Por el título de esta reflexión comprenderán que tocamos un tema álgido y delicado, pero después de haber visto muchísimos casos esto genera en mí ciertos pensamientos para compartir.
Debo aclarar que nunca tuve UNA suegra, pero me gané con cuatro suegras postizas que trataron de hacer ese papel a cabalidad, o sea que tuve que lidiar con personalidades diversas y variopintas, pero ése no es el tema. Suegro, tampoco tuve...
Vale la pena pensar un poquito en por qué la imagen de la suegra es tan satanizada, qué hay detrás de esa figura maternal absorbente, oscura, demandante, sufrida, dramática, quejosa, dominante, jamás dispuesta a ceder en su esencia, aunque públicamente sea una dulce paloma? Corresponde todo lo dicho anteriormente a la realidad? o ¿simplemente es un personaje que la ficción colectiva ha ido alimentando a través de los años?
Tengo un par de imágenes de infancia de suegras fenomenalmente temibles: Endora de Hechizada y la madre de Vilma Picapiedra (suegra, mi querida suegra en las palabras de Pedro). Eran genialmente un ícono de la televisión. Creo que algunas de nosotras creció con ese modelo de conducta y se imaginó a la madre de su marido con esas características. Peor aún, los maridos crecieron rogando a la Divina Providencia que sus suegras no fueran así.
Sin embargo, me pregunto, ¿cuál puede ser la razón real de estas especiales relaciones que establecen sus propias reglas de juego familia a familia?
Dos palabras clave: PODER y CELOS. Terribles celos, porque cuando una tiene un hijo piensa... quién será la tarada que se lo lleve para siempre? Porque digan lo que digan es verdad: la cabra tira al monte y el hombre una vez que se casa tira para la familia de la esposa, es natural; es casi una ley de vida. Visita a sus padres, pero son mayores las veces que va solo que acompañado. Para algunas suegras sería "mal acompañado". Sin embargo, esos celos pueden dominarse, hasta desaparecer cuando entre ambas se establece una relación de complicidad, de amistad forjada a través de la tolerancia y flexibilidad de ambas partes, en donde el susodicho "hijo de mamá" no tiene ninguna injerencia. Sólo las involucradas serán las que decidan qué tipo de relación querrán tener mientras vivan.
Por otro lado, también es un problema de PODER y ése es más grave. ¿Quién tiene más poder sobre este ser que finalmente pasa de depender de su madre a depender de su esposa y que por momentos se siente "atormentado entre dos amores" ? Esa guerra puede durar toda la vida (conozco varias), y habrán batallas ganadas por cada bando, banderas blancas de vez en cuando (léase Navidad, por ejemplo), pero por dentro una espina contínuamente clavada en el corazón que puede ir acompañada de la frase: "Amor, haz un esfuerzo, es mi mamá".
Con los suegros es más fácil. Se hacen los duros, pero ceden más rápido: no son conflictivos. Si eres nuera te lo puedes meter al bolsillo con un postre, un guiño de ojo, una broma en el momento indicado o un beso cariñoso cuando menos se los espera. Ojo, que evidentemente hay excepciones y terribles. Existe una generación de suegros que se creen los patriarcas y que no admiten que sus hijos se hayan casado con una plebeyas que no los merecen, en realidad patriarcas que siguen viviendo en siglo XIX cuando las mujeres no tenían ni voz ni voto. A esos no les voy a dar mi atención.
La cosa cambia cuando eres yerno. Alguna vez escuché una frase célebre de un padre mientras le cambiaba el pañal a su hija recién nacida: Nadie sabe para quién trabaja... Frase sabia y digna de antología. CELOS proyectados a un futuro lejano pero que de la noche a la mañana se vuelve una cruel realidad: a TU niñita se la va a llevar OTRO. Va a ser de OTRO, ya no va a ser tuya. Peor aún: se va a meter a la cama con ese individuo que no precisamente era lo que tú esperabas para ella y será (tarde o temprano) el padre de tus nietos!!!! Y los CELOS se los tiene que guardar y aunque no lo quiera aceptar, algún día tendrá que hacerlo porque "el que se pica, pierde'". NO obstante, aquí queda claro que no hay problemas de PODER.
De lo dicho anteriormente se puede confirmar la diferencia entre un suegro y una suegra:
ellos: CELOS / ellas: CELOS + PODER
Hay suegras maravillosas, que han logrado saltar la valla de la mezquindad y el egoísmo. Creo que son aquellas de mentalidad más moderna, más consciente. Aquellas que son capaces de ver en sus nueras a aquella mujer que quiere bien a su hijo y que "se" lo va a cuidar, que lo va a aguantar, que no lo alejará de ella sino todo lo contrario. Esas mujeres son un regalo de la Divina Providencia, No es una enemiga es una aliada.
Hay otras más sui generis, aquella que con el pasar del tiempo se pone del lado del yerno/ la nuera antes del lado de su propia sangre (ésa también es temible pues el hijo/a siente que la madre ha cometido una traición imperdonable). También hay suegros que le abren su corazón al yerno generosamente recordando que "el toro fue ternero".
En toda generalización existe el peligro de vivir con estigmas, creo que Endoras hay en cantidades industriales, pero no todas son así. Les juro que desde ahora me estoy concientizando para no ser una bruja.....
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