jueves, abril 22, 2010

La cuarentona


a mi amiga Patty L. por la idea
Hoy, jueves 22 de abril se cumplen 40 años de la creación del Día de la Tierra. Justamente a raíz de lo descalabrado que se hallaba el clima surgió la idea de que la pobre había llegado a su menopausia, es decir: a veces ni sentías los síntomas y otras la factura te la pasaba con creces. Si observan no con mucho detenimiento hay días frescos, otros que los calores derriten hasta el último rollo de tu ser, que claro con la acumulación de grasa por los cambios hormonales cada vez tiene…. más cadencias. Todo lo que está relacionado con ella anda patas arriba: clima, movimientos internos, mareas, vientos… la lógica conocida ha perdido toda noción y claro, los meteorólogos son –como siempre lo han sido- cada vez menos acertados.


El día de celebrar a la TIERRA cumple cuatro décadas y rescato ciertas frases del poeta taxista de Arjona: (...) su figura ya no es la de los quince, (...) y esa fuerza volcánica, (...) no le quite años a su vida. Pero la pobre TIERRA llegó agotada, malhumorada, y harta del trato que ha recibido en los últimos años.


La TIERRA está menopáusica y no la lleva bien. Tiembla por aquí, se desmondonga por allá, siente calores acullá, y entre tragedia y tragedia trata de sobrevivir al caos desatado sobre ella, por ella, contra ella. Es incomprendida, es maltratada, es marginada. A pesar de que algunos pocos tocan alarmas, llaman la atención del resto, trabajan por maquillar o inclusive intervenir quirúrgicamente el daño causado por el paso del tiempo, por el paso (desastroso) de la raza humana –la más depredadora de todas-.

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