martes, octubre 20, 2009

En defensa de las anfritrionas


Debe ser por mi edad o por mi tamaño que algunas veces he sentido cierto tufillo de envidia por las chicas que hacen publicidad en eventos representando una marca: las famosas anfitrionas Estas regias, esbeltas, alaciadas y coquetonas muchachillas se paran durante horas sobre tacos 12 lo que eleva aún más su asegurado metro setenta y con un traje alicrado que parece cosido sobre el cuerpo llevan estampada en su anatomía marcas como Marlboro, Telefónica, Nosotras, Halls, Cerveza, etcétera, y como lienzos humanos que con su sonrisa Colgate te regalan muestras, volantes, o “whatever” de los que las contratan.


Tienen la obligación de estar regias, venden la marca con su cuerpo (dejémonos de eufemismos) y su impostada sonrisa. Se cachuelean con estos trabajillos a destajo cuando pueden y seguramente compiten entre ellas de una manera horrorosa por llamar la atención de alguien que las ayude a saltar a la fama, tal vez como modelos de pasarela.

¿Se han dado cuenta, que cuando justamente aparecen en una fotografía de alguna revista o algún periódico estas chicas en realidad dejan su condición humana para convertirse en objetos anónimos? Nunca aparece su nombre. Justamente, sin saberlo, caen en una suerte de “cosificación” de su esencia, la alegría de su juventud no forma más que la máscara que tienen que usar al pesar de tal vez el dolor de pies o espalda que puedan sentir y no debe ser fácil. No debe ser tampoco escuchar algún comentario vulgar o incómodo de algún seudo-caballero que quiera pasarse de vivo con ella, y lo más probable es que tal podría tener la edad de su padre o tal vez, abuelo. Pasan a ser parte de la decoración de un stand o de la escenografía de un evento: that's all.
Por ello, creo que después de este post ya no voy a envidiarlas…al menos, por un tiempo.

3 comentarios:

Guely of Sweden dijo...

Hasta donde mi ignorancia me lo permite los hombres no sentimos ese tipo de "tufillo" (claro que la clásica es que el potencial envidiable seguro es marica, o al menos eso suelen decir).
Una vez leí una frase que siempre recuerdo: "La belleza es una tarjeta de recomendación firmada por dios" te abre muchas puertas, buenas y engañosas. Las engañosas son las que dan resultados más inmediatos y efímeros. Ahora que si dios incluye inteligencia a la belleza para mi sale algo como Jennifer Connelly, Jane Fonda o Jodie Foster, lo que me lleva a decir que sería bueno que el bus pasara por California (por ejemplo)

Alberto dijo...

Tengo que admitir, son guapísimas.

fumakk dijo...

jajajajajaja
mal de muchos...