jueves, agosto 06, 2009

Gracias Walt Disney

Tengo recuerdos muy felices de los cuentos infantiles, mi abuela paterna –Lila- era una buena Cuentacuentos, recuerdo con cariño: La bella durmiente y Piel de asno –ambos de Perrault-, entre los más queridos.

Además, había heredado unos cuantos ejemplares de colecciones de cuentos que habían sido de mis hermanas mayores que habían leído y releído de niñas, en los lejanos 50’s. Aún conservo un tomo de Cuentos Rusos y Cuentos Españoles.

El otro día, mi gran amigo Hernán Lanzara, me preguntaba si yo recordaba si es que en la versión orginal de La bella durmiente, existían las tres hadas que la crian para mantenerla alejada de la maldición de la bruja mala que no había sido invitada al bautizo: se hincarían con un huso y caería en un sueño eterno. Flora, Fauna y Primavera no eran ingredientes de la receta original, Walt se tomó la licencia de colocarlas en su versión animada. En la versión de Perrault, la princesa sigue viviendo con los reyes, puesto que su padre había mandado publicar una ley que a todos lo que siguieran hilando con husos, o tuviera ruecas en su casa, serían castigados con pena de muerte.

Si realmente pudiera además resumir aquí toda el cuento infantil real se morirían al descubrir que: 1) El príncipe que la despertó de su sueño no peleó con nadie, con su espada solo tuvo que cortar algunas raíces que encontró en el camino hacia el castillo. 2) Se casaron y tuvieron dos hijos: Aurora y Día. 3) La madre del príncipe que era una ogra –antigua metáfora a la figura de la suegra- no se enteró del matrimonio hasta varios años después. 4) Al morir el rey y subir al trono, tuvo que contarle la verdad con miedo, dado que sus instintos de ogra implicaban que se le antojaran los niños y de paso a la nuera!!!!! 5) Para hacerla corta: ante la ausencia del hijo, preparó una gran olla con víboras, sabandijas y otros bichos para meterlos ahí y cocinarlos. No obstante, sin aviso previo el hijo volvió y al sentirse acorralada, la reina madre se suicidó.

Tremenda versión, recontra sangrienta y sórdida. Digna de un público infantil de siglo XVII. Agradezcamos a Walt el haber salvado a una generación de niños de tanta carnicería

3 comentarios:

Abuela Ciber dijo...

Buenisimo lo que has aportado.

Fijate que el dia del abuelo fuimos a leerle cuentos a los nietos a la escuela, una maestra especializada en recreaciones infantiles trajo una coleccion de edicciones de Caperucita Roja.
Versiones que nunca había visto!!!!!
Algunos eran bastante espeluznantes.
Me pregunto a los niños de esa época los querian entretener o martirizar???

Cariños

Ana Laura dijo...

Sin embargo yo he leído por ahí, y comparto en cierta medida, que endulzarles los cuentos a los niños con finales felices no los prepara para tantos finales no-tan-felices que van a tener que vivir.

Muchos cuentos de hadas eran advertencias para los niños, como Caperucita Roja, mira nomás lo que le pasó por hablar con extraños!

Alessandra Bisi dijo...

Muchos en el pasado acusaron a Walt Disney de haber copiado los viejos cuentos (algunos de los hermanos Grimm) y encima hacerse rico con estos cuentos.
Todavia me acuerdo esa clase en la que nos contaste Cenicienta (la parte de las hermanastras que se cortan los pies porque tienen los pies grandes y no les entra el zapato me impacto mucho...sobretodo porque yo tengo un pie enorme y aunque el principe William en persona me dijera que tengo que cotarmelo para casarme con èl NO LO HARIA :) ). Yo creo que Walt Disney cambio algunas cosas y tuvo el valor de hacer peliculas magicas, de agregarle pequenos detalles (las canciones de las peliculas son preciosas) tuvo tambien el valor de crear un parque de diversiones donde los ninos pueden estimular la imaginacion y sentir que estan en un cuento de hadas.