domingo, junio 21, 2009

Celebremos al PADRE... en nuestros tiempos.

I
La publicidad me empieza a atacar. Se acerca el Día del Padre y nuevamente la televisión, los periódicos y los catálgos de los grandes almacenes. Todo me ataca, todo me obliga a ponerme a pensar que cada vez somos más materiales y menos espirituales. HAY QUE comprar para demostrar afecto. Tan simple como esto.

II
Veo el catálogo de Ripley, al menos reconozco a varios personajes de la high society limeña o como se dice: la gentita. Ciertos caballeros que son padres de familia que salen con ropa del almacén para publicitarla. Al menos, por la foto, se habrán asegurado un buen regalo ($) por su día.

III
Veo el catálogo de Saga Falabella. Pienso: estas criaturas que modelan la ropa: serán padres? Aisladamente hay algunas fotos de estos jóvenes con niños que los miran, que los contemplan en la lejanía, como a esos maniquíes que están en las vitrinas. Estos chicos no deben de tener ni siquiera DNI… ¿qué tipo de PADRE representan?

IV
No veo ningún padre real, común y silvestre. El que REALMENTE compra en Ripley o Saga. El barrigoncito, el que suda, el que carga los paquetes. No veo ningún “todas las sangres” como diría el verborreico Toledo. No veo padres de carne y hueso.

V
Me imagino por el Día del Padre un catálogo más variopinto. En la carátula que tendría que ser de tres cuerpos: al pavo real de triple pechuga, Alan. Vestido con blue jean, camisa a cuadros y chompa abierta. Casi casi una imagen del Oso Fumarola. Dentro podrían estar Antero Flórez Araoz con una blazer azul y un pantalón de drill, mismo capitán de yate. A Yehude con una bata de franela y pijama polar y para darle un look globalizado al Padre Alberto Cutié en la sección de ropa interior.

¡Qué lindo, no!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Evidente, cierto y crudo. El mercantilismo nos azota por los cuatro puntos cardinales. ¿Hasta cuando?.

Saludos (: