Para Joel, porque es una maravillosa costumbre adquirida
hace un año…
Mi querido colega Grinch:
Vi tu foto en Facebook lo suficientemente elocuente (titulada “I hate
Christmas season”) para sentarme ipso
facto a escribir este post. Ya decía yo que me faltaba un chispazo de encendido
para comunicarte cómo me siento en este periodo.
Te cuento que este año, curiosamente y por esos azares de la
vida: yo estaré ahí y tú, estarás acá. Mis alumnos dirían: ¡inédito! Adjetivo
que ahora se usa de una manera cotidiana, aunque sigue usándose el clásico y
emotivo: ¡Asu! ¡Qué paja! En fin, después de esta mini reflexión lingüística
paso a comentarte lo siguiente.
Yo había previsto que como tenía que ir al viejo continente
a ver a mi primogénita por no desprotegerla del manto materno, tenía que
aprovechar estas fiestas para empujarme doce horas meritorias de viaje. Qué mejor,
pensé… estar el 24 volando sobre la superficie terrestre y pasar el famoso y
vilipendiado -por nosotros- saludo navideño. Es decir, ir a medianoche por el
aire y agarrarle el poto a Papa Noel. Aunque nos parezca ridícula su presencia
en este hemisferio. No obstante, la eficacia de las líneas aéreas contribuyeron
a hacerme una mala pasada, y resulta que abreviando la historia, tuve que
cambiar mi vuelo para el 23.
De ahí que, como nuestra llegada a Barcelona no
estaba diseñada de esta manera, el día 24 alguien tenía que darnos cobijo en
Madrid, antes de tomar la conexión del día siguiente. Es decir, aunque la
historia se aleje y pueda sonar blasfema, parecía casi casi como que buscando posada en
Belén un 24 por la tarde porque no hay sitio en ningún lado. Debo destacar que
mis grandes amigos los Zegarra, aceptaron sin pensarlo y no tienen precisamente
un establo ni dormiremos en un pesebre (aunque fácil debo caber). Son más generosos de lo que nadie puede
imaginarse….
No obstante, se me había pasado un detalle: la dueña de casa es literalmente NAVIDEÑA!!!!!!
Entonces, si amor con amor se paga… no me quedó más que iniciar una terapia
PRO-natale al máximo. Aquí te paso mi estrategia puesto que me he convencido
que no le puedo fallar, le he prometido que depondré mi espíritu Grinch,
traicionando la causa, pero a veces la generosidad del prójimo supone una dosis
de sacrificio.
1.
Todas las mañana al prepararme un café bien
cargado escucho “Los Toribianitos”: Belén,
campanas de Belén, que los ángeles tocan qué buenas me traen y junto con Vamos pastores, vamos… el café trata de
hacer su trabajo correspondiente. A veces me ayudo con un Gravol.
2.
He comprado en Wong un ambientador con Aromas Navideños y en el corredor de mi
nueva morada, lo echo cada vez que llego del trabajo. La mezcla de olor a pino,
canela, panetón y caca de reno es maravillosa y entra por mis fosas nasales
como no tienes idea.
3.
Me estoy poniendo todos los días una prenda roja
o verde. Con mi tamaño parezco duende navideño pero paso piola, a veces es el
calzón y nadie se da cuenta. Ojo que me lo cambio todos los días.
4.
He comprado un gorro de polar de I LOVE Xmas y
rescatado del olvido unas botas decorativas de lana que tejió mi madre para
usarlas en el avión mientras duermo parte del trayecto.
5.
Estoy usando aretes de borla que cuelgan de mis
pallares, mismo árbol navideño y cuando estoy sola me pongo una vincha con una
estrella dorada. Es lo máximo porque puedo pasar como una princesa si quiero, o
si no… un bonsái decorado.
Creo que con todos estos ejercicios espirituales será
suficiente. Me han amenazado con dormir afuera si no me porto bien, o sea que
tampoco quiero morir congelada en un jardín madrileño. Dentro me espera una
familia maravillosa, varios Grinchs camuflados, y una dueña de casa de raíces peruano-austriaca que ama la Navidad de forma admirable. Esta vez, me mimetizo.
¡Feliz Navidad y que en Limalandia los vientos te sean propicios!
2 comentarios:
Navidad tras navidad espero con ansias el post anti-navidad de mi amiga la Grinch, esta vez me has sorprendido ! Asi que vas a pasar una navidad bien navideña! Bueno, espero que tengas un huequito para mi, antes de tu tan esperado viaje (además tengo un regalo para ti hecho por mi !!), pero eso si, te quiero ver vestida de verde y/o rojo (aunque me tengas que enseñar el calzón) y por favor ponte la vincha con estrella dorada! prometo no tomar fotos.
No, no, no, ¡si no es con fotos no vale, Viva! Aunque nada de calzones, ¿ok?
Claudia, por esta vez te perdono. ¡Pero no te me vayas a acostumbrar, eh! :-D
Pásala super en Europa, lánzale un huevo al Papa si puedes, ¡y nos vemos más tarde en el año!
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