martes, febrero 05, 2013

Histórica pasión





Amo la historia. Amor LA Historia. Muchas veces pienso que si no hubiera estudiado Literatura, me habría matriculado en la Especialidad de Historia. Aunque claro, están sumamente relacionadas.


En el colegio tuve un profesor motivador, que fomentaba la discusión en clase. Era marxista. Hubo ocasiones en las que de “castigo” nos mandó a leer textos sumamente interesantes que hoy agradezco. Con pena, la Reforma Educativa haría lo suyo y recuerdo que en 3ero, 4to y 5to solo estudié la Revolución de Túpac Amaru. Detalle que le comenté más de una vez. Andaba atado de pies y manos el pobre.

Cuando me preparaba para entrar a la Universidad, Marcos Cueto –gran historiador- fue mi profesor: maravilloso!!! Sus clases eran espectaculares y aprendí de Historia Universal lo que la Reforma me había quitado. Bajo el brazo cargaba mi Secco Ellauri que era –en ese entonces- el libro de cabecera para aprenderte todo lo que había pasado en el mundo.

Dentro de la literatura, y me refiero a lo producido, he logrado encontrar textos en los que se conjuguen ambas vertientes humanísticas. Así, he confirmado que me encantan las novelas históricas (que tienen mucho de histérico) pues de alguna manera te cuentan cómo es la época en la que se ubican y de paso el autor sazona un poco la vida de los personajes escogidos. Un poco de verdad, un poco de ficción… y si ésta está bien contada: qué mejor.

Por ejemplo, siempre le recomiendo a mis alumnos la saga de Los Reyes Malditos, en este momento no recuerdo el nombre del autor, pero trata de la historia (son siete tomos) de Felipe IV de Francia (en plena Edad Media) y de su descendencia. Eran malditos porque les cayó una maldición.

La historia enriquece, enseña, produce análisis, reflexión, nos ayuda a contemplar la vida de otra manera, a conocer el pasado y temer del futuro. La literatura recrea el mundo, convierte la ilusión en realidad, destruye o enaltece a los involucrados. 

De estas hay novelas para todos los gustos, no precisamente son muy profundas ni nada parecido, ni tampoco llegan a ser biografías  sistematizadas que podrían resultar aburridas y llenas de datos. Como bien dije, “novela histórica”. Vale la pena darles una miradita.

1 comentario:

Alessandra dijo...

Gracias por el dato Claudia, yo AMO las novelas historicas.
Besos desde Italia.