lunes, noviembre 28, 2011

Comprando lo humano...

No recuerdo bien cuándo vi... ni tampoco me acuerdo de en dónde vi, una imagen de alguien que convertía el dinero en perfume para que lo quisieran más. De locos, ¡¡¿no?!! Observo en mi memoria el frasco con el símbolo $$ y la bombilla atomizadora que el sujeto (era varón) usaba para echárselo encima.



La gran novela "El Perfume" de Patrick Suskind refuerza esta idea de buscar la esencia ideal que nos haga más atractivos y que de alguna manera condense la perfección olfativa que todo ser humano aspira a encontrar.



Recuerdo también que existían algunas colonias/perfumes que resultaban especialmente afrodisíacos y que resultaban ¿eficaces? para atraer al sexo opuesto: Musk Oil, Opium, entre muchos nombres que me vienen a la mente.


Con estas tres premisas, les cuento que navegando en la web (en realidad haciendo webbing window-shopping) estaba investigando colonias y de más... y me encontré con que ofrecían una joyita en el gran universo de Amazon.com



PherX Pheromone Cologne for Men (Attract Women) - The Science of Attraction - 18mg Human Pheromones


¿No les parece HERMOSO?


Ya para qué se va a gastar tanto dinero, si por la suma de $25.99 podemos conseguir la esencia de la seducción. Provocar un comportamiento determinado en un ser de nuestra misma especie... Comprar en directo la sustancia química humana que según el Oráculo de Wikipedia, muchas especies de plantas o animales utilizan diferentes aromas o mensajes químicos como medio de comunicación y casi todas envían uno o varios códigos por este medio, tanto para atraerse sexualmente.



Pregunta lógica que surge en lo inmediato: de dónde la sacan? ¿de la sangre? ¿de un cadáver? ¿de una glándula? ¿es esta esencia la que combina con tu cuerpo? ¿cómo huele? Esta última pregunta me tortura...!!!! ¿Cómo michi huele? Porque lo más curioso de todo es que en mis investigaciones leo que las Feromonas no emiten olor... Pucha! Qué complicado.



¿Dónde ha quedado mi Patchuli? ¿Hasta el "Varon Dandy", el "Old Spice" llegando a D&G que promocionan en la tele, quedan como chancay de a medio, al lado de los 18 miligramos de purita Feronoma Humana.



Caeremos, las féminas, rendidas a los pies del macho que lo use...?



Chicos lectores... prueben y me avisan.

lunes, noviembre 21, 2011

Chapes o la ilusión de la tolerancia

Nuestro famoso peruanismo chapar que significa lo mismo que el peruanismo agarrar, funciona en el terreno sexo-amical como el verbo besar. Según el DRAE: tocar u oprimir con un movimiento de labios, a impulso del amor o del deseo o en señal de amistad o reverencia. Para los peruanos, simplemente: chapar.



Esta semana ha estado sobre el candelero mundial la llamativa campaña de Bennetton llamada “UNHATE” –dicho sea de paso, vocablo con la lengua anglosajona, no existe- en la que hemos visto retratados a diferentes Jefes de Estado chapándose los unos a los otros. La intención: dar un ejemplo, a través de la fotocomposición, de lo que podemos ser capaces los seres humanos si priorizamos los buenos sentimientos y los valores como la TOLERANCIA.



Curiosamente, los más intolerantes han resultado los señores del Vaticano que dentro de su escala de valores cristianos se olvidaron de principal mandamiento con Jesucito: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Los curitas en pleno han puesto el grito en la Tierra y evidentemente en el cielo por la falta de respecto a su Jefe máximo, o sea: el Papa…


Quizás para amenizar y bajarle el tinte político, los creativos pudieron haber combinado a Batman con el Guasón, a Súperman con Lex Luthor, a Pedro Picapiedra con su suegra, a Robin Hood con algún ricachón de la época, a Blancanieves y su madrastra...


Pienso, en la escena nacional, cuáles serían los chapes más justos en estos tiempos vertiginosos que vivimos. Podríamos empezar poniendo en los Metropolitanos unas maravillosas fotos de los agarres interesantes: Tula con Gisela, Chehade con Humala, Toledo con Bruce, el papá de Ciro con Rosario, y de plato de fondo porque tolerancia tiende para dar… a Cipriani con Marcial Rubio, a Cipriani con Susana Villarán, a Cipriani con toda la Comisión de Derechos Humanos…cuánta generosidad! cuánto amor! cuánta tolerancia!


pd. Yo me podría ofrecer para un photoshop con el Pavo de Triple Pechuga... pero me sentiría como la Pequeña Sirenita al lado de un Cachalote!!!





lunes, noviembre 14, 2011

Pasión en la vida




Sería bueno conocer las estadísticas de cuántas personas sienten pasión por lo que hacen, o por quienes los rodean, pasión por una mascota, o por algún pasatiempo, pasión por leer, pasión por nadar, pasión el chocolate, pasión, pasión, pasión.


El término pasión, creo yo, lo entendemos más como una suerte de alteramiento, de afecto desbocado, pero a la vez se acerca a una definición de compromiso, de involucramiento con el objeto (lo digo de manera neutral) en cuestión. El DRAE (Diccionario de la Real Academia) nos entrega una de estas acepciones: Inclinación o preferencia muy vivas de alguien a otra persona. Estaba cerca, respiro tranquila.


Pensaba el otro día, que muchas personas toman la libre decisión de divorciarse cuando la pasión se les acaba, de un consentimiento, o de mutuo disenso poner término a esa relación y cada uno por su lado. Las razones que hay detrás de ello no serán tema de este post; sin embargo, me puedo quedan pensando en que si empiezan a tener conflictos internos en sus dinámicas –más si hay hijos incluidos- alguno de ellos buscando su bien, o el grupal, toma la decisión. Por ello, “hasta que la muerte los separe” creo que podría cambiarse “hasta que el desapasionamiento los separe”.


Con algunos trabajos pasa lo mismo. Hablo del que conozco y en el que ya tengo cerca de treinta años involucrada (empecé a los diecinueve, por si acaso!). Pero creo que cuando la pasión se acaba no hay que esperar la edad para irse, ni tampoco la edad que manda la ley para retirarse. No voy a entrar en tema que tienen que ver con recibir un sueldo fijo de nada ellos. Como en el matrimonio que termina, también hay un costo económico en ello.



Mi visión es práctica. Cuando un profesor no está motivado, apasionado, involucrado con lo que hace y solo es una suerte de trabajador que repite mecánicamente lo que manda el silabo, lo que le toca dictar, y repite al pie de la letra el libro de texto (o su similar) el primero que se da cuenta es SU alumno. No hay que subestimarlo jamás, puesto que es una esponjita a todo aquello que lo rodea, y está atento al que puede presentarse como aquel individuo que está en medio del salón del clase para convencerlo de que haga lo que él odia: estudiar. Pasa ocho horas al día viendo a unos seis salones en promedio que se vuelven su “eje de atención”; eje al que ignora o sigue. Eso depende del eje.

Me queda claro, yo lo viví con muchos profesores cuando era escolar, que cuando el profesor no le gusta lo que hace, y ojo que no tiene NADA que ver con la edad especialmente si uno trabaja con adolescentes y adultos, empieza a rodar por una especie de escalera de caracol que pareciera no tiene final (salvo que sea el despido). No obstante, en su caída, no se da cuenta que no tiene de dónde agarrarse y se arrastra con los brazos abiertos como dos hélices desbocadas que arrasa con todo lo que tiene a su paso: lo primero, los alumnos; lo segundo, sus compañeros de trabajo; lo tercero, sus responsabilidades y así sucesivamente. En pocas palabras, se vuelve infeliz. Como los matrimonios que pierden la pasión…


Tengo un maravilloso ejemplo del padre de una amiga mía, que cerca a sus ochenta años seguía viajando en colectivo una vez al mes desde Lima hasta un distrito en el departamento de Junín a dar sus clases magistrales. Leía, investigaba, preparaba su dictado y no dejaba de aprender. Solo la muerte le pudo ganar traicioneramente a la jubilación en la que él ni siquiera pensaba ¡Eso es pasión!

Si no soñamos con ello, hay que saber retirarse a tiempo por respeto a nuestros alumnos, ellos merecen más.

martes, noviembre 08, 2011

Fin de semana de película


¿Qué pasa cuando mezclamos mango con olluco? Seguramente los especialistas en comida fusión estarían entregándome una maravillosa combinación original de un puré de olluco con un coulis manguero que tendría el sabor del néctar de los dioses… Sin embargo, el fin de semana pasado he tenido la peor combinación intelectual que una persona con un poco de sensatez como yo pudo pedir. Y lo peor… muerta por mi propia mano.


I
En casa habían comprado la gran película hollywoodense y seguramente la producción más taquillera de los últimos tiempos –nótese mi tono irónico- Las malas enseñanzas, con la gran actriz Cameron Díaz. ¡Qué bárbaro! ¡Qué tal despliegue de sabiduría, creatividad y mamarrachada que haya podido ver! Tanto JC como yo sabíamos a qué nos metíamos. Ambos estamos sumamente cargados, tensos y una película “chicle globo” de esas que te sucumben en Tontolandia directo y sin escalas era lo que más necesitábamos. Con la premisa tácita de “¿estamos seguros a qué nos vamos a exponer?” pusimos play

Cuando acabó la película (yo en lo particular me tomé una maravillosa siesta de veinte minutos in between) los ataques de risa eran realmente sinceros: ¿hace cuánto tiempo que no veíamos una película taaaaaaaaaaaaaaaaaan mala, haciendo uso racional de nuestro libre albedrío?

II
Entonces, para levantar el nivel decidimos ver Requiem para un sueño, un peliculón efectivamente, super fuerte, dura como el concreto, demasiado para digerir en una tarde dominguera. Las actuaciones son fabulosas, la música, el juego de cámaras… En esta película todo está pensando para dejarte literalmente agotado, golpeado de una realidad ajena y cercana a la vez, una realidad que está a la vuelta de la esquina. Aunque esta producción ya tiene sus años, su vigencia la hace enormemente chocante y preocupante.

Otrosidigo:
Dicen que el orden de los factores generalmente no altera el producto, pero creo que debimos haber invertido la secuencia en este caso… ahora necesito ver de nuevo a Justin y a Cameron, directo a la vena!!!