viernes, noviembre 20, 2009

Respuesta a una amiga



El contenido de este post está inspirado en la respuesta a un correo que me mando una amiga...





En los tiempos que vivimos las que cruzamos la base 4, solemos adjudicar ciertos comportamientos a la menopausia, y creo que a veces la sobreestimamos o la vemos como un cajón de sastre y sirve para explicarlo todo. Aunque los cambios hormonales le llegan a cada mujer de manera diferente, encontramos varias cosas comunes. Me pongo a pensar que más que hormonal es generacional.

Las mujeres de nuestra generación (y considero que los cambios son tan rápidos que cada diez años marca una generación/ grupo distinto) se han movido y crecido en tiempo muy cambiantes. La mayoría tuvo por madres a mujeres conservadoras, religiosas, dedicadas a su hogar, a sus hijos, a sus maridos y algunas poco dedicadas a ellas mismas, puesto que su "realización personal" era la felicidad ajena. Muchas mujeres nacidas en los 60's queriendo ir contracorriente buscaron alejarse de ese modelo maternal y construyeron hogares con individuos que no habia que cuidar tanto y criamos hijos más independientes (a veces en demasía); otras, optaron por quedarse solas, otras por no tener hijos. De hecho, los métodos anticonceptivos empezaron a estar más a la mano y ello ayudó a manejar la sexualidad de manera más sana abandonando estereotipos caducos que funcionaron de yugo por siglos.

Mujeres profesionales, que salieron a la calle a trabajar, que decidieron educarse más, que fueron más ambiciosas en la vida, y no necesariamente por parar la olla. Era una necesidad más fuerte, tengo que ser yo, no necesito a nadie, no dependo de nadie, alcanzo mis metas solas... como una suerte de demostracion personal, como una suerte de deber consigo mismas.

En este panorama, somos conscientes de que la vida trae cosas espantosas e injustas, por lo tanto: tratamos de ser más fuertes que la vida y disfrutar de nuestra inherente, innata y sumamente especial femeneidad... Y se toma como una suerte de valor agregado, de regalo que te permite ser más libre, más tú.

No todo es la "meno", eres tú que como ser humano evoluciona y ves las cosas de diferente manera. Te das tiempo para pensarlas y como podemos hacer varias cosas a la vez, podemos ver nuestra serie favorita, contestar el teléfono y pensar en nuestra condición de mujer. Para los hombres es complicado, puesto que viven y vivirán evitando mostrar cuán sensibles son -los hay, pero son pocos-. En primer lugar, no es dable. En segundo lugar, no se toman un "café terapéutico" y en tercer lugar: no tienen tiempo.

En fin querida, aquí te dejo: sé feliz y disfruta los regalos de la vida.

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