Primera idea:
Beatus ille es un tópico literario creado por el poeta romano Horacio (65ac-8ac) en el que se exaltaba la vida en el campo como aquel lugar en el que se podía encontrar la paz espiritual. Se traduce literalmente como bienaventurado aquél complementando la idea de: dichoso aquel que procura apartarse del mundanal ruido para estar consigo mismo. Aclaro que no voy a hablar de la vida en el campo… soy rata de ciudad.
Sin embargo, en la ciudad podemos alcanzar este tópico.
Beatus ille es un tópico literario creado por el poeta romano Horacio (65ac-8ac) en el que se exaltaba la vida en el campo como aquel lugar en el que se podía encontrar la paz espiritual. Se traduce literalmente como bienaventurado aquél complementando la idea de: dichoso aquel que procura apartarse del mundanal ruido para estar consigo mismo. Aclaro que no voy a hablar de la vida en el campo… soy rata de ciudad.
Sin embargo, en la ciudad podemos alcanzar este tópico.
Segunda idea:
Según el Diccionario RAE el término placer hace referencia a: 1. Goce, disfrute espiritual. 2. Satisfacción, sensación agradable producida por la realización o suscepción de algo que gusta o complace. 3. Voluntad, consentimiento, beneplácito. 4. Diversión, entretenimiento.
Partamos por lo tanto, de la premisa siguiente: el placer representa una sensación tuya y solo tuya.
He descubierto que hay situaciones en la vida que se manifiestan en determinadas coyunturas o que tal vez siempre estuvieron ahí, y quién sabe por qué azar del destino empiezan a crearnos una sensación tan agradable que se elevan a la categoría de nuestra lista de placeres personales.
Confesaré que mi lista de placeres personales es bastante original, pero justamente como es personal tampoco voy a estar aireándola por calles y plazas. Sin embargo, hay uno deliciosamente compartible y además, tengo la seguridad de que más de un lector debe coincidir conmigo y hacer los mismo (es uno de mis placeres tardíos, es decir adquiridos con la madurez).
Confesaré que mi lista de placeres personales es bastante original, pero justamente como es personal tampoco voy a estar aireándola por calles y plazas. Sin embargo, hay uno deliciosamente compartible y además, tengo la seguridad de que más de un lector debe coincidir conmigo y hacer los mismo (es uno de mis placeres tardíos, es decir adquiridos con la madurez).
Tercera idea: -o sea primera y segunda-
Bienaventurado aquel que siente placer en ciertas situaciones que pueden ser cotidianas o que hacemos porque hacemos y nada más, y en lo cotidiano encuentra placer.
Bienaventurado aquel que siente placer en ciertas situaciones que pueden ser cotidianas o que hacemos porque hacemos y nada más, y en lo cotidiano encuentra placer.
Entrar a una librería, mirar las mesas, los estantes, buscar un libro, que un libro te busque a ti, sufrir cuando no encuentras lo que fuiste a buscar, deleitarte cuando encontraste algo que no esperabas y luego…. en el sumum del placer salir con tu paquete en la mano, caminar unos metros entrar a ese lugar que huele a café sentarte sola en una mesa y mientras ves pasar a la gente y disfrutas de puro sabor, abrir la primera página de un libro que te va a atrapar.
por Claudia C.
1 comentario:
Yo creo que cada cosa a su tiempo. lo de Horacio parece ser que era la vida retirada,la que alcanzas despues de tener los bienes materiales.
Hay un poema de Gongora que dice riase la gente y lo que propone ironicamente es olvidarse del mundo y sus monarquias,o sea el pasotismo tan extendedido a edades tempranas,pasan de monarquias,de politica, hay gente que toma decisiones que le afectan, que le hacen trabajar como a 1920 en la plaza,hoy si mañana no,no pueden tener hijos en la practica,etc.
Sin embargo veo ancianos que tienen una vida activa. El mundo al revés, aunque la verdad es que da igual lo que hagas, son 4 dias. a no ser que seas del grupo de los inmortales ,los que pasan a la historia.
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