lunes, febrero 08, 2010

Chip, Dale y Ratatouille...



Seguramente muchos limeños se habrán percatado de la proliferación de las ardillas en ciertos barrios de la ciudad. De hecho, alguien me decía que en los lejanos 70’s recordaba en los rincones de su memoria haber visto alguna paseándose por las inmediaciones de El Golf. Seguramente, alguien travieso se importó a un par de ardillas canadienses como mascotas burlando la seguridad del personal de aduana de la época, simplemente porque las ardillas son lindas… (¿¡?¡)

El estereotipo de Chip y Dale (maravillosos personajes de Disney –tranquilo Moñi-) que los dibujos animados nos han ofrecido por años, le han dado una especie de inmunidad para pasearse a su antojo por los cables aéreos compitiendo en ello con las cuculíes que nos invaden. Estos animalillos con cara traviesa, ojos inquietos y dientes delanteros destacables nos encandilan tanto que comentamos a su paso: ¡Mira qué linda la ardilla! Niños y adultos disfrutan la imagen.

Tengo que confesarles que a mí, por el contrario me atemorizan. La imagen de Chip y Dale no me ha logrado engañar para estar convencida de que las ardillas son los parientes cercanos de las ratas, sus parientes lindos… pero sus parientes al fin y al cabo. Como roedores (pertenecen a la familia de las Ratufinae, es decir: son las pitucas del pueblo) y seguramente si les depilamos la cola, y le ponemos un poco de botox en los ojos, quedarán como sus vulgares parientes.

Investigando, puesto que tengo mis obsesiones, descubrí que una linda ardillita puede llevar encima de treinta a cuarenta pulgas, entre otros insectos y ácaros, que intercambian con las ratas. ¡Qué hermosas!

Pero así son los estereotipos, desde 1943 nos han vendido la imagen de la ardilla linda y recién en el 2007 nos empiezan a vender a Ratatouille como una rata simpática, rechoncha y poco intimidante. Por favor, recuerden la imagen de la rata de “La dama y el vagabundo”, es simplemente espantosa.

Sin embargo, así somos los humanos. Chip y Dale son pura ternura y Ratatouille todavía no convence. En las películas de Hollywood todos los narcos son latinos, todos los negros agarran la pistola para abajo, ambos son ladronzuelos o al menos ilegales. Estereotipos de los buenos y convincentes.

Y recuerden, si se les acerca una ardilla aléjense… no vaya a ser que quiera cariñosamente clavarles ambos incisivos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te cuento que yo he tenido una ardilla en casa por casi tres años!!!!!

En un viaje al norte uno de esos vendedores de iguanas y demás se la puso a uno de mis hijos en el hombro y no pudimos resistirnos a su encanto... además estaba deshiratada y desnutridita la pobre... era una cosa maravillosa verla comer ciruelas y mangos!!!!


Era muuuuy graciosa, pero tuvimos que llevarla finalmente a la católica y esperar unos días a que se "aclimatara" para introducirla a la vida silvestre. Ya la jaula (que era enorme como para veinte o más pájaros) le resultaba chica y nos daba pena verla correr ahí dentro...

Todavía mis hijos se preguntan si alguna de las ardillas que les roba el almuerzo en la cafeta a los alumnos de artes de la católica es " Rabito" !!!!

PD Adoro a los pericotitos.... colecciono todo tipo de figuras, adornos, peluches, llaveros y demás de roedorcillos... (no ratas grandes) me gustan los bebés! Incluso muero por los puercoespines!!!!

"Sobre gustos y colores no han escrito los autores...."

Sorry por la larga repuesta a tu blog pero tocaste tema sensible....jijiji

Carla H