Nuevamente los molesto con un comentario cinemero, pero no puedo evitar lanzar mi reflexión sobre la película que acabo de ver: La teta asustada.
Trato de no entrar, como ya advertí alguna vez, en recomendaciones sesgadas por un gusto personal, particular, propio… pero al fin y al cabo es imposible hacer un comentario valorativo que sea estrictamente racional. Si alguien puede hacerlo que me enseñe.
En primer lugar, el argumento es sumamente duro. De hecho, no se los adelanto puesto que es mejor descubrirlo poco a poco, y me llega enormemente que en la críticas que leo en los medios ya me cuenten parte de lo que trata la película.
En segundo lugar, la actuación de Magaly Solier, destaca por su hermetismo, compromiso e integración con el personaje que representa. Una mujer andina, una mujer que con miedo, una mujer que vive en el arenal y se enfrenta con la polaridad que se vive en la capital.
En tercer lugar. Nuevamente me encuentro ante una película recomendable, pero sobre todo didáctica para gran parte del país: es lo que se vive, lo que hay, lo que somos, producto de nuestros miedos y de nuestra ignorancia. Ignorancia que el dinero ni la clase social quita, ignorancia que resulta de la ceguera de no querer, repito: no querer, aceptar que somos algo más que un distrito…
Por último, y tiene que ver más con el espectador. Confirmé que en la sala de proyección también se da una polarización. En un extremo la película; en el otro, el público y por momento sentí que eran irreconciliables.
NO puede ser posible que al primer diálogo en quechua la gente se ría. NO puede ser posible que un estúpido me esté tragando cancha en la oreja cuando quiero escuchar con mayor atención un diálogo fundamental. NO puede ser posible que una pareja se la pase murmurando toda la película y cuando ésta acabe, el caballero en cuestión salga abrochándose el broche del pantalón –valga la redundancia- y cerrándose la correa.
¿Es que soy intolerante? ¿Es que estoy más vieja cada día?
Vayan a ver la película, por esa vez: no compren pirata….
Trato de no entrar, como ya advertí alguna vez, en recomendaciones sesgadas por un gusto personal, particular, propio… pero al fin y al cabo es imposible hacer un comentario valorativo que sea estrictamente racional. Si alguien puede hacerlo que me enseñe.
En primer lugar, el argumento es sumamente duro. De hecho, no se los adelanto puesto que es mejor descubrirlo poco a poco, y me llega enormemente que en la críticas que leo en los medios ya me cuenten parte de lo que trata la película.
En segundo lugar, la actuación de Magaly Solier, destaca por su hermetismo, compromiso e integración con el personaje que representa. Una mujer andina, una mujer que con miedo, una mujer que vive en el arenal y se enfrenta con la polaridad que se vive en la capital.
En tercer lugar. Nuevamente me encuentro ante una película recomendable, pero sobre todo didáctica para gran parte del país: es lo que se vive, lo que hay, lo que somos, producto de nuestros miedos y de nuestra ignorancia. Ignorancia que el dinero ni la clase social quita, ignorancia que resulta de la ceguera de no querer, repito: no querer, aceptar que somos algo más que un distrito…
Por último, y tiene que ver más con el espectador. Confirmé que en la sala de proyección también se da una polarización. En un extremo la película; en el otro, el público y por momento sentí que eran irreconciliables.
NO puede ser posible que al primer diálogo en quechua la gente se ría. NO puede ser posible que un estúpido me esté tragando cancha en la oreja cuando quiero escuchar con mayor atención un diálogo fundamental. NO puede ser posible que una pareja se la pase murmurando toda la película y cuando ésta acabe, el caballero en cuestión salga abrochándose el broche del pantalón –valga la redundancia- y cerrándose la correa.
¿Es que soy intolerante? ¿Es que estoy más vieja cada día?
Vayan a ver la película, por esa vez: no compren pirata….
Ojo: presten atención a lo creativo del piropo...
Ahí se los dejo!
3 comentarios:
Cha que ese piropo me dio un calambre al oído...
¿¿¿En serio la gente se rió con el primer diálogo???
Sobre la canchita y la parejita... creo que es inevitable en los cines comerciales. El problema es que en Lima hay pocos cines "culturales," digamos, cines a los que la gente va para ver cine, más que para pasar un buen rato.
Pero coincido, muy buena la pela, una película de muchos contrastes, a distintos niveles.
¿Y no te pareció genial el velo volador de la novia?
Me asustó lo del hombre abrochándose el pantalón. Si estuviera en un cine y saliera de ver una película, es algo de lo que, definitivamente, no querría enterarme.
Por otro lado, muero por ver la película. Ni siquiera la he visto, pero he escuchado tantos comentarios positivos que me enorgullece saber que es una película peruana. Y al mismo tiempo me indigna el comportamiento de las personas que mencionaste.
que pena que fuiste a esa funcion. yo la vi en el primer horario para evitar el tumulto y por suerte, no tuve tus invonvenientes. Al margen de todo eso, debo decir que de lejos es la mejor pelicula que se ha hecho en el Perú y que el premio es absolutamente merecido. Es una bellisima pelicula que creo, solo pudo ser hecha por una mujer, el tema es tratado con tanta delicadeza que te deja pensando mucho tiempo despues. Pero no es una pelicula facil, es del tipo de cine independiente,no comercial que sin embargo tiene sus partes comicas y relajadas. Con esta pelicula Claudia Llosa queda en el nivel de creadores latinos como Raygadas y Lucrecia Martel, por mencionar a los mas renombrados artistas.
te sugiero que vuelvas a verla y disfrutes de ella, tendras otras lecturas porque es totalmente simbolica
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