martes, marzo 20, 2012

1/10 del hogar




La historia de hoy nos recuerda a un Juan y a una María que hace tiempo tengo muy abandonados. Debo aclarar que estos Juan y María son personajes ficticios pero que de una u otra forma reflejan ciertos comportamientos que algún lector podría ver en sus vecinos, en sus amigos, o desde luego…en ellos mismos.


Juan y María se van a mudar en 5 meses. Viven en un espacio que tiene una cocina enorme, sala, comedor, escritorio, cinco dormitorios, dos salitas familiares, cinco baños, terraza, jardín, etcétera que es un etc amplio por eso lo escribo completo. Se irán a un departamento que se reducirá (solo por comparación) a 3 dormitorios –cada uno con baño- , 1 escritorio, sala-comedor, cocina, baño visitas, zona de servicio.


María, desde luego, ya empezó a organizarse. Ha empezado por sacar de la casa ciertos objetos que no se llevará porque no van con su estilo o porque ha decidido que tiene gente cercana y maravillosa que puede cuidarle sus cosas con mucho cariño. También ha empezado a embalar algunas que sabe que no usará en lo inmediato y así cuando venga el día D (Desembarco en el Depa) el traslado será más práctico y ojalá, menos traumático para su salud mental. Ha donado a una biblioteca pública más de cien volúmenes que ha sido como desprenderse de una mano, amén de juguetes, colecciones truncas, entre otros objetos para los cuales siempre tenía lugar. María, en su previsión, ha decidido dividir la casa en 10 partes….


A Juan le corresponde 1/10: su escritorio………………… (los puntos suspensivos son largos porque tienen una razón de ser) El escritorio de Juan vive en suspenso, misma película de Alfred Hitchcock. Es más, María cree que si este genio del cine viviera y la magia del e-mail pudiera conectarla con él, le sugeriría se diera un paseo por el escritorio de Juan para escribir un guión con un simple título: “The studyroom…….” Algo así como “The birds”.

Juan está al límite de caer en la categoría “Acumulador”, y no es que acumule libros, porque ahí mi querida María no podría tirar la primera piedra (puesto que lo ganaría por K.O.) El gran tema de Juan son los papeles y lo que llamaremos educadamente las “huevaditas”. Las torres de papeles, torreones, torrecitas, torrejas o lo que sea, cuyas dimensiones varían son imposibles de calcular. Si bien es cierto hay picos en los cuales suben y bajan, el promedio se mantiene ahí.


Todos los domingos Juan sale con unas cuantas bolsas, orgulloso de ir a Wong a dejar varias en las papeleras de reciclaje, bolsas que María mira totalmente escéptica. Y siempre piensa que simbólicamente es como si alguien que pesa 100kgs se sintiera orgullosísisisisimo bajar 200 grms. ¿cómo haríamos?

Se me está acabando el tiempo y no puedo terminar porque no sé cómo termina… Juan cuenta ahora con un ángel salvador que le está escaneando papeles que botará antes de estos cinco meses. Lo curioso es que regresan las cajas con el usb (de lo escaneado) pero tampoco ha botado el contenido de las cajas. Claro, ahora los papeles se ven “ordenados” porque están en unos lindos tapers gigantes que María compró en Sodimac.


Quedan cinco meses, el reto es enorme… felizmente que hay una claúsula que indica que a la entrega del departamento tiene dos meses para mudarse. María cree que se mudará sola, Juan se quedará con su 1/10 organizándose….

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que Maria tendrá que tomar soluciones mas drásticas si es que quiere que Juan deje de ser acumulador y se pueda mudar al nuevo depa con menos bagaje y empezar fresh (y volver a armar su bunker en la casa nueva, claro esta)...alguna apuesta? Premio consuelo? Recompensa? Soborno?...quiero saber el final de esta historia.
Viva

Anónimo dijo...

Yo tengo un jefe que es igualititito a Juan jejejeje! Fuerza María! -- Mariella.