viernes, agosto 01, 2008

Conversemos

Cuando mi generación era adolescente y caminaba a paso seguro hacia la adultez nosotros pasábamos largas horas conversando con nuestros amigos acerca de millones de cosas. Entre ellas recuerdo: origen del mundo, existencia de Dios, madurez, nociones básicas de comportamiento político, el Che, la guerra fría, la vida después de la vida, etc. etc. etc. Digamos que ubico estas conversaciones entre mis 13 y 18 años, en una época en la que lo más moderno en cuanto a tecnología se refiere era el Atari, el Walkman y la máquina de escribir eléctrica con “bolita”.
Era pues el placer de la conversación aquél que consumía nuestro tiempo muerto, nuestras horas libres, en un cara a cara grupal en donde saber fundamentar era lo más importante. Recuerdo alguna vez que estando en Primero de Media una tarde completa hablando con mis amigos de colegio sobre qué sería si la realidad fuera un sueño y viceversa…. Seguramente más de un lector pensará: qué tal pérdida de tiempo…. Como si con ello fueran a arreglar el mundo. Hoy, me es imposible imaginar a un chico de 12 ó 13 años hablando de un tema similar. Y de hecho, si lo hiciera sería el "raro" del grupo.
No obstante, mi punto es el siguiente: cuánto de esto se puede conversar en un mensaje de texto a través de un celular, cuánto a través del Messenger, cuánto se está perdiendo esta generación que mantiene pocas conversaciones cara a cara. Estos chicos que pocas veces pueden disfrutar de largas sobremesas porque hay que salir corriendo porque cada uno tiene sus propias cosas que hacer… La riqueza de la conversación empieza a reducirse a ciertos monosílabos o frases conocidas como sí, no, no sé, como quieras, me da lo mismo, y algunas otras más.
He sido testigo muchas veces de cuántos mensajes se malentienden porque le dejamos todo a la palabra escrita y falta el gesto, la modulación, el movimiento de manos por decir lo menos. A mí sí me ha generado algunas frustraciones, por cierto.
La conversación es pues un arte: la dinámica de intercambiar ideas, fundamentar tu postura, saber escuchar, hablar en el momento indicado. Ello supone una estrategia importantísima en donde muchas veces puede entenderse como un juego de ajedrez. Justamente quien maneja mejor ese arte sabe cuándo mover las piezas de manera adecuada.

2 comentarios:

Anamaria Mccarthy dijo...

En algún momento fui la "rara" del grupo, ya que muchos amigos míos eran mayores que yo y estaba rodeada de charlas muy interesantes sobre la vida, el futuro, la amistad, etc que me llamaban más la atención que las conversaciones de la gente de mi edad. Hoy en día hay que lograr un equilibrio entre relacionarse a través de la tecnología y relacionarse de manera más humana.

Anónimo dijo...

cada epoca tiene sus propios codigos y lenguajes , probablemente nuestros padres tambien pensaron lo mismo de nosotros, creo que los chicos de ahora estan viviendo una epoca demasiado dificil, con un bombardeo de medios e informacion tremenda, es cierto que es dificil comunicarse con ellos pero igual ellos tienen conversaciones sensacionales de cosas tan intrascendentes paran nosotros como el ultimo juego, o algun personaje de un programa de la tele.