Entendemos por este pecado capital a aquel sentimiento impredecible, incontrolado e inconmensurable de odio o rabia.
Hasta ahí la cosa se entiende y resulta siendo más común de lo que se cree. Yo siento ira cuando un imbécil se porta de manera prepotente y maneja como si yo no existiera. Ira cuando me insultan por ser mujer, ira cuando veo a una madre que jalonea a su hijo/a también con ira… ira cuando veo las noticias que cada día son peores. Ira por la niña violada y asesinada... No puedo evitarlo, la ira me carcome en estos casos. Pero, ahí queda.
Sin embargo, la ira va más allá: llega a la patología de la intolerancia, el prejuicio, el fanatismo, el racismo, el deseo de venganza y las consecuencias de ello dan como resultado el genocidio, el homicidio, las agresiones físicas de todo tipo. La historia tiene varios ejemplos de ello, y los seguirá teniendo.
La ira es pues una fiera, la ira está en nosotros de una u otra manera, lo racional es saber controlarla. Tema complicado, del que me siento impotente al no poder ironizar.
Hasta ahí la cosa se entiende y resulta siendo más común de lo que se cree. Yo siento ira cuando un imbécil se porta de manera prepotente y maneja como si yo no existiera. Ira cuando me insultan por ser mujer, ira cuando veo a una madre que jalonea a su hijo/a también con ira… ira cuando veo las noticias que cada día son peores. Ira por la niña violada y asesinada... No puedo evitarlo, la ira me carcome en estos casos. Pero, ahí queda.
Sin embargo, la ira va más allá: llega a la patología de la intolerancia, el prejuicio, el fanatismo, el racismo, el deseo de venganza y las consecuencias de ello dan como resultado el genocidio, el homicidio, las agresiones físicas de todo tipo. La historia tiene varios ejemplos de ello, y los seguirá teniendo.
La ira es pues una fiera, la ira está en nosotros de una u otra manera, lo racional es saber controlarla. Tema complicado, del que me siento impotente al no poder ironizar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario