
Mis alumnos, me llenaron de preguntas: ¿cuál es la obra que más te gusta? ¿por qué hay gente que no lo soporta? ¿cuánto ha escrito? ¿el premio tiene plata o es así no más...? Traté de una y una manera con cubrir las expectativas que mis chicos y además, insistir que más allá de las ideologías y simpatías personales por el hombre VLL, había que valorar el aporte realizado a la literatura mundial.
Generalmente, los alumnos que tengo a cargo salen del colegio habiendo leído al menos dos obras: Los Cachorros y La ciudad y los perros. Son, finalmente, texto más afines a los adolescentes que, a pesar de la existencia de varias generaciones de por medio, encuentran ciertos elementos similares que confirman que , como digo yo: todos los adolescentes son iguales. En VLL vemos que como muchos autores que trascienden, su obra es atemporal y ello ya lo vuelve un clásico.
No quiero ponerme a divagar sobre mi novela predilecta o qué me gusta de su obra. Solo quiero compartir con ustedes algunas frases de este autor que marcan mi vida:
"Un persona que no lee, o lee poco, o lee sólo básura, puede hablar mucho pero dirá siempre pocas cosas, porque dispone de un repertorio mínimo y deficiente de vocablos para expresarse. No es una limitación solo verbal; es al mismo tiempo, una limitación intelectural y de horizonte imaginario."
"No existe mejor fermento de insastifacción frente a lo existente que la literatura. Para formar ciudadanos críticos e independientes, difíciles de manipular, en permanente movilización espiritual y con una imaginación siempre en ascuas, nada como las buenas lecturas. "
Estamos leyendo menos y hay tanto escrito y por escribirse. Mi conversación con mis alumnos terminó recordándoles que la literatura pertenece a las humanidades y es por esa razón que leer nos hace más humanos.
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