).
Cuando empezamos a romper realmente el cordón umbilical, a salir del mundo materno en el que nos criaron sentimos una necesidad casi instintiva de establecer una distancia -bien amplia- de nuestras progenitoras. Habrán algunas que dirán "¿yo?" pero en el fondo fondo creo que nadie puede tirar la primera piedra, a lo más algunos guijarrillos por ahí...
No les ha pasado que cuando eran adolescentes pensaban: esto jamás lo voy a hacer con mis hijos! no haré esto, ni ello ni aquello. Recuerdo que con una amiga a nuestros 17 ó algo más, decíamos que íbamos a tener un cuadernos de notas para apuntar todo aquello que no queríamos repetir de nuestros modelos inmediatos.
No es que haya tenido una mala madre, al contrario: sacrificó mucho por nosotras, vivió por nosotras. No es que ahora que digamos la pobrecita no puede defenderse (porque no va a leer esto) y que yo (mala hija) haya decidido sacar mi guadaña y arremeter contra ella. ¡No por favor! Es solo que esa frase: eres idéntica a tu madre... resulta lapidaria cuando justamente muchas mujeres luchamos por ser únicas e irrepetibles, como cualquier ser humano.
Decirle a una mujer madura que se parece a su madre es un dardo en las vísceras, porque nosotras pensamos en todos los defectos (muchos o pocos) que ellas tienen y en ese momento al visualizarlos en nosotras mismas ¡¡¡ES HORRIBLE!!!! ¡¡¡PESADILLA EN AMYTIVILLE!!!!
No obstante, debo darles una mala noticia: es verdad. Los seres humanos tenemos una oscura tendencia a repetir los modelos de crianza y terminamos criando a nuestros hijos con una fuerte influencia de cómo fuimos criados, somos mujeres con un "tufillo" de aquellas mujeres que estuvieron pendientes (mucho o poco) de nuestra formación. Hay que aceptarlo. Aunque duela. Pero tampoco hay que ir por todos los rincones gritándolo a voces...
Si esta frase la pronuncia un/a hermano/a o lo hace con conocimiento de causa o fíjate si tal vez busca herirte con esa recriminación.
Si te la dice el hombre con quien compartes tu vida, habría que preguntarse si tal vez lo que realmente busca es una madre en ti -aunque generalmente eso ocurre-. A lo mejor lo que quiere decir es: te pareces a la madre que quiero tener... o te pareces a MI madre... o qué pena NO te pareces a mi madre... o ni se te ocurra ser como TU MADRE.
Si te la dice un/a amigo/a que te conoce bien: detente y reflexiona, lo más probable es que él/ ella SÍ tenga razón.

domingo, noviembre 11, 2007

Pérdidas y despedidas

Los seres humanos pasamos tarde o temprano, por el duro trance de una pérdida.
Perder no es fácil, sean cuáles fueran las razones. Perdemos a seres queridos, perdemos trabajos, perdemos objetos... De niños, perdemos mucho que quizás hoy ya ni recordamos: la teta de nuestras madres, el chupón, el pañal, el biberón, la cuna, el juguete preferido, el cuento destrozado... y mientras vamos creciendo las pérdidas se hacen más intensas y se quedan en nuestros corazones con una marca más fuerte que un plumón indeleble.
Conscientemente perdemos y en esos casos llamamos a esos eventos: despedidas. Algunos prefieren despedirse y sentir menos tristeza que alguien decida perdernos; para otros es al revés: al no tener el valor de hacerlo prefieren que les digan adiós como sea y dejar de formar parte de una vida de una vez por todas. Porque justamente despedirse es eso: dejar de ser pedido/ requerido por alguien en una definición literal, desde luego. Nos perdemos del otro, nos despedimos porque ya no formaremos parte de la vida de alguien o porque ese alguien ya no formará parte de la nuestra.
Despedidas de aquello que es inevitable dejar, despedidas de aquello que no queremos dejar pero tenemos que hacerlo, despedidas por odio, por sacrificio, por amor, por amistad, por despecho, por orgullo, por muerte. Perdemos padres, amigos, esposos, amantes, compañeros de trabajo. Perdemos oportunidades, tiempo, gestos, palabras, risas, lágrimas.
Los motivos son innumerables, infinitos, pero queda claro que pasamos nuestras vidas aprendiendo a perder y a despedirnos. Sin embargo temo decirles que resulta un aprendizaje totalmente inútil.
Los dejo con este poema de Elizabeth Bishop (USA 1911-1979):
El arte de perder no es muy difícil;
tantas cosas contienen el germen
de la pérdida, pero perderlas no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la inquietud de perder
las llaves de las puertas, la horas malgastadas.
El arte de perder no es muy difícil.

Después intenta perder lejana, rápidamente:
lugares, y nombres, y la escala siguiente
de tu viaje. Nada de eso será un desastre.

Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil.

Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre.

Ni aun perdiéndote a ti (la cariñosa voz, el gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.

jueves, noviembre 08, 2007

La maldita memoria femenina

En terminos generales, las mujeres tenemos serios problemas. (Los hombres que lean esto dirán que "qué gran descubrimiento" acabo de hacer). En realidad, debo corregirme: tenemos varias capacidades que nos pueden traer serios problemas. Especialmente, si éstas son abismalmente opuestas a las de nuestros cohabitantes del planeta: los hombres.
Una de estas maravillosas capacidades que a veces nos terminan metiendo autogoles es nuestra extraordinaria memoria (generalmente selectiva). Ya sea ayudadas por una agenda, o simplemente por el disco duro que tenemos en el cerebro, somos capaces de recordar el cumpleaños de todos nuestros amigos (y enemigos), qué comimos en el matrimonio de fulana, qué nos regaló zutana hace cinco años, qué nos pusimos en la primera cita con tal, qué película vimos con mengano hace quince años, qué día, hora, situación climática, canción, gobierno de turno había cuando nos dieron nuestro primer beso, y así la lista puede seguir.
Sin embargo, ¿cuándo nos juega en contra? Queda claro, desde luego, que puede ser muy útil para hacer una apuesta, para quedar muy bien, para que nos quieran más, pero el peligro está cuando esa memoria va a acompañada de malas intenciones....
En un típica discusión de pareja, de esas intrascendentes que una tiene en la vida, la pregunta puede ser en un tono dramático y con el nudo en la garganta: ¿acaso tú te acuerdas la primera comida que te preparé con tanto amor? Y el pobre, pobre buscará entre los recodos de tu aletargada memoria, entre los millones del files de su disco duro un dato que NO NO NO va a encontrar jamás de los jamases!!!!!!
Mi querida, que te quede claro. Si el caballero ni siquiera se acuerda qué medias se puso ayer....!!!! Entonces, evidentemente: la cosa se complica. Él no se acuerda y ella se siente totalmente olvidada, marginada, desvalorizada.
Hay que reconocerlo... es una pelea injusta, a los pobres no les da. Además a veces resulta divertido, solo es cuestión de saber usar la gran capacidad memorística a nuestro favor. Sin embargo, como la vena dramática y masoquista es la que predomina en las hijas de Eva (la maldita) nuestra memoria va cargada de rencor. Es decir: como él no se acuerda, la escena acaba en llanto, en autoestima castigada y echándole en cara miles y miles y millones de recuerdos guardados por AÑOS!!!, efectivamente: AÑOS!!!. ¿O no?
Esto, desde luego, durará mientras la naturaleza lo permita.... en algún momento el paso de los años ya no ayudará tanto.

lunes, noviembre 05, 2007

"Elena sabe"

Acabo de leer Elena sabe la última publicación de Claudia Piñeiro (Argentina, 1960). Me la compré porque antes había leído Las viudas de los jueves , novela que le mereció el Premio Clarín de Novela 2005. Esa novela me había atrapado desde la primera página a pesar de no tener mucho conocimiento de la vida en los Country (urbanizaciones muy de moda en Buenos Aires construidas en la periferia de la ciudad que cuentan con todas las comodidades del mundo, inclusive hay alguna que tiene su propio colegio; ghettos que le llaman). Me hacían acordar a ciertos balnearios sureños de Lima: elitistas, racistas y arrogantes. Las viudas de los jueves es totalmente recomendable.
Cuando compré Elena sabe, me dejé llevar por el conocimiento previo que tenía de la autora y por lo que decía en la parte de atrás del libro: Poco después de que Rita aparece muerta en la iglesia que suele frecuentar, la investigación se da por cerrada, y su madre es la única que no renuncia a esclarecer el crimen. Pero jaqueada por la enfermedad, es también la menos indicada para encabezar la búsqueda del asesino. (...) Otra historia atrapante, íntima y aguda de la autora de Las viudas de los jueves. Me enfrasqué en la lectura, todo un fin de semana: de inicio a fin. (a pesar de leer rápido, la novela ayuda: solo tiene 173 páginas).
La novela me removió los conchos, las entrañas. Como saben los que me conocen, mi madre que ya tiene 85 años vive conmigo. Mi madre tiene la misma enfermedad que Elena, la madre de Rita. A medida que avanzaba mi lectura, confirmaba que la literatura se nutre de lo cotidiano, del dolor humano, de lo oscuro, de lo que a veces pensamos y no decimos, deseamos y no hacemos. Piñeiro ha logrado transmitir (al menos lo logró conmigo) no solo lo íntimo sino también lo cotidiano: las sensaciones, los sentimientos, los olores, los miedos. En los dos personajes que sirven como eje (Elena y Rita) traza la dinámica de una vida que se va terminando y otra que cae en una enorme frustración, en un enorme cansancio, en una enorme resignación.
Es dura la vejez, y duras las vivencias de quienes la acompañamos de cerca. Dura, sobre todo si terminamos siendo testigos del deterioro diario, con distintas velocidades según sea el caso. Dura para comprobar que los seres humanos no podemos escapar de aquello de lo que únicamente somos conscientes: moriremos algún día. No importa el cuándo, ni el cómo, ni el dónde; y a veces es más fácil gritar que llorar.

viernes, noviembre 02, 2007

La llamada "envidia del pene" (para pensarla el fin de semana)


La Biblia dice: Varón: No envidiarás a la mujer de tu prójimo (ni su casa, ni su burro)...
Freud dijo: Mujer: no envidiarás al pene (o al hombre porque lo tiene...)
A ver... ¿qué envidio del pene o de los que lo llevan puesto?:

EL DECÁLOGO
1. NO menstrúan.
2. Hacen pila de pie, donde les da la gana y no se chorrean ni un ápice.
3. Les sale barriga y encima se sienten orgullosos.
4. Si tienen harto vello mejor.
5. NO tienen celulitis.
6. Si tuvieran celulitis la tapan con sus pelaje.
7. Hacen dieta un día y ya bajaron 4 kilos.
8. En su gran mayoría no sufren de estreñimiento.
9. La ley de la gravedad pasa levemente por ellos.
10. Si "sacan los pies del plato" son infieles, nosotras: putas.

pd. se reciben más sugerencias, queda claro que esta lista puede resultar arbitraria y pequeña.

lunes, octubre 29, 2007

Los cafés terapéuticos


-para todas mis amigas y algunos amigos que me muestran su lado femenino-

Hablar del último divorcio de algún personaje de la farándula o del propio, recordar viejos tiempos, analizar la relación matrimonial, ver nuevas posibilidades de buscar ayuda social, problemas laborales, logros profesionales, proyectos a corto plazo, proyectos a largo plazo, muertes de un ser querido, enfermedades de los padres, problemas con los hijos adolescentes, etc. etc. etc.
Y la lista es larga, realmente larga.
¿De qué pueden hablar "n" mujeres (número variable a gusto de las involucradas) que llevan tiempo de conocerse durante tres horas como promedio? Pues de todo. Y cuando digo de todo, es TODO. He confirmado que los hombres no tienen la más remota idea de las cosas que las mujeres podemos llegar a confesar cuando nos reunimos frente a una deliciosa taza de café.
Aquí, por cierto, no vale ser tímida o introvertida, es inaceptable el : ¡no pues! yo no contesto esta pregunta. El cafecito terapéutico busca justamente desenmarañar la profundidad de la psique femenina en toda su esencia. Bueno, en realidad la que termina desenmarañando la maraña es alguna de las presentes o todas a la vez (porque generalmente todas la hacen muy bien de psicólogas ad honorem). O simplemente una en su mejor estilo diría: "todo fluye no hay que estresarse....."
El ánimo de esta especie de aquelarre no es chismear, ¡cuidado criticones! La esencia es compartir los datos que una tiene. Alguien sabiamente diría alguna vez al respecto: "democratizar la información".
Creo que en mi vida, a la que espero le falte mucho por vivir, no he visto a ningún hombre que salga con sus amigos a tener este tipo de actividad. Quizás algunos cambien el café por la chela o similar, hablan de fútbol, de carnes femeninas y obviamente de chamba y política. Pero no creo que (habrá como siempre sus excepciones) bajen su juego, pidan consejo, se muestren vulnerables, lloren, se quejen, reclamen atención, se rían de sí mismos. Agrego a la lista: se digan que están muy bien, que han bajado horrores de peso con la última dieta, pero que sus maridos siguen barrigones, que su hija entró a la universidad, que las cremas para la cara a veces no funcionan porque en las fotos igual salen las arrugas, que sus madres se portan como hijas, que sus hijas se sienten sus madres, que ahora hay que ir al ginecólogo más seguido, que la regla ya empezó a hacer lo que le da la gana, que hablen de sexo sin tabúes sin falsos pudores, que si no chambearan no sabrían qué hacer pero les encantaría ser unas mantenidas, que el matrimonio cayó en la rutina y hay que rescatarlo, que no se hayan, que ya no son las mismas, que no se sienten viejas, pero tampoco se saben jóvenes..... estoy agotada y no termino. Y qué decir si las edades están entre los 18 hacia los 25... pues otros temas, quizás tan entretenidos para esa generación como para la nuestra: que sus padres las siguen tratando como niñas, que qué se habrá creído el enamorado que ni la llama, que qué se habrá creído que la llama todo el día, que la regla no le llega (peligro, peligro!!!), que.... me agoté más.
Esos cafés son curativos pues alejan al género femenino de la depresión crónica, del marasmo, del ataque al corazón, de la tristeza, del pesimismo. Atrae, por el contrario y por sobre todas las cosas una chispa mágica: la risa colectiva, natural y espontánea que es el resultado más maravilloso que se puede establecer entre los seres humanos.

viernes, octubre 26, 2007

¿Cuánto cuesta leer?

No sé si esto será verdad pero es creíble. El otro día alguien comentó que Claudio Pizarro tiene los millones de dólares para comprarse caballos pero me huele que no acabó el colegio….! Para pensarlo,¿no? El valor que tiene la educación en la sociedad cada vez está más devaluado. Alguna vez una madre de familia me dijo que yo era profesora porque seguramente no tenía nada más que pudiera hacer. (¡Casi le pego!). En ese momento mis 6 años en la universidad, mi Licenciatura y mi Maestría se fueron al water directo y sin escalas…
Volvamos. La literatura propiamente, el conocimiento literario está más devaluado aún. Es decir, la pregunta que se hacen los chicos: ¿de qué me sirve leer? es totalmente válida en un mundo materialista como el que vivimos. Hay efectivamente, una conciencia de que leer te da éxito cultural, pero no necesariamente social. Es más, creo que actualmente para hablar de éxito social es mejor leer a Coehlo (me enronchan las tres únicas paginas que leí) que a García Márquez o Hesse.
Apasionarse REALMENTE por la lectura no está de moda, no es “fashion”, no corresponde al que corre por el éxito económico, uno pierde tiempo leyendo, (o viendo buen cine). Para tener plata, no hay que ser culto, hay que ser hábil. Y además, una cosa no es condición sine qua non de la otra. Lo contradictorio es que todo el mundo dirá que leer es importante para el ser humano, y llenará páginas de páginas haciendo apologías al respecto. Pero anda tú y pregúntale a Ronaldhinho, Victoria (Beckham), Maju, etc. si es que han leído La ciudad y los perros, Demian , si es que saben qué quiere decir Vallejo…
Me contaron que uno de los hombres con más dinero en España era una especie de “chatarrero” que no sabía leer ni escribir, pero que su yate era más grande que el del Rey. En una entrevista que le hicieron a Leonel Messi, le preguntaron cuál era el libro que más le había impresionado… Respuesta: Nunca he leído una novela, la autobiografía de Maradona ni siquiera la terminé (¡!) Pero claro, ¡¡¡échate a ver qué goles mete el hijo de su madre, y a cuánto asciende su contrato!!!!
En los siglos anteriores Dante, Cervantes, Vïctor Hugo, Vallejo eran MAESTROS, gozaban de la admiración general, y no tenían una gran fortuna (que lo diga nuestro poeta peruano). Hoy nadie te va a pagar por ser culto, por cuánto has leído y el mundo de hoy gira alrededor del eje del dinero. El mercado que surgió para ayudar al hombre, se ha convertido hoy en un instrumento para anular su esencia humanística.
En uno de sus tan acertado comentarios (los tiene otros que no lo son tanto...) Vargas Llosa dijo: Gracias a la literatura, la vida se entiende y se vive mejor, y entender y vivir la vida mejor significa vivirla y compartirla con los otros.
Por suerte, hay gente que sigue disfrutando de la lectura, reflejándose en ella, alimentádose de ella, creciendo gracias a ella. Hay muchos, gracias a Dios, que siguen convencidos de que leer vale la pena.

lunes, octubre 22, 2007

¿Censo o Fin del Mundo?



Supongo que alguien más que yo tuvo la fabulosa idea de salir a la calle el día sábado 20 de octubre -el Censo Nacional de Población sería el domingo 21-.
Estuve en Miraflores en la mañana del sábado, la gran idea de ir a Wong (supermercado) a dejar material reciclable (save the planet!!!). Eran las 12 del día. GRAN IDEA!!!!
No había estacionamiento por ningún lado, el tráfico estaba atroz, los conductores puteaban, tocaban el claxon con frenesí, el sol brillaba de manera espectacular pero no alegraba el corazón de nadie en ese momento.
Entramos a Wong, solo quería comprar un par de cosas. Al ingresar el primer pensamiento que me cruzó por la cabeza fue: ¿De dónde cuernos ha salido taaaaaaaaaaaaaaaaaaanta gente? Ya el futuro se presentaba apocalíptico, las colas en las cajas registradoras se veían interminables, y no solo porque las personas se habían multiplicado por azar sino por TOOOOOODO lo que sus carretas tenían dentro. No se podía caminar, y no es exageración. La calle hervía de gente, parecía una batalla y de hecho ésa fue la sensación que debe haber predominado en toda la ciudad.
¿Se había declarado una guerra y yo no me había enterado? ¿Alan había anunciado un paquetazo y no lo había escuchado? ¿Las trompetas del Apocalipsis habían sonado y por alguna fortuita razón YO no sabía nada? ¿Brady había vuelto a predecir con exacta precisión un terremoto?
Nada: al siguiente era el Censo y nadie podía salir de su casa hasta alrededor de las 6 pm de la tarde. Eso era todo...
Ni comentar que pasó después de las 6 de la tarde del domingo: lo mismo!!!!!
Resulta pues preocupante que cuando recibimos alguna indicación que altere nuestra rutina somos incapaces de guardar cierta sensatez y por el contrario, entramos en pánico.
De paso: río revuelto, ganancia de pescadores.

jueves, octubre 18, 2007

No los tires contra la pared: seguirán siendo sapos!


No existe el maravilloso sortilegio de ese cuento infantil de "La princesa y el sapo encantado" o "El príncipe sapo". Metáfora genial que podría ser interpretada como que las mujeres somos capaces de cambiar a cualquiera: cambiar a un sapo y volverlo un príncipe. De hecho, cuando digo príncipe ya estoy visualizando a un "cuero", educado, culto, buen amante, capaz de cumplir todos tus deseos y estar pendiente de ti en todo momento. NO EXISTE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, Ubícate: N O E X I S T E. Para algunas quizás exista parcialmente, pero ya vinieron así nadie en particular los cambió. A las que se sienten atraídas por los sapos, les cuento que la condición de batracio es Ad eternum. Per secula, seculorum. "Aunque el sapo se vista de seda, sapo se queda".
¿Quién habrá tenido la genial idea de hacernos creer que podemos ser una suerte de Pigmalión con algún ser del género masculino? ¡Que me lo/a traigan!. Me imagino a ese sapo ya hecho hombre y me pregunto: ¿qué haría si viera una mosca? ¿se le haría agua a la boca? o ¿discretamente estiraría la misma lengua con la que le metió un buen chape a la princesa? y ¡zuácate! ¡mosca muerta...! Esa imagen me persigue... Se imaginan a una suerte de John Mayer, Orlando Bloom, GEORGE (Clooney por supuesto) saboreando a un bicho!!!! Ayuda, SOS: Gravol a la vena!!!!
Por ello, la elección de nuestro "príncipe" tenga mucho o poco de "sapo", deberá ser consciente, con la clara sensatez de que no habrá cambios (internos). No obstante, recuerden que sí pueden haber devoluciones, siempre las pueden haber... salvo que nos encariñemos tanto con los sapos que a pesar de cómo sean los querramos a nuestro lado. No lo estemos tirando contra la pared, porque en realidad lo que hacemos en ese momento es al revés: seremos nosotras las que nos estemos chocando contra la pared, luchando contra un muro de concreto pues queremos que el otro sea como nosotras queremos que sea y no como son realmente. NO LOS VAMOS A CAMBIAR!
Podrá "parecer"un príncipe, hasta puede que el pobre haga el intento, pero su esencia anfibia será la que predomine y tarde o temprano el hechizo se acabará y el estanque estará muy muy lejos.

miércoles, octubre 17, 2007

un día del maestro cualquiera

Esto lo escribí hace tiempo.... creo que sigue vigente:

Un alumno no es un recipiente que hay que llenar,
Es un fuego que es preciso encender
Miguel de Montaigne


Una de las primeras reflexiones que se nos viene a la mente en este día, es la interrogante de por qué muchos padres y desde luego, muchos alumnos consideran que ser maestro supone no haber podido ser nada más en la vida. Al no ser aptos para carreras más prestigiosas como las de los ingenieros, médicos, abogados, etc., la vida o un conjunto de limitaciones (de distinta índole) deciden por nosotros y no nos deja más que una opción: enseñar en un colegio. ¡Terrible destino! Ergo, qué gran error el de aquellos individuos que confían la educación de sus hijos a ese tipo de gente.
No obstante, tenemos otro grupo. Los que nos sobrestiman y dejan en nuestras manos el destino de sus hijos. El problema es que toda la responsabilidad cae sobre nosotros. Es decir: el colegio debe encargarse de todo. Ello arrojará el siguiente resultado: si el niño es acertado, los padres han contribuido con en su éxito, lo que es cierto en la mayoría de las veces; si no es así: el maestro ha fracasado. ¡Terrible destino!
Con la explosión demográfica y el detrimento de la economía, las familias han optado por planificar el número de hijos que quieren tener. No hablaremos de promedios pues varían de acuerdo a los sectores socioeconómicos. Educar a un niño, dos o tres será siempre una difícil tarea. La vida misma se va complicando cada día, el estrés y las dificultades económicas contribuyen a que las relaciones familiares sean por momentos tensas y padres e hijos pierden la paciencia con facilidad. La tolerancia cero, es la madre de esta dinámica.
Si ponemos a veinticinco, treinta o cuarenta hijos provenientes de distintos hogares, con diferentes sistemas de crianza, por un promedio de ocho horas diarias, ¿qué nos espera? Suena apocalíptico y por momentos así puede sentirse. Sin embargo, qué hace que un individuo sea capaz de ponerse de pie frente a un salón de clase y dominar “a su manera” a estos hijos ajenos. Las respuestas pueden ser varias. Para algunos, paciencia, amor, generosidad, para otros, pura valentía y necesidad de llevar un sueldo a su hogar. Para los menos: una tara mental que les impidió tener una profesión prestigiosa.
Para algunos será dominar, otros dirán dictar, pero pareciera que el verbo correcto e indicado debería ser enseñar. Ser maestro no es sólo manejar bien el conocimiento de una determinada materia. Si así fuera, el mundo estaría lleno de buenos profesores. No es suficiente, Hay individuos que saben mucho de determinados temas, pero no todos tienen esa cualidad inherente de poder pararse frente a un salón de clase y enseñar.
El educador –o como quiera llamársele- deber ser en el alma del alumno lo que el buen médico es con su paciente: no sólo cura, sino que cuida. Por ello, no sólo hay que dictar, hay que educar.
Es difícil llegar al corazón de un niño, más al de un adolescente. No hay truco, solo trabajo, diario y grandes dosis de cariño: discreto, humilde y alegre. Una palabra mal dicha, una actitud hosca abre una zanja difícil de superar y en la simple lógica emocional del alumno se tiende a identificar que el curso no le gusta porque el profesor le cae mal. Por ello, nuestros errores pueden ser irreparables. Somos un referente, un modelo de comportamiento, nos guste o no; somos un ejemplo y con pena, muchas veces no nos percatamos de ellos.
En ciertas ocasiones, decimos que “este chico es un desastre porque en casa lo descuidan” y los padres dicen casi lo mismo con respecto al sistema escolar. ¿Dónde queda este ser humano desorientado que no sabe hacia dónde mirar, si nadie asume su verdadero papel, si todos buscamos un culpable para nuestros propios errores, en vez de trabajar en conjunto?
Cuando reflexionamos sobre todo lo que implica educar puede resultar repetitivo y hasta pedante pues las experiencias personales pueden terminar siendo a veces satisfactorias o tal vez desastrosas en el intento de alcanzar el éxito. Sin embargo, no hay que desistir. Siempre habrá por lo menos un alumno en el que nuestras esperanzas y nuestro trabajo se vean concretados o que al menos, nos haga parte de sus gratos recuerdos. Unos ojos que nos miren motivados y entusiastas, unos padres que nos valoren, una sonrisa diaria, un gracias.
Habrá que partir de sentirnos satisfechos con nuestra propia labor y obviamente reflejarlo. De lo contrario, efectivamente será muy fácil pensar que no pudimos conseguir otro trabajo mejor.