jueves, enero 28, 2010

Soy el hígado de Juan

Juan sabe tratarme bien cuando celebramos... es decir él y YO hacemos una buena pareja cuando de tomar un trago juntos se trata. Soy el hígado de Juan. Hay varias formas en la que hago que Juan reaccione, y por ello he preferido en esta ocasión organizarme en algunas formas típicas que muchas Marías (y otros Juanes) podrán reconocer(se) en su lectura.

1. Juan el yotestimo: Este es el comportamiento típico de Juan, cuando chupa solo con sus amigos y empieza a recordar los viejos tiempos que se pueden remontar a cuando jugaban con pelota de trapo, estaban en Kinder o coleccionaban figuritas de algún mundial. El abrazo fraterno es típico y desde luego la verborrea en donde predomina el ón es la palabra predilecta. ¿Te acuerdas ón?, ¿Así era ón?, ¿tas seguro ón?, ¡Tú siempre has sido mi pata ón!

2. Juan el cabezadepollo: Es el comportamiento que a veces aparece en él si es que es viernes y la semana ha venido cargada. Juan se toma un trago y se queda seco, o en calidad de bulto. También puede ocurrir que se toma rápidamente hasta el agua de los floreros y en esta ansiedad malsana cae rendido, de cara entera sobre... un plato de comida, una hamburguesa con cara de mostaza....


3. Juan el desinhibido: Se suelta la corbata, se suelta las trenzas. Juan es feliz: canta -en un evidente desentono-, dice lo que nunca dice, hace lo que nunca hace. Casi casi parece un digno representante del Cirque du Soleil: hasta hace malabares. De hecho cuenta los mejores chistes y si son malos... se ríe solo.

4. Juan el cargoso: ¡Pobre María! Puesto que pasa horas en queriendo retirar Juan de la reunión y él no se deja, por el contrario: hace gala de ser un hombre cariñoso, adulador, abraza a María, se cuelga de María... ella, estoica, soporta los estoques de la vergüenza propia y ajena, y busca con la mirada gestos solidarios que la ayuden con el mochilón en el que Juan se ha convertido.

5. Juan el orador complejo: habla, habla, habla y no para de hablar. Eructa de vez en cuando... y sigue hablando. A veces se complica un poco, porque habla, habla, habla y le da hipo y una vez que arranca con el hic hic hic no hay remedio que valga. Ni pegar la lengua a la pared, ni tomar el agua por el lado opuesto del vaso: nada de nada.

6. Juan el yosoylomásimo: Give me the power! Esa es su ley. No hay más. Juan está convencido de que todavía puede hacerlo todo: todavía puede hacer el 4, todavía puede ser coherente, todavía puede manejar el carro, todavía puede vocalizar, todavía puede caminar en línea recta, todavía puede guardar la compostura. ¡Deja que yo puedo! Su frase preferida.
Soy el hígado de Juan y la verdad es que confieso que tampoco lo paso maravilloso, porque al día siguiente ambos siempre pensamos: ¡no vuelvo a chupar así nunca más!

4 comentarios:

Lucila dijo...

Hola estuve revisando tu blog y me parece muy interesante y entretenido, sobre todo que la información es detallada y precisa, espero que sigas posteando más temas para informarnos y comentar.
Saludos.

Guissella dijo...

Déjame felicitarte, que bueno que está tu blog los temas tienen la información exacta que me interesa, sigue posteando más sobre estos temas.
Felicitaciones.

Claudia dijo...

Gracias, recuerden que la historia de este blog ya tiene sus par de añitos, por lo cual hay varias cosas por revisas...algunas mejor que otras.
Claudia

Anónimo dijo...

¡Demasiado! Me he matado de risa y he visto con "claridad", los estados de Juan.
¡Eres un éxito!