En terminos generales, las mujeres tenemos serios problemas. (Los hombres que lean esto dirán que "qué gran descubrimiento" acabo de hacer). En realidad, debo corregirme: tenemos varias capacidades que nos pueden traer serios problemas. Especialmente, si éstas son abismalmente opuestas a las de nuestros cohabitantes del planeta: los hombres.
Una de estas maravillosas capacidades que a veces nos terminan metiendo autogoles es nuestra extraordinaria memoria (generalmente selectiva). Ya sea ayudadas por una agenda, o simplemente por el disco duro que tenemos en el cerebro, somos capaces de recordar el cumpleaños de todos nuestros amigos (y enemigos), qué comimos en el matrimonio de fulana, qué nos regaló zutana hace cinco años, qué nos pusimos en la primera cita con tal, qué película vimos con mengano hace quince años, qué día, hora, situación climática, canción, gobierno de turno había cuando nos dieron nuestro primer beso, y así la lista puede seguir.
Sin embargo, ¿cuándo nos juega en contra? Queda claro, desde luego, que puede ser muy útil para hacer una apuesta, para quedar muy bien, para que nos quieran más, pero el peligro está cuando esa memoria va a acompañada de malas intenciones....
En un típica discusión de pareja, de esas intrascendentes que una tiene en la vida, la pregunta puede ser en un tono dramático y con el nudo en la garganta: ¿acaso tú te acuerdas la primera comida que te preparé con tanto amor? Y el pobre, pobre buscará entre los recodos de tu aletargada memoria, entre los millones del files de su disco duro un dato que NO NO NO va a encontrar jamás de los jamases!!!!!!
Mi querida, que te quede claro. Si el caballero ni siquiera se acuerda qué medias se puso ayer....!!!! Entonces, evidentemente: la cosa se complica. Él no se acuerda y ella se siente totalmente olvidada, marginada, desvalorizada.
Hay que reconocerlo... es una pelea injusta, a los pobres no les da. Además a veces resulta divertido, solo es cuestión de saber usar la gran capacidad memorística a nuestro favor. Sin embargo, como la vena dramática y masoquista es la que predomina en las hijas de Eva (la maldita) nuestra memoria va cargada de rencor. Es decir: como él no se acuerda, la escena acaba en llanto, en autoestima castigada y echándole en cara miles y miles y millones de recuerdos guardados por AÑOS!!!, efectivamente: AÑOS!!!. ¿O no?
Una de estas maravillosas capacidades que a veces nos terminan metiendo autogoles es nuestra extraordinaria memoria (generalmente selectiva). Ya sea ayudadas por una agenda, o simplemente por el disco duro que tenemos en el cerebro, somos capaces de recordar el cumpleaños de todos nuestros amigos (y enemigos), qué comimos en el matrimonio de fulana, qué nos regaló zutana hace cinco años, qué nos pusimos en la primera cita con tal, qué película vimos con mengano hace quince años, qué día, hora, situación climática, canción, gobierno de turno había cuando nos dieron nuestro primer beso, y así la lista puede seguir.
Sin embargo, ¿cuándo nos juega en contra? Queda claro, desde luego, que puede ser muy útil para hacer una apuesta, para quedar muy bien, para que nos quieran más, pero el peligro está cuando esa memoria va a acompañada de malas intenciones....
En un típica discusión de pareja, de esas intrascendentes que una tiene en la vida, la pregunta puede ser en un tono dramático y con el nudo en la garganta: ¿acaso tú te acuerdas la primera comida que te preparé con tanto amor? Y el pobre, pobre buscará entre los recodos de tu aletargada memoria, entre los millones del files de su disco duro un dato que NO NO NO va a encontrar jamás de los jamases!!!!!!
Mi querida, que te quede claro. Si el caballero ni siquiera se acuerda qué medias se puso ayer....!!!! Entonces, evidentemente: la cosa se complica. Él no se acuerda y ella se siente totalmente olvidada, marginada, desvalorizada.
Hay que reconocerlo... es una pelea injusta, a los pobres no les da. Además a veces resulta divertido, solo es cuestión de saber usar la gran capacidad memorística a nuestro favor. Sin embargo, como la vena dramática y masoquista es la que predomina en las hijas de Eva (la maldita) nuestra memoria va cargada de rencor. Es decir: como él no se acuerda, la escena acaba en llanto, en autoestima castigada y echándole en cara miles y miles y millones de recuerdos guardados por AÑOS!!!, efectivamente: AÑOS!!!. ¿O no?
Esto, desde luego, durará mientras la naturaleza lo permita.... en algún momento el paso de los años ya no ayudará tanto.
4 comentarios:
JL Guerra cantó sobre lo maravilloso de las mujeres peruanas en Women del Callao, pero se olvidó de decir que las mujeres peruanas tienen una memoria sobre el promedio...
En lo poco que he viajado y conocido a mujeres de todo el mundo, puedo realmente decir que tengo una teoría mejor. No es el XX que hace a alguien tener buena memoria, no señor! Es la dieta!!!!!
Antes de que me tires tu laptop y el anticucho con huancaína y palito incluido en la cara, déjame explicarte. Yo cuando vivía en el Perú me decía que maldita la hora en que cometí un error frente a una mujer, porque nunca se olvidarán. Pero en el extranjero, poco a poco me di cuenta que no es así...lo sintetizo. La mujer peruana tiene una dieta alta en omega3! SI! Lo dije! Por eso se acuerdan de quién chuchi se metió el dedo en la nariz en el kinder y te lo pegó en el pelo!!!
Mi enamorada es brasilera, y si bien no se escapa a lo que bien recarmaste como memoria selectiva, no tiene memoria absoluta. Y lo veo en la mayoría de brasileros, comen carne, frejoles y arroz...poco pescado. Es más, fui comparando mujeres (y hombres) y vi que la dieta tiene mucho que ver. La gente inglesa tiene más o menos buena memoria (sino andan choborras y abrazando el water) con su fish'n'chips, pero un buen amigo boliviano (al pobre lo bato siempre con eso...)le falta haaarto!
Y no sólo eso...peruanos que dejaron su país y la dieta hace tiempo poco a poco caen en la categoría carente...yo mismo veo que antes tenía mejor memoria.
Hay que esparcir la voz, que llegue al gobierno! Tenemos una ventaja comparativa al respecto...
JD
Lamentablemente he tenido que sufrir esa maldita y a veces bendita memoria femenina. Y lo peor, es que es más selectiva de lo que uno cree, porque se acuerdan de lo peor que uno les haya podido hacer para echartelo, como dices, algun dia en la cara. Pero se olvidan, de todo lo que uno hizo por ellas y aprovechandose que uno se olvida también te hacen la famosa pregunta: "¿Cuándo?, Dime una!" Y pobre nosotros que nos quedamos callados.
Por eso, cuidado con lo que le prometes, haces o dices a una mejor, algun dia te puede costar caro. Muy caro.
la memoria femenina me da miedo pero teniendo una secretaria tan linda y recordable mi novia quiere perder la memoria sobre mi
Memoria femenina...jaja muy cierto...esas situaciones nunca faltan y los intentos de los pobres que no tienen la mas minima idea e intentan inventar...me gusto el post =)
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