lunes, abril 05, 2010

El oráculo del siglo XXI

I
De hecho, los asiduos lectores de este espacio, habrán concluido ya hace algún tiempo que una de las fuentes de inspiración son mis alumnos. Son mi vitamina diaria, mi energizante y de una u otra manera me llenan de ideas nuevas. A veces vienen en bocanadas de frescura y otras con una fuerza incontrolable que yo misma tardo en reconocer: rebeldía, frustración, ocio, flojera, entre otras muchas emociones que se les sale por los poros. Ser adolescente no es fácil en estos tiempos, aunque lo parezca.

En clase se nota que, a pesar de que no quieran mostrarlo, están sedientos por saber, por conocer, por estar enterados y si les cuentas una historia qué mejor que mejor... puesto que ser un oyente los mantiene todavía seguros en el terreno de la infancia que los va dejando y a la vez les despierta una curiosidad por un conocimiento que sabrán los volverá medianamente más cultos o "cooltos".

II
El mito de de Edipo cuenta la historia de este lejano personaje griego que tuvo que cargar con un horrible destino: matar a su padre y casarse con su madre. Los dioses, habían marcado su vida con esta suerte de maldición por razones que no vamos a discutir y él, como buen protagonista de una tragedia griega, a pesar de que hizo todo lo indecible no pudo eludir el cruel destino.

Entender a Edipo es entender antes lo qué era el Oráculo, puesto que es ahí donde él se entera de su futuro, de SU verdad. Ante el supuesto infundio de un borracho en una cena real: Eres un hijo supuesto... Edipo va al oráculo y en vez de preguntar: ¿Soy adoptado? Se complica la vida y pregunta: ¿Quién soy? Es decir, se pone la soga al cuello, no sabe buscar. Puesto que el sacerdote que lo atendió ese día le dijo: "Eres el maldito que matará a su padre y se casará con su madre". Lección: cuando uno va al oráculo tiene que saber qué va a preguntar.

III
Mis alumnos también tienen un Oráculo. Los tiempos modernos les han entregado un lugar en donde pueden encontrar la solución a sus dudas, a sus pesares. Pueden resolver una tarea, pueden encontrar un concepto, pueden leer el resumen básico de un libro, pueden plagiar un trabajo. Basta pues, con ingresar por la puerta del santuario y descubrir que el sacerdote/tiza Google es capaz de mostrarnos el camino. El oráculo del siglo XXI está ante nuestro ojos, nuestra verdad está en la Internet.¡Es simplemente, MARAVILLOSO!

Y ojo que, los adultos también lo hacemos. Por ejemplo, cuando se quiere ver la VERDAD de alguien, cuando quiere comprobar CUÁNTO existimos, a veces CUÁL es el sueldo, QUÉ amigos tiene, QUIÉN tiene por familia, en fin preguntas a montones. Cualquier red social, cualquier página de alguna entidad del estado, alguna foto encontrada por ahí, un artículo, la web de su trabajo. Tuyo o ajeno ahora sí: el destino está expuesto.

Si quieres saber algo, habrá que saber buscar. Edipo tal vez hubiera encontrado una salida y habría escapado (ojalá) a su siniestro destino.

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