martes, noviembre 20, 2012

Ella era una chica plástica...

Estaba tratando de recordar qué era lo más lejano que recordaba de mis juegos infantiles enlazada con la pregunta que me hicieron el otro día: ¿qué muñeca tenías de niña?

Cabe destacar que aquellos –como yo- que pasamos entre los cinco y los trece años aproximadamente entre 1968 y 1980 vivimos una época en la que no había nada importado, y muchos de los juguetes los habíamos heredados de nuestros hermanos mayores.

Yo amaba las Barbies. Las recuerdo plenamente pero eran las de los ´50s heredadas de mis hermanas, unas Barbies que hoy serían “vintage”, más duras que hueso de perro y plásticas hasta el tuétano. La ropa se la había cosido mi abuelita y cuando mis papás viajaban a USA, y traían algo para el ajuar de esta “estrella” era lo máximo.
 
Una querida amiga mía, tenía la mejor colección de Barbies que puedo recordar. La ropa, los zapatos, las joyas,,, destaco para su Barbie pelirroja, un vestido verde esmeralda hecho de tul que era maravilloso. Claudia Ferraro, te debes acordar de esto, ¿no? (hoy pienso en la actriz Cristina Hendrix y hago el enlace inmediatamente) Su papá además, que era una persona muy creativa, se había encargado de hacerle todo el mobiliario. Jugar a las Barbies en su casa era ir a Disneylandia.


Escuchaba el otro día una historia espectacular. Como no se podían comprar Barbies de Mattel... ¿qué podías hacer si no tenías al Ken? Una chica, de hecho, pensante y con genes de científica adelantada a su tiempo, encontró la solución: escogió a la muñeca más feúca, le cortó el pelo y con una vela le derritió las tetas: o sea, Ken caderón, pero Ken al fin y al cabo.

Yo tenía un cajón de juguetes de madera y allí se guardan las Barbies, Kens, Skiper, Tuttie… todas las tardes salían de ese espacio y sobre la tapa del cajón armaba la casa… lo que hoy sería “un loft”. Grabado en mi memoria está el día en que me fui sin ordenar y dejé a todos calatos para guardarlos al día siguiente… El grito: ¡Claudia! ¿¿¿¿Me puedes explicar por qué has dejado a estos muñecos calatos????? Yo tenía ocho años...

Estas muñecas acompañaron toda mi niñez hasta mi adolescencia temprana. Cuando tuve a Micaela, no dude en comprar cuanta cosa vinculada a estas pude para que compartiera esa misma infancia a pesar de la lejanía temporal.

Estas muñecas fueron las heroínas de mi infancia. Mi homenaje a las chicas plásticas.

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