jueves, octubre 02, 2008

Mirarse por dentro

Mirarse no es fácil, mirarse realmente y tratar de comprenderse puede costar "sangre, sudor y lágrimas". Una gran parte de la humanidad prefiere rehuir de ese peligroso ejercicio pues teme descubrir varios 'algos' para los que no está preparado: uno mismo.
Mirarse por dentro causa estragos, remueve conchos, heridas, pus, basura, rencores, maravillosos recuerdos, lágrimas y carcajadas. Sin embargo...
Sin embargo, como mucho de lo que cuesta en la vida hace falta valor, y encontrar un método personal puede costar años de lucha. Algunos necesitan ayuda, otros pueden solos, pero en todo caso es bueno hacerlo de vez en cuando porque no hay nada mejor que reconocerse ante sí mismo y saber que somos mortales e imperfectos, y por ello, aprender a perdonarnos. Eso es lo más complicado.
Idea Vilariño, uruguaya, mujer que quiso permanecer por largo tiempo alejada de la fama, completa y extraordinaria poeta lo dice a su manera, enriquecida por las palabras que solo ella sabe combinar:


Cuando compre un espejo para el baño
voy a verme la cara
voy a verme
pues qué otra manera hay, dime
qué otra manera de saber quién soy.
Cada vez que desprenda la cabeza
del fárrago de libros y de hojas
y que la lleve hueca atiborrada
y la deje en reposo allí un momento
la miraré a los ojos con un poco
de ansiedad de curiosidad de miedo
o sólo con cansancio con hastío
con la vieja amistad correspondiente
o atenta y seriamente mirarme
como esa extraña vez-mis once años-
y me diré mirá ahí estás
seguro
pensaré no me gusta o pensaré
que esa cara fue la única posible
y me diré esa soy yo ésa es idea
y le sonreiré dándome ánimos.

(I. Vilariño)

2 comentarios:

Cristina G. dijo...

qué bonito comentario sobre mirarse por dentro :)
te felicito, escribes sencillísimo y sin embargo, has llegado a lo más profundo de mí.. haciéndome ver que es necesario vernos cómo vamos.. Gracias!

muchos saludos,
Cristina

Soñadora dijo...

Ardua tarea la de mirarnos por dentro. Da temor pensar con qué nos encontraremos.
Saludos,