martes, noviembre 20, 2007

Malditos los cuentos infantiles

La cenicienta, Blanca Nieves, La bella durmiente, Piel de asno, Rampunzel, etc. etc. etc. Ellas hermosas, ellas desvalidas, ellas desprotegidas, ellas víctimas de un destino inexorable en donde por sí mismas no podían encontrar una salida. Ellas: nuestras heroínas de infancia.
Si había una película de Disney para verla en Matiné, mejor. Nos queríamos vestir como ellas, tener todo lo que se relacionaba con su imagen. Chicas latinoamericanas que en su mayoría tenemos pelo oscuro, no somos de tez muy clara pero que deseábamos tener esa cintura de 45 cms, y una zapatilla de cristal, o caer en un sueño quasi eterno para que nos despertaran con un beso (¿se han dado cuenta que Aurora tendría unos 117 años cuando se despertó? ¡Criogenia total!)
Pero el punto es: todas los esperaban. Nosotras leímos esos cuentos una y otra vez, una y otra vez, sin cansancio, en diferentes formatos, los leímos y los escuchamos en los discos 45rpm que nos indicaba con Campanita que había que cambiar la página. Luego, hicimos lo mismo con nuestras hijas, "again and again". Quizás ya hablamos de versiones más modernas: VHS.
Ellos llegarían a salvarlas (a salvarnos) guapo, gallardo, valiente, esbelto (de lo contrario, no vende) de la madrastra, del sueño, de la bruja, la "reconocería" como una princesa: una mujer digna de casarse con él, una mujer por la que mereciera ser caZado. Él era azul: sin influencia de Darío. Azul porque su sangre así lo era. -Recordar que esa idea viene de una antigua leyenda urbana que afirmaba que los nobles tenían sangre azul. Entendible porque como nunca tomaban sol (no salían de los gélidos castillos en verano, por el calor y porque la piel bronceada era de campesinos) entonces se les notaban las venas especialmente las azuladas...-
¡Lástima! Era ficción. Las niñas que leyeron y se ilusionaron crecieron convencidas con la idea (muy, pero muy dentro de ellas) de que algún día un príncipe azul vendría a llevárselas sobre su blanco corcel. Esa idea está, bien, bien guardadita en nuestra conciencia colectiva femenina.
Entonces, cuando por fin llegó el susodicho.... no era tan azul, no era tan príncipe, no tendría buen apellido -dirían algunas madres-, pero en nuestro corazón enamorado ¡ERA ÉL! ¡El que venía a salvarnos! ¡¡¡Qué mejor!!!
Luego nos dimos cuenta de que, solamente, era un ser humano. Algunas se quedaron con él ya fuera de la ficción y fueron "felices para siempre" , otras al darse cuenta del "engaño" le dijeron hasta aquí llegamos "y fueron felices para siempre". Algunas lo siguen y siguen esperando, otras ya se hicieron la idea de que no llegará y viven "felices para siempre."

5 comentarios:

Unknown dijo...

No solamente alucinan que el príncipe viene en caballo, tiene ojos azules y es hijo del rey (léase: le sobra la plata), sino que encuentran mil excusas para creerse que son explotadas en casa, que su madre es una bruja y que algún día se irán para no regresar jamás.

Pero no. Uno nunca se va de la casa donde nació. Y más interesante aún: el príncipe sí tenía una madre, que muchas veces sí es una bruja de verdad.

Anónimo dijo...

Para algunas mujeres, les podría ir a pelo lo que relatas.
Sin embargo a mí me paso algo extraordinario: Buscaba un ser humano imperfecto, como yo, y me encontré con un PRINCIPE LLENO DE COLORES.

Namhora

Alberto dijo...

Bueno, lamento informar(aunque a algunas no les importe) que hay algunos, como yo, que no pertenecen a la realeza. Aunque pueda que sea noble(o asi mis 2 nombres lo dicen), no les puedo prometer llegar en un gran caballo, o ofrecerles vivir en un castillo y darles todo lo que ellas quieran(hablando de lo material claro). Mucho menos ser rubio de ojos azules!

Lo que si puedo hacer y espero que valga de algo, es dar mi mejor esfuerzo para tratar y si se puede lograr hacerla feliz y asi hacer que olviden esas fantasias...

Anónimo dijo...

Que buen final, de verdad yo tambien fui una de las que creci con ese tipo de historias, pero ahora la realdidad es muy diferente. Cuando era adolecente y veia en las peliculas, que en medio de una fiesta, entraba el chico de tus suenos y te miraba y se enamoraba. Y cuando ves la realidad no es asi. Son puros Cuentos nada mas, en pocas palabras el Hombre Perfecto no existe, ni existira. Y punto. La cuestion es de tratarlo y ver si en realidad es para nosotras. :)

Anónimo dijo...
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