miércoles, marzo 12, 2008

El difícil arte del maridaje

Dícese de la palabra maridaje: Es la unión, colaboración o correspondencia
ETIMOLOGÍA: De maridar (casar).


Últimamente escucho mucho la palabra maridaje para referirse a las uniones ideales a la hora de comer. Por ejemplo, saber combinar un vino con un determinado ingrediente. De eso se habla mucho (aquellos conocedores o los ridículos que pretenden pasar como tales) y se escribe aún más.
Sin embargo, me apego a la definición cuasi etimológica y reviso la gama de maridajes que encontramos en el mundo real, es decir, los millonésimos tipos de maridos y su correspondiente esposa que podemos hallar en este maravilloso planeta llamado Tierra.
¿No les parece que hay maridajes que, como diría mi amiga Lorena, "no corresponden"? Me refiero a ciertas combinaciones entre marido y mujer que cuando los ves como que no te cuadran en la cabeza. Un ejemplo, el marido menudo, escuálido con la esposa categoría chapana (frase prestada)... y sin embargo, combinan.
Justamente ésa es la magia, ésa es la química extraña del maridaje que al igual que en la comida es un principio totalmente subjetivo. De ahí provienen los comentarios propios y ajenos de este tipo: ¡cómo pueden seguir juntos!, ¿serán felices?, ¿serán infelices?, ¿cómo se aguantan sin son tan diferentes?, ¿cómo se aguantan si son tan parecidos?, ¡si parecían tan felices...! ¡si son como perro y gato...! etc. etc. etc. Parafraseando con humildad a Tolstoi: las parejas felices y las infelices lo son a su manera...
Sin embargo, en el maridaje puede ocurrir de todo. Por ejemplo que después del primer bocado (y seguramente otros más) desaparezca la magia inicial y la combinación ya no sea tan sabrosa como lo era en un inicio. O que, los ingredientes vayan modificando su textura con el paso de los años y pierdan su esencia. O que, el hambre haya sido tal que el maridaje terminara combinando cualquier cosa... algo así como mango con frejol (y en algunos casos funcione). O que, en el camino de la vida uno(a) vaya probando más de un maridaje a ver cuál termina siendo la combinación que no se compare con ninguna otra. O, como ocurre con algunos vinos, que el tiempo y la edad, (o un buen ajuste de tuercas)contribuyan a una sustancial mejora usando los mismos ingredientes...

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