Hace poco estuve en una reunión con un grupo numeroso, y comprobé que ya nadie fumaba. El número de ex fumadores era amplio y de hecho, estos ya nos habíamos retirado del vicio largo tiempo.
No sé si serán la leyes anti-tabaco, o la concientización a la que estamos sometidos, o a la marginación que se le ha castigado al fumador, pero lo cierto es que al menos, en ciertos grupos generacionales el cigarro “ya fue”. Es curioso, porque igualmente podemos ver a muchos jóvenes en su curiosidad por experimentarlo todo, fuman como si el mundo se fuera a acabar mañana.
No obstante, cuando era fumadora y ahora también me lo sigo preguntando: ¿por qué no existe la misma concientización y marginación con las bebidas alcohólicas?¿ se mueve más dinero en ese medio que implica que mejor pasamos “piola” y no le hacemos una guerra real y frontal?
Particularmente nunca he visto un accidente de tránsito causado por fumar en demasía, y seguramente la hoja quedaría chica si tuviera que colocar estadísticas sobre la cantidad de muertos que hay por culpa de un conductor ebrio. Mientras que el fumar, jamás ha causado ninguna alteración del comportamiento social de nadie, basta ver a nuestro alrededor cómo la ingesta de alcohol en dosis altas vuelve a la gente ridícula, violenta, vulnerable o simplemente insoportable. Un cigarro no lo hace.
De hecho, sé que es un tema polémico, pero me jode que no haya esa concientización especialmente con los chicos y chicas que ven como “iniciación” para la adultez la ingesta indiscriminada de trago como una necesidad. Y peor aún, padres que en su mal entendido estilo liberal fomentan sin “querer queriendo” que sus hijos “chupen con ellos puesto que pueden controlar lo que toman”, pero ay! si los ven con un cigarro en la mano. Después vienen los comas etílicos, las borracheras con consecuencias incontables, los inicios sexuales inrecordables, entre otros hechos de los cuales es mejor, a veces, mantener discreción y silencio.
No sé si serán la leyes anti-tabaco, o la concientización a la que estamos sometidos, o a la marginación que se le ha castigado al fumador, pero lo cierto es que al menos, en ciertos grupos generacionales el cigarro “ya fue”. Es curioso, porque igualmente podemos ver a muchos jóvenes en su curiosidad por experimentarlo todo, fuman como si el mundo se fuera a acabar mañana.
No obstante, cuando era fumadora y ahora también me lo sigo preguntando: ¿por qué no existe la misma concientización y marginación con las bebidas alcohólicas?¿ se mueve más dinero en ese medio que implica que mejor pasamos “piola” y no le hacemos una guerra real y frontal?
Particularmente nunca he visto un accidente de tránsito causado por fumar en demasía, y seguramente la hoja quedaría chica si tuviera que colocar estadísticas sobre la cantidad de muertos que hay por culpa de un conductor ebrio. Mientras que el fumar, jamás ha causado ninguna alteración del comportamiento social de nadie, basta ver a nuestro alrededor cómo la ingesta de alcohol en dosis altas vuelve a la gente ridícula, violenta, vulnerable o simplemente insoportable. Un cigarro no lo hace.
De hecho, sé que es un tema polémico, pero me jode que no haya esa concientización especialmente con los chicos y chicas que ven como “iniciación” para la adultez la ingesta indiscriminada de trago como una necesidad. Y peor aún, padres que en su mal entendido estilo liberal fomentan sin “querer queriendo” que sus hijos “chupen con ellos puesto que pueden controlar lo que toman”, pero ay! si los ven con un cigarro en la mano. Después vienen los comas etílicos, las borracheras con consecuencias incontables, los inicios sexuales inrecordables, entre otros hechos de los cuales es mejor, a veces, mantener discreción y silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario