Me sugirieron desarrollar algunos de los temas que publiqué en la lista del 7 de junio. Empiezo hoy usando el mismo orden. Aclaro que no desarrollaré todos, solo aquellos que recibieron mayor acogida.
Siempre hemos escuchado que “genio y figura, hasta
la sepultura”. En la gran mayoría de los casos esa máxima es totalmente cierta.
Nacemos con varios condicionamientos genéticos a los cuales no podemos
renunciar. El entorno y la educación van haciendo también su propio trabajo. Al
ser adultos, somos el resultado de estos tres componentes que hemos ido
cargando y moldeando desde niños.
Por ejemplo, hay personas egoístas en diferentes
versiones. Tomo ese ejemplo porque creo que es el más común. EGO (todos lo
tenemos) y se toman cantidades de decisiones basadas en nuestro propio
beneficio antes que en el del otro. No hay que ser ciegos. Sin embargo, se
puede dar el caso de observar a gente solidaria, desprendida, personas que a pesar
de lo que vive mide su egoísmo natural, lo sopesa y controla, tal vez se tenga
la inteligencia de imitar (emular) ese comportamiento en situaciones concretas.
Bien por ello, pero luego… el carácter sale y se es, lo que se es.
Otro ejemplo típico de la convivencia. Me adecuo a
mi marido, él se adecua a mí. Pero siempre tendrá sus manías (su desorden) y yo
las mías (mi orden). Las discusiones de pareja caseras y mínimas desaparecieron
casi por completo cuando POR FIN decidimos que reconocer que la esencia que
conocimos en los 80s no había cambiado y menos, NO lo iba a ser.
El pesimista es pesimista, el optimista también,
está el dramático, el exagerado, el celoso, el envidioso, el mediocre, el doliente, el sarcástico. A veces no los hace ni
mejor ni peor. Pero si lo tienes de amig@ o pareja recuerda que no lo vas a
hacer cambiar: quiérelo tal como es. Si no te gusta, huye. Si no lo reconoces... te recomiendo ser más observador. Puede pasar desapercibido y causar un gran daño cuando ya tomó dominio del terreno.
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