lunes, julio 11, 2011

... no podía ser menos



Escuché a Facundo Cabral en mis tiempos universitarios, y lo seguí escuchando durante los tiempos posteriores; ahora, me llegó la noticia de su muerte, y recordé tanto. Él murió con la vida arrancada de las manos, con el amor a la vida que transmitía en sus canciones, con el amor a la justicia, con optimismo, con humildad...

Les dejó esta suerte del himno a la vida. Palabras que deberían ser la oración diaria de todo ser humano...


Esta es la canción que canto cada mañana al despertar,
para agradecerle al Cielo,
la gentileza de un nuevo día,
es decir de una nueva oportunidad.
Porque siempre se puede empezar de nuevo.

Este es un nuevo día,
para empezar de nuevo,
para buscar al ángel,
que me crece los sueños.

Para cantar,
para reir,
para volver
a ser feliz.

Todos nacemos con un ángel de la guarda,
pero pocos lo conservamos,
todos tenemos una conciencia,
pero pocos la escuchamos,
Hay quien prefiere la televisión.

Todos somos ricos, es decir hijos de Dios,



pero pocos lo sabemos.

Perdona hermano que yo no entienda que no seas feliz
en tan bello planeta,
que hayas hecho un cementerio de esta tierra,
que es una fiesta.

Tienes un corazón, un cerebro,
un alma, un espíritu,
entonces cómo puedes sentirte pobre y desdichado.

Ahora mismo le puedes decir basta a la mujer que ya no te gusta,
al hombre que ya no amas,
al trabajo que odias,
a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito,
a los que quieren dirigir tu vida.

Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste,
porque la vida es aquí y ahora mismo.

Este es un nuevo día,
para empezar de nuevo,
para buscar al ángel,
Que nos crece los sueños.

Para cantar,
para reir,
para volver
a ser feliz

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