* La TOCA: a todas aquellas que sufrían con la maldición del pelo crespo (porque lo era) y querían ir en contra de su propia naturaleza pasaban por ese proceso. Uno o dos ruleros gigantes (imaginarse dos tubos de PVC cortados o dos cartones de papel higiénico) sobre la coronilla. A este (estos) se enrollaba el pelo de la parte superior de la cabeza de la susodicha.
El pelo restante se peinaba alrededor de toda la cabeza al puro estilo de los calvos que se dejan el pelo largo para tapar la evidencia. Todo estoy se sujetaba con un kilo de clips maravillosos y brillantes, que deben hacer sido primos hermanos de los braquets.
Algunas osadas, se ponían encima un pañuelo estampado y salían a la calle como si nada, para ello había que tener más que un par de huev... bien puestos. Jean apretado, polo y en tu cabeza este armatoste maravilloso que hoy no podría ni siquiera compararlo con un casco de Football americano, era maaaaaaaaaaaaaaaaaas grande. Debe ser mi memoria fantasiosa.
Hoy, las chicas y la plancha son las mejores amigas. Ni qué les digo de la Keratina! Qué suerte ser adolescente en estos tiempos! Es más, el otro día escuché de casualidad que una niña de 5to grado se había hecho el tratamiento de Keratina... sin comentarios.
1 comentario:
Como me decía mi mamá cuando era chica: "Ahorita odias tus rulos pero cuando crezcas no vas a querer tener el pelo lacio!". Ahora me cansa ver tantas lacias!
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