Ya desde los tiempos del bien o mal amado Marx se acuñó el término "materialismo histórico". No obstante, con el devenir de los años, y el cotidiano caminar por este planeta llamado Tierra concluyo que el materialismo es más histérico que histórico.
Algunos lectores, pensarán que tengo razón, si toman al pie de la letra cuando digo "histérico" pues terminan vinculando esta palabra al género femenino. Con pena, y que me disculpen mis compañeras de bando, pero puede resultar así. Esto lo digo especialmente porque hay una tendencia casi compulsiva y que limita con la angurria por tener, tener y tener. Para entendernos les doy un ejemplo: me queda claro que a Imelda Marcos le pasaba eso con los zapatos. Sin embargo, tampoco estoy hablando de la compradoras compulsivas del 2x1, o las que se van y adquieren a chorros otras prendas y que finalmente van a usar.
Algunos lectores, pensarán que tengo razón, si toman al pie de la letra cuando digo "histérico" pues terminan vinculando esta palabra al género femenino. Con pena, y que me disculpen mis compañeras de bando, pero puede resultar así. Esto lo digo especialmente porque hay una tendencia casi compulsiva y que limita con la angurria por tener, tener y tener. Para entendernos les doy un ejemplo: me queda claro que a Imelda Marcos le pasaba eso con los zapatos. Sin embargo, tampoco estoy hablando de la compradoras compulsivas del 2x1, o las que se van y adquieren a chorros otras prendas y que finalmente van a usar.
Hay otro tipo de materialismo histórico, perdón: histérico. Pero es que la histeria es tan histórica que me confundo a la hora de escribir. Me refiero a ese tipo de apego que sienten ciertas personas (aquí aclaro que pueden ser hombres o mujeres) a los objetos, un apego que va MUCHO más allá de cubrir de manera holgada las necesidades materiales y su relación con las emocionales. Un materialismo que se satisface en cuánto tengo por encima del otro, cuánto más tengo YO con respecto a ti, cuánto puedo lucir ante el resto para que me envidien...
Dudo de los coleccionistas puesto que con la excusa de ir reuniendo con el tiempo un conjunto de objetos comunes resultan siendo una muestra de ello. El placer de tener por tener. No obstante, pagan por lo que quieren, y en esta sociedad liberal cada uno puede hacer con su dinero lo que le da la reverenda gana.
Dudo más de los que, aunque no necesiten, aceptan todo lo que les cae en las manos, y más. Cosas que alguien ya no usa, cosas viejas, cosas nuevas, objetos antiguos: todo será bien recibido en estas manos enoooooooooooooormes que pueden tomar todo lo que la oportunidad les ofrezca aunque no tenga ni sitio para meterlo.
Materialismo histérico vale también para aquel hombre que se siente tan poca cosa que recurre a alguna prótesis para sobrevalorar sus "partes nobles" o aquellos que necesitan exhibir un super carro para cubrir la minusvalía de... "sus partes nobles": existen en la medida de ser mirados y admirados no por lo que realmente son sino por lo que tienen o fingen tener... Igual pasa con las mujeres y el maquillaje, o las reiteradas operaciones estéticas. En suma, muchos hombres y mujeres dependen enormemente de la tenencia de objetos que exponen al resto como si de todo ello dependiera el valor real del ser humano y que no somos capaces de mirarnos y de valorarnos como somos.
No puedo tirar la primera piedra. Una amiga me decía que yo tenía una especial sentimiento de angurria por los libros (tal vez tenga razón) pero podría justificarme diciendo que finalmente los libros son mi material de trabajo, tengo que mantenerme algo informada, preparar clases. Pero no puedo mentir, cuando de comprar libros se trata también siento un gran placer, una histeria materialista....
No hay comentarios:
Publicar un comentario