martes, marzo 26, 2013

Aceptación

Parte del crecimiento emocional de las personas debe radicar en verse por dentro. Puesto que resulta muy fácil siempre tener una agudeza mental desarrollada para ver al otro, antes de observarse uno mismo. Recuerdo una canción que decía: "un hombre quiso mirarse por dentro, y se encontró con el fondo del mundo"... De ahí, que la mirada externa es refácil y descubrirle los equívocos y defectos al vecino, más fácil aún. No obstante, lo otro puede volverse una pesadilla. Es todo un proceso, y este se puede hacer en soledad o en compañía bajo la tutela de un especialista. 
Cuando uno se acepta a sí mismo con sus imperfecciones empieza a tener otra mirada con respecto del Otro. No puedo amar/querer a alguien si no le acepto los defectos. Es muy cómodo aceptarle las virtudes, pues finalmente nos vienen bien. Jodido aceptar eso que no nos gusta. Eso que nos perturba. Eso que no está en nuestra frecuencia. Eso que lo convierte en otro ser. Porque el Otro, no puede ser como Yo. 
Aunque no lo parezca, no es tan fácil asumir que existe una configuración propia del Otro que se llama personalidad producto de las vivencias, crianza, conocimiento, heridas, alegrías, medio social, entre otros aspectos destacables. Entonces, partamos de hacer un esfuerzo por asumir que viene en el paquete llamado "Fulano" o "Mengano" ¿por qué busco cambiarle incansablemente? Cuando sería mejor, más sano, más inteligente.... desgastarme menos y esforzarme un poco por conocerlo/a más.
En personas de mi generación veo perseguir el intento de cambiar... pero al vecino. Personas que generan discusiones inútiles porque se sienten ofendidas de los que consideran fallas imperdonables. Ojo: consideran. Al final de ello, terminan simplemente mostrándose ante el resto como personas intolerantes, intransigentes, y hasta explosivas... en situaciones cotidianas y de paso,  malogrando el ambiente, invirtiendo su energía en discusiones bizantinas. En conclusión: un sabor amargo.
Es fácil decirlo, pensarán... efectivamente. Puesto que lo difícil es mirarse por dentro, ver esa zona oscura  donde guardamos especialmente lo que no queremos ver. Cuando abrimos esa puerta, recién entonces caben preguntas tales ¿soy mejor que el Otro? ¿soy capaz de cambiar al Otro? ¿el Otro va a cambiar? ¿cómo voy a ver al Otro? ¿me van a cargar los defectos del Otro, además de los míos? ¿vale la pena invertir mis ganas en cambiar lo que parece intransformable? ¿soy capaz de aceptar al Otro tal y como es?.
 
Si lo asumo, pues que sea en su Integridad. Te voy a querer como eres, todo el paquete completo digiriéndote con cuidado si algunos tragos son difíciles. No obstante, si tomo la decisión de NO aceptarlo. Seamos honestos: tomemos distancia pero además, no le hagamos la vida imposible.

 

 

martes, marzo 12, 2013

¿Qué leen las mujeres?


Hace unos días se generó una polémica (por llamarlo de alguna manera) en las redes sociales. Una famosa librería ofreció un 20% de descuento en Novela Romántica y Libros de Autoayuda por el Día de la Mujer… pisó el palito. Le llovieron un mil de comentarios. Infeliz comentario desde luego.  

¿Qué hizo rabiar al público? Puesto lo evidente: el estereotipo.

Más allá de las estadísticas de ventas, creo las mujeres siempre han leído de todo, públicamente o a escondidas. Lo curioso es que muchas de ellas no leen porque literalmente no tienen tiempo, entre sus ocupaciones laborales en la calle y las mismas en casa, caen rendidas a su cama y a veces, para irse desconectando del mundo prenden la tv o revisan una revista. Ojo, lo mismo pasa con los varones.

No estoy, hoy, haciendo una defensa al no-lector. No obstante, lo ocurrido me lleva a una pregunta que trataré de contestar con la pura intuición y basada en lo que sé que están leyendo algunas amigas mías.

¿Qué leemos las mujeres?

Pues de todo. Las hay aquellas que consumen lo último que ha aparecido en la mesa de entrada de su librería preferida. La última novela de Cueto, la de Roncagliolo, de tratarse de autores peruanos. Las hay aquellas que se van por el best seller de los últimos tiempos y se deleitan con las relaciones sadomasoquistas de Grey. ¡Bien por ellas! Las hay aquellas que revisan un libro de cocina de este o un siglo anterior. Las hay aquellas que leen la revista PODER y reflexionan sobre la realidad económica de nuestro país. Las hay aquellas que vuelven a revisar su novela preferida. Las hay aquellas  que estarán leyendo el último libro de Alan García. Las que leen la Biblia todas las noches. Las que leen libros de crianza. Las hay aquellas que leen biografías de mujeres u hombres célebres. Las que leen textos de filosofía para seguir indagando por el porqué de la vida.  Las hay aquellas que leen un cuento de niños a su hijo antes de dormir, y se duermen ellas leyendo….

Tenemos libros en la mesa de noche, en la cartera para los tiempos de espera, libros en la cocina, en la sala, en el comedor,  lectura en el baño, en el carro resultaría peligroso porque te podrían  agarrar desprevenida y romperte la luna -podría resultar ideal si te toca estar en la Av Javier Prado a las 6 pm-.

Las mujeres leemos señores, y leemos bien. A pesar de habernos mantenido por siglos relegadas a la educación. Las mujeres sabemos leer.

Yo estoy leyendo “El insólito peregrinaje de Harold Fry”, por segunda vez “El mono desnudo” y ambos me autoayudan.

Y tú, ¿qué lees?

viernes, marzo 08, 2013

8 de marzo



Tengo la suerte de estar rodeada de mujeres fuertes, inteligentes, trabajadoras, cultas, sensibles, hermanadas en la condición de ser mujeres que se han ido adaptando a los cambios. Mujeres que no se conforman, mujeres ambiciosas, llenas de energía, positivas…

Tengo la suerte de estar rodeada de mujeres a las que quiero, admiro, emulo.

Tengo la suerte de estar rodeada de mujeres con las que me río todos los días, cómplices para entender el laberinto de la vida.

Tengo suerte!

Feliz DIA DE LA MUJER!

miércoles, marzo 06, 2013


No  hay muerto malo, decía mi padre. Cuando escuchaba las grandes alabanzas en los homenajes, obituarios, o lo que fuere que se le hacía a alguien fallecido. Y es verdad. El o la susodicha puede haber sido un “hijo/a de la guayaba” pero vamos, que en el momento en el cual no es ciudadano de esta Tierra se vuelva casi casi “La beatita de Humay”.  

Mi asombro va especialmente, ahora que TODO se coloca en Facebook, cuando se recuerda a alguien, se celebra a alguien, o un aniversario, o lo que fuese… Las frases que se colocan para ponderar la figura, el sentimiento, el amor o similares. “Modelo de amor”, “muestra de moral”, “ejemplo de honestidad”, en fin… los ejemplos podrían llenar este post. No obstante, no estoy contra ellos, pero sí me parece que hay que bajarse un poquito la venda de los ojos.

Yo sé que tampoco vamos a brindar en honor del occiso: “Por mi padre que fue un inmoral, ejemplo de defectos más que de virtudes” ni tampoco “Por estos 50 años de matrimonio de felicidad ficticia meramente social” Pero no maquillemos lo que no es…

Un amigo me decía que su hermano había puesto unas palabras muy sentidas sobre su padre como ejemplo de virtud y devoción a la familia… cuando en realidad, tenía DOS familias… entonces él no sabía a cuál se refería este homenaje filial?

Los homenajes, elegía y panegíricos son saludables. Finalmente, somos humanos, nos celebramos y destacamos lo mejor de nosotros, pero hay que discrimir primero ¿no?