jueves, agosto 23, 2012

...y llegó el día

No puedo dejar de escribir este post porque entonces no sería yo. No sería madre, no sería la mujer que en este momento se está debatiendo entre la alegría, el entusiasmo, la ansiedad y la tristeza. Puesto que hoy, pongo a prueba algo que siempre he predicado: no somos dueños de la vida de nadie... ni siquiera de la nuestra.

Hoy acepto una vez más, públicamente, que no soy dueña de la vida de mis hijos. Claro, es contradictorio, ya que fui yo la que se las dio. Hoy acepto una vez más, que la vida que alguna vez me perteneció durante nueve meses menos un día, no es mi vida: es de ella. Hoy acepto una vez que ese cordón que cortaron allá por el año 1990 marcará una distancia mayor: diez mil kilómetros. DIEZ MIL! Es un escándalo, es un horror, es un segundo en el Skype.

Mi chiquita se me va. Echa vuelo y se me va. Abre alas a un mundo que la espera ávido para darse un revolcón conjunto. Abre brazos para fundirse en un abrazo que le devolverá en cada poro un fragmento de cultura milenaria, un fragmento cosmopolita, una gota, un suspiro, un trozo de pan.

No soy dueña de su vida, jamás he pretendido serlo -aunque ella a veces así lo sienta- pero el recuerdo carnal de haberla tenido en mi vientre pateando, moviéndose, dispuesta a absorber cada molécula me da cierta prioridad de ser la primera de la fila en tener estos sentimientos encontrados. Sigue siendo tan mí que si  ella gana, yo gano; si ella llora, yo lloro; y cuando ríe no hay música más maravillosa para mis oídos, igual de maravillosa que cuando ríen a coro los dos... No obstante, no soy dueña de sus vidas: ni de la ella y de la su hermano.
Anda, corre y vuela Mica, el mundo es tuyo: chápatelo que te espera!

2 comentarios:

@ido__ido dijo...

Claudia! Ánimo, el tiempo apsará volando y será una experiencia increíble para Mica!!! Y piensa que en unos meses estaréis por aquí visitándola y en menos que canta un gallo, la tienes de vuelta. Lo dicho, en cuanto tenga teléfono, que me avise y la voy llamando a ver qué tal va, y en Octubre que iré a BCN, la visitaré.
Besos!!!

Anónimo dijo...

FUERZA... vuelan del nido pero siempre regresarán!
besos para ti y suerte para Micael,
anamaria