Estamos en octubre ¿no? Perfecto, pensé que me había quedado dormida como Bella y me había despertado dos meses después. Entré a mi supermercado (porque forma parte de MI vida) y con lo primero que me doy en con una plaga de adornos navideños. WHAT!!!!! Es que no puede ser. ¿Ya? ¿Tan rápido? Si recién ha terminado la campaña del Día del Padre... ahora me doy con esto y poquito a poco el Grinch que tengo dentro empieza a dar sus primeras manifestaciones. Demasiado pronto, demasiado pronto... por qué me agreden de esa manera con el espíritu navideño desde ahorita! Soy una víctima de las campañas comerciales.
2.
En mi supermercado también se venden entradas para los espectáculos. Este fin de semana, JC y yo hemos decidido ir al Teatro. Voy a comprar los tickets respectivos. Ante la pregunta ¿Señorita, cuál es el precio? La respuesta fue: X soles y jubilados .... Perdón! ¿Dijo jubilados? ¿Me planteó ESA opción? ¿No tuvo el decoro de escupirme a la cara una pregunta como esa? ¿Qué hace esta niña trabajando aquí? ¿Practica ella para agredir de esa manera a los clientes? ¿Jubilados? ¿Jubilados? ¿Tan mal quedo después de una jornada de trabajo y voy a hacer mis compras?
3.
Antes de hacer las compras, como toda mujer organizada hago una lista. De hecho, como muchas esta lista respeta el orden de la distribución de los productos, el orden de las góndolas y la decisión de ir por la derecha o por la izquierda. De ello depende aprovechar el tiempo a favor. Es importante por ejemplo, guarda también un orden en el carrito de compras, porque si pones los artículos de limpieza al lado de la comida, corres el riesgo de que tus galletas tengan sabor a detergente. Dicho lo anterior, confieso que me saca de mis casillas que me cambién de las cosas de sitio!
1 comentario:
Y Halloween, ¿nada?
Y con respecto a la compra, ¡se nota que fuiste alumna de mi madre! :-)
Publicar un comentario