martes, enero 14, 2014

María y Juan van de compras


Antes de empezar a escribir este post, quiero aclarar que estas reflexiones se basan en la observación detenida de cualquier pareja escogida al azar, un día que fui sola de comprar. Si bien es cierto, cualquier Juan que lea esto o cualquier María, puede estar sujeta a la identificación total o parcial de la situación. Sin embargo, puede que tengan otro modus operandi o ello se regule de acuerdo a la tienda o a lo que se compre. La escena que les presento es la promedio.

María va a hacer compras y convence a Juan de que la acompañe “un ratito” nada más. Primera ingenuidad. Aquí, los ratitos ya no existen. Ya sea por el tráfico, por la cantidad de gente que siempre está en las tiendas, o porque a pesar de que hay cuatro cajas registradoras juntas solamente atienden en una. ¿Me equivoco? ¿Alguna vez han tenido el privilegio de ver operativas todas las cajas a la vez?

María tiene alguna idea de lo que quiere comprarse. Pero sumamos la segunda ingenuidad: antes de llegar a su objetivo, se lo cruzan otros objetivos no contemplados en su plan de acción. Una blusa más, otro color de polo, un pantalón por siaca, unos calzones que están de oferta. Surge la pregunta interna ¿qué vine a comprar?

¿Juan? ¿Dónde está Juan? Juan solidario acompaña. Mudo, obnubilado por las innumerables escenas dubitativas de María que le pregunta con tono lastimero: ¿me queda bien? ¿lo compro? Y él, con un gesto innatamente resignado le dirá: claro… si te gusta…Tercera ingenuidad: aquí no hay anuencia, no hay aceptación. Solo hay que leer entrelíneas e interpretar: para qué &%%$& me vine acá…o apúrate….o para mí todos son iguales…..o le queda como el pedo, pero cómo se lo digo.

Mientras ella sigue decidiendo, Juan (qué viva la modernidad!) acude a su salvavidas: el celular. Revisa una y otra vez su Facebook, sus mensajes, sus llamadas perdidas, se queda en pausa contemplando la pantalla. Cuando se cansa, puede que encuentre a otro Juan en su misma posición y cruza mirada con una sonrisa solidaria de dos desconocidos que se encuentran bajo la tormenta.

El post debería llevar otro título: María va de compras… Juan la acompaña.
También vendrá: Juan se va de compras y María lo asesora.

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