lunes, octubre 03, 2011

Héroes de nuestros tiempos






La autoría de la frase “Dadme un héroe y te escribiré una tragedia” no queda clara, está entre Ortega y Gasset o Fitzgerald, pero me inclino hacia el segundo. No obstante, para efectos de mi reflexión, poco importa. Advierto, igualmente que puede que sea un poco cruda para hablar de algunos temas pero en este caso, solo estoy usando una calmada objetividad frente a los sucesos referidos.





En el último año (que ha pasado volando por cierto) hemos sido testigos de varias desgracias personales. Desgracias que efectivamente han traído dolor y desgarro emocional a familias con nombre y apellido concretos; tomando en cuenta la coyuntura, al origen, y con la gran ayuda de los medios de comunicación no han caído en el anonimato, como suele ocurrir en la mayoría de los casos. El anonimato… ese hueco negro que todos quieren evitar.





Hemos tenido durante los últimos seis meses a un joven perdido: Ciro Castillo. Una desaparición misteriosa que ha logrado plantear las conclusiones más alocadas y disparatas que a la gente se le haya podido ocurrir. La llamada opinión pública ha estado saciada de morbo, de artículos periodísticos, entrevistas, especiales de programas dominicales con el “dale que te dale” al tema Ciro. “Dadme una tragedia y te encontraré un héroe” parafraseando la sentencia original. Me avergüenzo de un “brillante” alcalde se le ocurre proponer para promover el turismo “La ruta Ciro” en el Valle del Colca. Cuelgan una foto de la zona del valle en Facebook con la interrogante “Ciro…dónde estás?”








El oportunismo, el morbo, hasta la deshumanización del dolor ajeno. No hay verdad, las investigaciones enredadas, preguntas sin respuestas, respuestas que no concuerdan con las preguntas. Ante nuestros ojos: una tragedia, un Odiseo que no vuelve a casa.





El vandalismo, la muerte, la criminalidad adulta de guantes blancos… La juventud está perdida dicen los medios. Varios “hombres” hechos y derechos mayores de 30 años deciden tirar por la borda –literalmente- la vida de un chico de 23 años. Sangre para el pueblo. Cabezas pide el pueblo. Morbo para el pueblo. El oportunismo nuevamente toca de la puerta de los que se suben al coche. Lo siento, es verdad. Me avergüenzo del Alcalde que nombre ¨Héroe de la Paz” al joven victimado. Me avergüenzo de un cantante al que respeto y decide sacar un video cantándole a la No-violencia. Me avergüenzo del óvalo que construirán con el busto de Walter Oyarce para que su muerte ¿no haya sido vana? Por favor… “Dadme una tragedia y te encontraré OTRO héroe”. Ante nuestros ojos, un Héctor muerto en batalla...


Acabo de pensar en el caso de la Bracamonte y la muerte de la madre....¿a quién tenemos aquí? Una nueva Electra ...



Ciro fue… Walter Oyarce también será en seis meses…. cuando la adrenalina del morbo pasa, olvidamos, olvidamos.





¿Tan necesitados estamos de héroes que estamos reciclando víctimas?

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