martes, diciembre 03, 2013

Carta a Papá Noel

Querido Papá Noel:
Sé que te sorprenderá que te escriba dado que no soy una fanática de la Navidad… pero así son las cosas. Han pasado muchas lunas desde que era una niña y te pedí una muñeca que nunca me trajiste y por esa razón decidí no hacerlo más.
Sin embargo, al llegar a los cincuenta años me di cuenta que podría hacerte unos pequeños pedidos no muy complicados de cumplir y mejor hacerlo ya, porque  la Navidad (mi celebración desfavorita) está a la vuelta del mes.
Por lo tanto, ahí vamos:
1.    Poner “coma temporal” a Los Toribianitos, estos niños infames que me taladran el cerebro doquier. Huelgan motivos de mi explicación y fíjate que no estoy siendo cruel porque los puedes despertar cuando consideres necesario para no perturbar la paz mundial.
2.    Consígueme un Panetón y una mantequilla que pueda ingerir ilimitadamente sin temor a que se instalen en mi cadera para siempre. Ha llegado un rollo que por nada del mundo quiere irse y la verdad es que veo que es angurriento y quiere “más, más y más”.
3.    Explícales a los encargados de las estrategias comerciales que el espíritu navideño arranca a finales de noviembre, porque este año han exagerado: le han quitado al Señor de los Milagros la exclusividad de octubre: no es justo! Esto tener que elegir entre el morado y el rojo/verde es un problema.
4.    Recuérdale a los padres que los niños se conforman con regalos sencillos, que no pueden darle todo y peor aún, lo que ellos nunca recibieron (o les gustaría haber recibido). Una pelota, una muñeca y UN LIBRO –objeto en desuso, por cierto- bastan para una Navidad feliz. Los niños engreídos de hoy son los adolescentes soberbios de mañana...
5.    Dile a mi mamá que, en honor a ella, les sigo entregando a mis hijos sus regalos en las bolsas de tela que ella cosió con tanto afán cuando eran niños y que siempre incluyo la clásica pijama o su toalla de playa: “un must”
6.    Este pedido muestra mi generosidad. Déjales a todos los congresistas  un “Neuronalímetro” para que soplen y de acuerdo a su nivel  no circulen por favor. Concordarás conmigo que es una idea inteligente. Tolerancia CERO, te lo imploro.
Papa Noel, sé que me he portado lo mejor posible en este año. Soy consciente que hay habido cosas buenas y otras, no tanto. No obstante, la vida es así. Me quedo con lo bueno, con lo súper bueno y enormemente agradecida por este 2013 que vino con todo, como quien dice.
Aunque no lo creas, prometo recibirte con árbol nuevo y aunque San José se quedó manquito en la mudanza (o con su sierra de carpintero) el nacimiento que acompañó mi infancia y la de mis hijos estará en una mesa de mi hogar. Recuerda que la Navidad pasada la vida nos llevó a un continente diferente, y si pasaste… éramos no habidos. Acuérdate también que nos hemos mudado, estamos en un sexto piso por lo que puedes, desde el trineo, tirar al aire los encargos. Si te quieres adelantar, estaré viendo como todos los años “Love actually ” con Micaela y ahora también una película que me acaban de regalar mis amigos Beatriz y Jorge: “The Grinch stole Christmas”.

¡Suerte! y no le hagas caso a los niños pedigüeños y llorones. Mantente firme con los que no han cumplido sus promesas porque si no, los vas a malcriar.
Jo jo jo!
Claudia, la pequeña grinch...

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