martes, abril 16, 2013

La Espada de Damocles

Una vez más, una vida se salva por hacer las cosas a tiempo.

Una mujer, llena de temor, se sometió a una cirugía que le salvó la vida. Miedos, traumas, la espada de Damocles sobre la cabeza, el ángel Negro que ronda nuestra vida: la muerte. Sí, la muerte envuelta en cara de células negras que se depositan en silencio en un cuerpo lleno de vida.

Esa maldita maldición (valga la redundancia) que nos persigue en nuestro territorio de mujeres, íntimo y solo nuestro: los senos, los ovarios, el útero. Esa maldición que nos obliga a desprendernos de nuestra esencia, de nuestra femineidad, de nuestra capacidad reproductora, de ser superiores en la naturaleza en la medida que somos capaces de iluminar una nueva vida y alimentarla.

Esa espada de Damocles que pende sobre nosotras desde que nacemos, puesto que podemos llevarlo en nuestros genes, puede controlarse. Al menos, evitar de nos arranque de cuajo de la vida y hacerle la batalla.

Porque somos guerreras, porque damos la cara, porque tenemos a tiempo si somos precavidas.

NO podemos esperar. Tenemos que cuidarnos, acorazarnos, escudarnos. Examinar nuestro cuerpo periódicamente para estar preparadas.

Como bien me acaba de decir una sabia mujer: la prevención hace la diferencia.

Esa diferencia es la que te salvará la vida, o al menos dará batalla.

No hay comentarios: