Volví a revisar Amantes y enemigos y los dejo con varias frases, no puedo negar que Rosa Montero me encanta, y he contraído una deuda personal: quiero releer todos sus libros. Se querían mucho los dos, de eso estaba seguro: con un amor antiguo y animal, con la costumbre de quien ha compartido infinidad de gripes y de insomnios, con el mismo entrañamiento con que quieres a ese hermano con el que nunca sabes de qué hablar. Y aquí otra: Porque uno siempre es inocente cuando ama, siempre regresa a la misma edad emocional, al umbral de la eterna adolescencia. Pura y hermosa fui porque deseé y me desearon. El amor es una mentira, pero funciona.
Lo cotidiano, lo femenino, lo popular, la vida. Temas que se pasean por la mente de una mujer que se sigue haciendo preguntas.
viernes, diciembre 28, 2007
Relecturas
Volví a revisar Amantes y enemigos y los dejo con varias frases, no puedo negar que Rosa Montero me encanta, y he contraído una deuda personal: quiero releer todos sus libros. Se querían mucho los dos, de eso estaba seguro: con un amor antiguo y animal, con la costumbre de quien ha compartido infinidad de gripes y de insomnios, con el mismo entrañamiento con que quieres a ese hermano con el que nunca sabes de qué hablar. Y aquí otra: Porque uno siempre es inocente cuando ama, siempre regresa a la misma edad emocional, al umbral de la eterna adolescencia. Pura y hermosa fui porque deseé y me desearon. El amor es una mentira, pero funciona.
martes, diciembre 25, 2007
Pepe Grillo y su conciencia
Ahora, sí me queda claro que justamente ese animalito "humanizado" viene en un sinnúmero de versiones individuales. Los hay acusadores, los hay los tolerantes, los hay castigadores, los hay sordos, ciegos, mudos. Algunos un tanto afónicos, otros bien relajados. Porque finalmente don Pepe tiene, como ya dije, características humanas y como tal, comete errores.
sábado, diciembre 22, 2007
Beatus ille
Beatus ille es un tópico literario creado por el poeta romano Horacio (65ac-8ac) en el que se exaltaba la vida en el campo como aquel lugar en el que se podía encontrar la paz espiritual. Se traduce literalmente como bienaventurado aquél complementando la idea de: dichoso aquel que procura apartarse del mundanal ruido para estar consigo mismo. Aclaro que no voy a hablar de la vida en el campo… soy rata de ciudad.
Sin embargo, en la ciudad podemos alcanzar este tópico.
Segunda idea:
Según el Diccionario RAE el término placer hace referencia a: 1. Goce, disfrute espiritual. 2. Satisfacción, sensación agradable producida por la realización o suscepción de algo que gusta o complace. 3. Voluntad, consentimiento, beneplácito. 4. Diversión, entretenimiento.
Partamos por lo tanto, de la premisa siguiente: el placer representa una sensación tuya y solo tuya.
Confesaré que mi lista de placeres personales es bastante original, pero justamente como es personal tampoco voy a estar aireándola por calles y plazas. Sin embargo, hay uno deliciosamente compartible y además, tengo la seguridad de que más de un lector debe coincidir conmigo y hacer los mismo (es uno de mis placeres tardíos, es decir adquiridos con la madurez).
Bienaventurado aquel que siente placer en ciertas situaciones que pueden ser cotidianas o que hacemos porque hacemos y nada más, y en lo cotidiano encuentra placer.
jueves, diciembre 20, 2007
... para ellas y solamente para ellas
miércoles, diciembre 19, 2007
"Mericrismas"
lunes, diciembre 17, 2007
Las historias que no conocemos
Algunos escritores han resuelto algunos de estos enigmas a su manera. Borges, por ejemplo, en el cuento La casa de Asterión nos habla del minotauro encerrado en el laberinto, aquél que mató Teseo. Un bello texto en donde podemos sentir la soledad de este ser mitológico. Igualmente, hay otro cuento del mismo autor Biografía de Tadeo Isidoro Cruz en el que habla también, de un personaje que aparece en el famoso Martín Fierro de José Hernández.
No obstante, hay algunas historias que se nos quedan inconclusas, nos provoca desazón o curiosidad el saber qué pasó con algunos personajes. Por ejemplo: ¿los Capuleto y los Montesco siguieron peleando? ¿Lara nunca volvió a ver a Yuri Zhivago? ¿Cómo vivieron Ulises y Penélope después de veinte años de separación? ¿Juan Pablo Castel siguió pintando? ¿Quedó algún descendiente de los Buendía? ¿Alicia no creció con traumas infantiles?
Tal vez por respeto al autor, algunas de estas preguntas se quedan divagando en cerebros que se hacen las mismas preguntas que yo. Tal vez, algunos toman del maravilloso y extenso mundo de la cantera literaria la materia prima adecuada para seguir trabajando y creando historias que no terminan de cansar. Otros lectores no se lo cuestionan, simplemente cierran el libro y con ello le ponen punto final a ese universo único que un determinado autor ha logrado crear y que nadie más debe tocar, se respeta como un monumento sagrado.
viernes, diciembre 14, 2007
Para ti
Hoy, una suerte de desazón y temor al futuro me toca de cerca, pero a la vez siento alegría y emoción. Esos sentimientos contradictorios con los que tenemos que vivir, señalan que el aprendizaje en este camino no termina.
Pedí consejo, para saber si alguien que había pasado por una situación como la mía, me echaba una mano amical y me decía que todo estaba bien, que finalmente la vida continuaba y que vendrían otros tiempos …. Pero confirmé que sólo escribiendo podría sacar fuera lo que tengo por dentro, que el consuelo debía buscarlo en mí misma.
No me ha sucedido nada trágico, por el contrario en balance es un día feliz; no obstante duele confirmar como alguna vez dijo Khalil Gibran: Tus hijos no son tus hijos son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen.
Efectivamente, nuestros hijos no nos pertenecen, aunque sea lo que deseamos. Sólo somos instrumentos para echarlos a la vida y para darles (aunque nos equivoquemos a cada rato) las herramientas suficientes para que puedan ser felices a su manera.
Vemos cómo van creciendo, cómo van descubriendo su propio camino, y queremos evitarles el dolor, queremos librarlos de todo mal, queremos protegerlos siempre, y sin embargo…
Hoy soy testigo de que alguien que adoro echa sus alas a volar y que el mundo le abre los brazos, el mundo con su crisol de posibilidades, terribles, certeras, oscuras, maravillosas, y que su andar estará repleto de decisiones que marcarán su vida. Se caerá, se levantará, será feliz, o tal vez un día el corazón se le haga pedazos y si desea voltear sus ojos y buscar mi mirada me encontrará, dispuesta, como siempre a darle única y exclusivamente lo único que puedo darle: mi amor.
por Claudia C.
miércoles, diciembre 12, 2007
Los platos chinos
Siento atracción por estos individuos que caminan y por nada del mundo pierden alguna de sus piezas de porcelana y como yo siempre me cuestiono, ahí viene la pregunta: qué es un malabarista de platos chinos sino una maravillosa metáfora de la vida moderna?
Nosotros, todo el género humano sin distinción, caminamos todos los días por la cuerda floja, esa cuerda llamada vida que en cualquier momento una de las Parcas decidirá cortar… y en nuestro caminar vamos tomando platos que encontramos en el camino, los vamos acomodando y tratando de que no se nos vaya a caer ninguno, realizamos una brillante performance ante el público que nos rodea y logramos confirmar que somos capaces de llevar, y de manera exitosa, cuanto plato tengamos encima.
Los que son más prácticos (benditos sean!) no se hacen problema si pierden algún plato en el camino, total… hicieron todo lo posible por mantener el equilibrio pero uno es humano y se puede equivocar. Otros, o sea la gran mayoría, queremos llevar todos (absolutamente todos) los platos en buena forma, llegar al final de la cuerda con la vajilla completa, nos estresamos y sudamos la gota gorda cuando algún plato peligra y seríamos capaces de caer al vacío antes de que uno de los platos lo hiciera. Justamente ahí está el problema: cuando además, queremos cargar un montón de platos a la vez, los nuestros, los de nuestros hijos, los de nuestras parejas, los de nuestros padres, los de nuestros jefes, los de nuestros amigos, los de todo el mundo… Y hay que ser conscientes de que estamos jugando con nuestro propio equilibrio, es humanamente imposible. Al final de todo terminaremos ayudando a las Parcas a cortar la cuerda, o tendremos una caída tan estrepitosa que será imposible levantarse, además de tener todos los platos rotos encima.
Después les cuento por qué me gustan los trapecistas.
martes, diciembre 11, 2007
Amarse en el tiempo
Amarte en el tiempo, era mirar con miedo el futuro porque la rutina y los años iban a ir dejando una huella que tratáríamos de borrar cuando nos hiciera sentir su presencia. Un amor, por el que nadie daba nada, fortuito, un amor totalmente nacido del azar, y así y todo era puro sentimiento con pinceladas de una racionalidad que siempre nos caracterizó.
Hoy, cuando la muerte toca de lejos nuestras vidas, ella misma me invita a detenerme y contestar la pregunta en estas palabras: ¿cómo ha sido amarte en el tiempo?
Éramos jóvenes y felices, ahora no tan jóvenes y a veces ya no tan felices. Éramos temerosos, ahora no tan cobardes y con una valentía un tanto osada para empezar proyectos arriesgados cuando algunos otros los dan por terminados. Éramos pura piel, ahora no tan irracionales y sin embargo, la pasión descansa en cada rincón de nuestro cuerpo al encontrarnos.
Nos hemos amado en la todavía primavera, en una largo y apasionado verano y vamos llegando a un otoño extrañamente cálido en el que busco sentir que el corazón me salte cuando me pierdo en tus ojos con color de campo.
Amarte en el tiempo, ha sido locura, paciencia, rabia, fracaso, lágrima, herida, abandono, soledad, encuentro, triunfo, risa, desazón, miedo, culpa, perdón, regreso. Ha sido un reto diario con sentimientos contradictorios, el amor que da vida y mata al mismo tiempo.
En el tiempo te he amado tanto y de tantas formas que hoy que te miro mientras duermes, debo reinventarme, porque en el tiempo el amor corre el riesgo cotidiano de acabarse y si no volvemos a nacer, lo volvemos a hacer, podemos perdernos.
viernes, diciembre 07, 2007
Profesores que dejan huella, para bien o para mal.
Creo que fue en una novela de Rosa Montero, donde leí algo sobre los padres que puede ser aplicado a los profesores: sus huellas son como la viruela, te dejan marcado para siempre…Y es la pura verdad. Yo recuerdo con mucho cariño a una profesora de nido que tocaba el piano para que todos los niños cantaran. De mi colegio mixto y religioso, a una sister (Joanne) que era alguien así como Julie Andrews en La novicia rebelde, con una sonrisa maravillosa con la que nos recibía cada mañana mientras estuvimos en primaria y también a la monja casi siniestra que apodamos Fantasmagórico (dibujo animado famoso en la época) que le pegaba a los alumnos. Igualmente, a mi profesora de Lenguaje que me hizo una crítica destructiva cuando en vez de decir suertuda, dije lechera. Me marcaron como la viruela.
De la Secundaria guardo cuatro recuerdos:
Dije cuatro, y termino con la huella más profunda de la viruela: mi profesora de Literatura. Memorística al 100%, paporretera, con un método que suponía repetir todo como loritos entrenados. Recite delante de todo el salón de clase el poema que le mandé memorizar, señorita!!!! Déspota, castigadora, represiva, manipuladora, anulaba cualquier intento de buscar otra ruta hacia la literatura, hacia la poesía, hacia la experiencia estética, hacia el placer… Nos hacía justamente tomar la ruta contrario y exclamar vade retro ante cualquier lectura.
Toda mi vida, desde que salí del colegio, traté de exorcizar a ese demonio del lenguaje y creo que lo he logrado. Gracias a Dios, la literatura es más grande que los profesores que hacen grandes esfuerzos por destruirla.
miércoles, diciembre 05, 2007
Yo jamás escribiría ESO
en que rincón puedo no verte,
dónde puedo dormir sin recordarte
y dónde recordar sin que me duela.
(Jorge Luis Borges, apócrifo)
Hace poco, volví a recibir (por enésima vez) un Power Point cuyo texto tenía por autor a Gabriel García Márquez. Además de ser una presentación recargada y extremadamente colorida, presentaba algo así como Gabo y París.... o similar. La verdad es que nuevamente pensé en esa gran cantidad de textos que nos entrega el ciberespacio, un periódico o un amigo con toda la seriedad del caso advirtiéndonos que se confirma la genialidad de un gran escritor. A la mente me vienen dos casos: el del Nóbel colombiano y el del autor argentino Jorge Luis Borges.
De GGM me parece que hay dos textos que dan vueltas, el de "La marioneta..." y otro más que en este momento no recuerdo, donde dice que tiene cáncer linfático o algo por el estilo y se despedía de sus amigos más íntimos antes de morir. ¿Puede ser el mismo? ¿Tal vez? De este caso, sí sé que el autor llegó a hacer una declaración pública diciendo que él sería incapaz de escribir una cosa tan espantosa como esa... cito: "Lo que me puede matar es que alguien crea que escribí una cosa tan cursi. Esto es lo único que me preocupa".
Borges no ha contado con tanta suerte -ya está muerto- ... tengo entendido que (en mi limitado conocimiento) al menos tres poemas reciben su famosa autoría: Instantes, Dime y Aprendiendo. La verdad es que los tres pueden tener una gran aceptación, finalmente poesía hay para todos los gustos. Lo curioso es que inclusive uno de ellos fue publicado por uno de los diarios más serios de nuestro país (El Comercio) en su página cultural hace ya algún tiempo. Hay varios artículos que hablan al respecto -pueden encontrarse en el ciberespacio-. Inclusive hacen comparaciones y traducciones de otros poemas similares de otros autores, desde luego.
Cabe por lo tanto una pregunta: ¿qué pescador gana en este río revuelto?
La verdad es que no sé. Pero considero, como alguna vez le dije a un gran amigo mío hablando sobre estos casos (que por cierto creyó que Borges había escrito esos poemas), que a veces sin que haya dinero de por medio, ni renombre público, el verdadero autor debe sentir bastante satisfacción de lo logrado. El EGO se infla, porque finalmente la gente cree, CONFIA que ese texto ha sido escrito por uno de estos grandes maestros, de hecho deben haber varios, varios, varios casos más.
Cabe por lo tanto, otra pregunta: si esos textos no llevaran tremenda firma ¿se leerían igual?
domingo, diciembre 02, 2007
Juventud divino tesoro
En el largo camino hacia la madurez, los adolescentes van descubriendo un mundo repleto de posiblidades y empiezan a jugar con la libertad que ahora creen les pertenece para hacer lo que les provoca. En ese camino, van aprendiendo que no es así. Con pena hay algunos adultos que lo siguen creyendo y practicando.
Las palabras que van a leer no han sido editadas o sea que prepárense: son tan precisas y reales que terminan siendo una verdadera delicia.
“siendo un adolescente, lamento informarle que mi mente tiende a encontrarle un significado sexual a absolutamente todo (al igual que mis compañeros). Así que, al poema.. le he encontrado una connotación sexual y lo analizaré por siguiente.”
A buen entendedor, pocas palabras.
jueves, noviembre 29, 2007
Tabú y lenguaje
Como suele ser con todo lo que es tabú, el lenguaje también ha buscado los mecanismos para hablar de las cosas sin tener que nombrarlas directamente (¿eufemismos, no?). El castellano formal, por ejemplo, tiene dos o tres palabras para hacer referencia a los órganos sexuales tanto femeninos como masculinos. Fuera del ámbito formal es increíble la cantidad de términos que existen para ello.
Hoy pretendo reflexionar sobre ciertos aspectos del lenguaje, admito que no es mi fuerte. No obstante, basta pensar un poco para descubrir algunas cosillas interesantes de este tema.
De niños nos enseñan que los hombres tienen un pene y las mujeres una vagina -que creo en realidad debería ser vulva, por ser más precisos-. Es ahí cuando empieza el problema, porque claro… son las mismas madres especialmente que le hacen el aseo a los hijos en la etapa fundamental de la adquisición del lenguaje y empiezan a nombrar ambos órganos de las maneras más creativas existentes. No hay que pensar mucho: TODO basado en sentir una tonta vergüenza al llamar a las cosas por su nombre.
En Crónica de una muerte anunciada, García Márquez emplea un término que nunca lo había escuchado: panocha, palabra que existe pero hace referencia a la mazorca del maíz, o racimo de uvas. La verdad es que ahí no le veo para nada la relación.
Papa, papayita, cueva, concha, araña, la peluda, la cosita, y sigue… Ni qué decir de las metáforas, que en ese caso son innumerables y lo serán, pues la imaginación de los seres humanos no se agotan.
¿Qué ocurre con el órgano sexual masculino? Lo curioso es que la mayoría de las palabras tiene en común la primera letra de pene: pipí, pirulo/a, pirulín (debe ser más cariñoso), pepe, pito, pichón, pichula (y su derivado chulapi), polla, pico, pájaro, etc. Es curioso, pues aquí una consonante (p) da pie a la creatividad. Salen de carrera por empezar con otra consonante: verga, huasa(mandrapa) o maní, por ejemplo. Y seguirán los miles y miles que sustantivos que hagan referencia sobre lo conversado.
Es interesante el lenguaje, y más interesante resulta lo creativos que podemos ser los seres humanos cuando tenemos miedo de llamar a las cosas por su verdadero nombre.
martes, noviembre 27, 2007
Suegros y suegras (una caricatura de la relación)
domingo, noviembre 25, 2007
Rafa Nadal y los calzoncillos...
Alguien me puede explicar (tal vez un confeccionista) ¿cuál es el problema (genérico) por cierto que tienen nuestros compañeros terrestres con esta prenda de ropa interior? Niños, adolescentes, adultos en algún momento del día deben al menos acomodarse el calzoncillo al menos unas tres o cuatro veces y en cualquier parte del cuerpo.
Aclaro, no es que una se la pase mirando a ver qué hacen con sus manos y hacia donde las dirigen... lo que ocurre es que no tienen el menor reparo de hacerlo en cualquier coyuntura, delante de cualquiera, bajo cualquier circunstancia. Queda claro que tal vez ya sea un movimiento interiorizado en lo más íntimo de su ser (curiosamente con sus partes íntimas).
Aquí pasa algo. Analicemos algunas posibles causas:
- La calidad del elástico se desgasta, la parte posterior se suelta y hay que arreglarla.
- No llegan a encontrar exactamente la talla que les acomoda y siempre se equivocan... el hombre no conoce su cuerpo tanto como las mujeres y de hecho comprar ropa interior no es una actividad en la que pongan especial cuidado. Ergo, no le atinan con la talla y a veces, les aprieta.
- Sus órganos sexuales -cualquiera- se les desacomoda.
- Sienten escozor o sea: les pica (perdón, pero no tengo otra manera de decirlo).
- No saben por qué pero tienen que hacerlo: es un tic.
viernes, noviembre 23, 2007
Mujeres caderonas/ hijos inteligentes
jueves, noviembre 22, 2007
Mi vecino de butaca
Este último, el que me tocó en el teatro era singular, único en su género. En primer lugar, cuando dieron la indicación de apagar los celulares, estaba convencida de que el joven en cuestión sacó el suyo y lo puso en silencio (¡Vamos bien! pensé). Ni bien se apagaron las luces y empezó el primer acto mi vecino de butaca empezó a hacer un ruido con la nariz y con la boca acompañado de un corporal temblor cortante. Parecía una carcajada contenida, apretada, reprimida, nerviosa. Debo aclarar que la obra era dramática. Pero él, digamos... "se reía".Yo ya marcaba 1,000. Sin embargo (gracias a Dios), la obra me absorbió tanto que terminé haciendo caso omiso a sus espasmódicos movimientos.
martes, noviembre 20, 2007
Malditos los cuentos infantiles
domingo, noviembre 18, 2007
El don de escribir
Es evidente que esto pasa con los músicos, los pintores, los escultores, y en general todo aquél que tiene en sus manos el "don de crear" utilizando materias primas simples. Creo que los más capos son los músicos, pues finalmente lo que crean no tiene aquello que podríamos llamar forma propiamente, entonces además de imaginar el resultado de lo que quieren lograr, creo que lo "sienten". (Altamente recomendable Copying Beethoven, por cierto).
¿Por qué escriben?, y de eso se ha dicho mucho. Yo me quedo con dos respuestas. Escriben para compartir sus angustias, para comunicarse, para echarle al mundo todo aquello que llevan dentro, que por cierto es mucho y lo que los diferencia del resto de los humanos es que tienen la maldita capacidad de hacerlo bien. Tienen el "don" los gringos lo llaman "gift" porque lo consideran un regalo. La otra respuesta es muy simple: disfrutan hacerlo.
Inventan, fabulan, llegan al Averno y sacan del tongo del mago lo que encuentran, re-crean cuanto está a su paso. Dan a luz a criaturas que nos hablan y le sacan la vuelta a la muerte porque serán eternos. Nos regalan su esencia pero también su desgracia.
Al cerrar un libro con el que me siento totalmente satisfecha me pregunto: ¿cómo puede la imaginación humana ser incapaz de agotarse? ¿Hay tanto en los paradigmas en la vida que las combinaciones son infinitas e irrepetibles? ¿Cómo cuernos se hace para establecer relaciones tan particulares y yo sufro para terminar una oración o un verso que acaban en la basura o asesinadas por la tecla "delete"?
miércoles, noviembre 14, 2007
Nunca le digas a una mujer que es idéntica a su madre
domingo, noviembre 11, 2007
Pérdidas y despedidas
tantas cosas contienen el germen
de la pérdida, pero perderlas no es un desastre.
Pierde algo cada día. Acepta la inquietud de perder
las llaves de las puertas, la horas malgastadas.
El arte de perder no es muy difícil.
Después intenta perder lejana, rápidamente:
lugares, y nombres, y la escala siguiente
de tu viaje. Nada de eso será un desastre.
Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil.
Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre.
Ni aun perdiéndote a ti (la cariñosa voz, el gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.
jueves, noviembre 08, 2007
La maldita memoria femenina
Una de estas maravillosas capacidades que a veces nos terminan metiendo autogoles es nuestra extraordinaria memoria (generalmente selectiva). Ya sea ayudadas por una agenda, o simplemente por el disco duro que tenemos en el cerebro, somos capaces de recordar el cumpleaños de todos nuestros amigos (y enemigos), qué comimos en el matrimonio de fulana, qué nos regaló zutana hace cinco años, qué nos pusimos en la primera cita con tal, qué película vimos con mengano hace quince años, qué día, hora, situación climática, canción, gobierno de turno había cuando nos dieron nuestro primer beso, y así la lista puede seguir.
Sin embargo, ¿cuándo nos juega en contra? Queda claro, desde luego, que puede ser muy útil para hacer una apuesta, para quedar muy bien, para que nos quieran más, pero el peligro está cuando esa memoria va a acompañada de malas intenciones....
En un típica discusión de pareja, de esas intrascendentes que una tiene en la vida, la pregunta puede ser en un tono dramático y con el nudo en la garganta: ¿acaso tú te acuerdas la primera comida que te preparé con tanto amor? Y el pobre, pobre buscará entre los recodos de tu aletargada memoria, entre los millones del files de su disco duro un dato que NO NO NO va a encontrar jamás de los jamases!!!!!!
Mi querida, que te quede claro. Si el caballero ni siquiera se acuerda qué medias se puso ayer....!!!! Entonces, evidentemente: la cosa se complica. Él no se acuerda y ella se siente totalmente olvidada, marginada, desvalorizada.
Hay que reconocerlo... es una pelea injusta, a los pobres no les da. Además a veces resulta divertido, solo es cuestión de saber usar la gran capacidad memorística a nuestro favor. Sin embargo, como la vena dramática y masoquista es la que predomina en las hijas de Eva (la maldita) nuestra memoria va cargada de rencor. Es decir: como él no se acuerda, la escena acaba en llanto, en autoestima castigada y echándole en cara miles y miles y millones de recuerdos guardados por AÑOS!!!, efectivamente: AÑOS!!!. ¿O no?
lunes, noviembre 05, 2007
"Elena sabe"
Cuando compré Elena sabe, me dejé llevar por el conocimiento previo que tenía de la autora y por lo que decía en la parte de atrás del libro: Poco después de que Rita aparece muerta en la iglesia que suele frecuentar, la investigación se da por cerrada, y su madre es la única que no renuncia a esclarecer el crimen. Pero jaqueada por la enfermedad, es también la menos indicada para encabezar la búsqueda del asesino. (...) Otra historia atrapante, íntima y aguda de la autora de Las viudas de los jueves. Me enfrasqué en la lectura, todo un fin de semana: de inicio a fin. (a pesar de leer rápido, la novela ayuda: solo tiene 173 páginas).
La novela me removió los conchos, las entrañas. Como saben los que me conocen, mi madre que ya tiene 85 años vive conmigo. Mi madre tiene la misma enfermedad que Elena, la madre de Rita. A medida que avanzaba mi lectura, confirmaba que la literatura se nutre de lo cotidiano, del dolor humano, de lo oscuro, de lo que a veces pensamos y no decimos, deseamos y no hacemos. Piñeiro ha logrado transmitir (al menos lo logró conmigo) no solo lo íntimo sino también lo cotidiano: las sensaciones, los sentimientos, los olores, los miedos. En los dos personajes que sirven como eje (Elena y Rita) traza la dinámica de una vida que se va terminando y otra que cae en una enorme frustración, en un enorme cansancio, en una enorme resignación.
Es dura la vejez, y duras las vivencias de quienes la acompañamos de cerca. Dura, sobre todo si terminamos siendo testigos del deterioro diario, con distintas velocidades según sea el caso. Dura para comprobar que los seres humanos no podemos escapar de aquello de lo que únicamente somos conscientes: moriremos algún día. No importa el cuándo, ni el cómo, ni el dónde; y a veces es más fácil gritar que llorar.
viernes, noviembre 02, 2007
La llamada "envidia del pene" (para pensarla el fin de semana)
La Biblia dice: Varón: No envidiarás a la mujer de tu prójimo (ni su casa, ni su burro)...
Freud dijo: Mujer: no envidiarás al pene (o al hombre porque lo tiene...)
A ver... ¿qué envidio del pene o de los que lo llevan puesto?:
EL DECÁLOGO
1. NO menstrúan.
2. Hacen pila de pie, donde les da la gana y no se chorrean ni un ápice.
3. Les sale barriga y encima se sienten orgullosos.
4. Si tienen harto vello mejor.
5. NO tienen celulitis.
6. Si tuvieran celulitis la tapan con sus pelaje.
7. Hacen dieta un día y ya bajaron 4 kilos.
8. En su gran mayoría no sufren de estreñimiento.
9. La ley de la gravedad pasa levemente por ellos.
10. Si "sacan los pies del plato" son infieles, nosotras: putas.
pd. se reciben más sugerencias, queda claro que esta lista puede resultar arbitraria y pequeña.
lunes, octubre 29, 2007
Los cafés terapéuticos
viernes, octubre 26, 2007
¿Cuánto cuesta leer?
lunes, octubre 22, 2007
¿Censo o Fin del Mundo?
jueves, octubre 18, 2007
No los tires contra la pared: seguirán siendo sapos!
miércoles, octubre 17, 2007
un día del maestro cualquiera
Es un fuego que es preciso encender
Miguel de Montaigne
Una de las primeras reflexiones que se nos viene a la mente en este día, es la interrogante de por qué muchos padres y desde luego, muchos alumnos consideran que ser maestro supone no haber podido ser nada más en la vida. Al no ser aptos para carreras más prestigiosas como las de los ingenieros, médicos, abogados, etc., la vida o un conjunto de limitaciones (de distinta índole) deciden por nosotros y no nos deja más que una opción: enseñar en un colegio. ¡Terrible destino! Ergo, qué gran error el de aquellos individuos que confían la educación de sus hijos a ese tipo de gente.
No obstante, tenemos otro grupo. Los que nos sobrestiman y dejan en nuestras manos el destino de sus hijos. El problema es que toda la responsabilidad cae sobre nosotros. Es decir: el colegio debe encargarse de todo. Ello arrojará el siguiente resultado: si el niño es acertado, los padres han contribuido con en su éxito, lo que es cierto en la mayoría de las veces; si no es así: el maestro ha fracasado. ¡Terrible destino!
Con la explosión demográfica y el detrimento de la economía, las familias han optado por planificar el número de hijos que quieren tener. No hablaremos de promedios pues varían de acuerdo a los sectores socioeconómicos. Educar a un niño, dos o tres será siempre una difícil tarea. La vida misma se va complicando cada día, el estrés y las dificultades económicas contribuyen a que las relaciones familiares sean por momentos tensas y padres e hijos pierden la paciencia con facilidad. La tolerancia cero, es la madre de esta dinámica.
Si ponemos a veinticinco, treinta o cuarenta hijos provenientes de distintos hogares, con diferentes sistemas de crianza, por un promedio de ocho horas diarias, ¿qué nos espera? Suena apocalíptico y por momentos así puede sentirse. Sin embargo, qué hace que un individuo sea capaz de ponerse de pie frente a un salón de clase y dominar “a su manera” a estos hijos ajenos. Las respuestas pueden ser varias. Para algunos, paciencia, amor, generosidad, para otros, pura valentía y necesidad de llevar un sueldo a su hogar. Para los menos: una tara mental que les impidió tener una profesión prestigiosa.
Para algunos será dominar, otros dirán dictar, pero pareciera que el verbo correcto e indicado debería ser enseñar. Ser maestro no es sólo manejar bien el conocimiento de una determinada materia. Si así fuera, el mundo estaría lleno de buenos profesores. No es suficiente, Hay individuos que saben mucho de determinados temas, pero no todos tienen esa cualidad inherente de poder pararse frente a un salón de clase y enseñar.
El educador –o como quiera llamársele- deber ser en el alma del alumno lo que el buen médico es con su paciente: no sólo cura, sino que cuida. Por ello, no sólo hay que dictar, hay que educar.
Es difícil llegar al corazón de un niño, más al de un adolescente. No hay truco, solo trabajo, diario y grandes dosis de cariño: discreto, humilde y alegre. Una palabra mal dicha, una actitud hosca abre una zanja difícil de superar y en la simple lógica emocional del alumno se tiende a identificar que el curso no le gusta porque el profesor le cae mal. Por ello, nuestros errores pueden ser irreparables. Somos un referente, un modelo de comportamiento, nos guste o no; somos un ejemplo y con pena, muchas veces no nos percatamos de ellos.
En ciertas ocasiones, decimos que “este chico es un desastre porque en casa lo descuidan” y los padres dicen casi lo mismo con respecto al sistema escolar. ¿Dónde queda este ser humano desorientado que no sabe hacia dónde mirar, si nadie asume su verdadero papel, si todos buscamos un culpable para nuestros propios errores, en vez de trabajar en conjunto?
Cuando reflexionamos sobre todo lo que implica educar puede resultar repetitivo y hasta pedante pues las experiencias personales pueden terminar siendo a veces satisfactorias o tal vez desastrosas en el intento de alcanzar el éxito. Sin embargo, no hay que desistir. Siempre habrá por lo menos un alumno en el que nuestras esperanzas y nuestro trabajo se vean concretados o que al menos, nos haga parte de sus gratos recuerdos. Unos ojos que nos miren motivados y entusiastas, unos padres que nos valoren, una sonrisa diaria, un gracias.
Habrá que partir de sentirnos satisfechos con nuestra propia labor y obviamente reflejarlo. De lo contrario, efectivamente será muy fácil pensar que no pudimos conseguir otro trabajo mejor.