viernes, diciembre 11, 2009

Como ayer... mejor que ayer

...y seguimos mirando hacia el mismo horizonte

Los seres humanos sufrimos muchos cambios durante nuestras vidas, y eso supone que como diría Pablo Milanés, “el amor no lo reflejo como ayer”. Y el ayer puede ser un punto lejano en el calendario, en donde en una perdida juventud el vendaval de lo irracional a veces se imponía sobre la sensatez. “El amor no se refleja como ayer” porque todo lo acumulado a través de los años va modificando nuestros sentires, nuestras opciones, nuestras elecciones y hasta nuestros gustos. “El amor puede reflejarse mejor que ayer” porque recapacitamos, porque nos criticamos, porque a pesar de todo, porque sin embargo, porque no obstante… somos capaces de amar tratando de darle al otro lo mejor que tengamos –aunque a veces el día venga con poco- y teniendo la sabiduría suficiente de no dejar que los nubarrones del entorno envenenen la esencia de lo verdadero.



(...)
nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien
(Benedetti)



Amar a otro ser humano va más allá de todo lo escrito, más allá de toda la parafernalia materialista que se utiliza para demostrarlo, es un acto único y personal. De ahí, que se haya dicho, se diga y seguramente se seguirán diciendo miles de palabras sobre el tema dado que cada uno tiene una manera muy particular de vivir el amor. Suelen ser dos, los que comparten esa particularidad. Solo ellos pueden decir cuál es su concepto de amor.

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