viernes, mayo 08, 2009

Thank you for the music!

No he podido evitar pensar en la importancia que tiene la música en las vida de todos (realmente todos) los seres humanos. De hecho, la música es una de las primeras formas de comunicación y elevada a la categoría de Arte por mérito propio.
No me imagino la vida sin música; la música es compañía, refugio, me atrevería a decir que a veces más que los libros (¡ouch!).
No obstante, pienso lo siguiente: ¿por qué tenemos la masoquista costumbre de buscar música de acuerdo a nuestro estado de ánimo? Y digo masoquista cuando pienso en que cuando estamos tristes lo más probable es que busquemos escuchar baladas, rock lento, letras melosas que reflejen desgracias, amores no correspondidos, abandonos, perfidias. Hay una suerte de castigo que nos autoimponemos para sufrir aún más...
A la vez, esa misma música nos reconforta, nos cobija, nos exorciza, inclusive nos llega a purificar provocando llantos incontrolables. Pienso en la cantidad de canciones que hay, una para cada uno de nosotros. Algunas hasta pueden ser la respuesta a una plegaria, la solución a una interrogante, el consuelo buscado.
Y en eso cuando el día viene bien … surge la salsa, el merengue, el rock y el corazón se acelera, la adrenalina sube y mientras que la música va entrando en el cuerpo poco a poco los pies empiezan a descontrolarse y a tener vida propia.

No hay comentarios: