miércoles, julio 01, 2009

"...el único futuro que nos queda, es el presente"

Acabo de terminar de leer la novela que ganó el Premio Planeta 2009. Una lección de sensibilidad y literatura. De hecho, una gran recomendación del vendedor de libros en El Virrey. Fui buscando algo y salí con otra cosa, como suele suceder.

Ella, que todo lo tuvo consumió mi tiempo libre en los últimos tres días. Me encontré con una autora, la colombiana Angela Becerra, que transmite un gran conocimiento de literatura, de psicología y de una suerte de halo de misterio que logra manejar logrando una buena combinación de esos tres ingredientes. No es, por si acaso, una novela incomparable pero de hecho, altamente recomendable.


La obra trata de (cito): “La historia de una mujer que tras un accidente queda inhabilitada para escribir y se va a Florencia a buscar una historia que le ha contado su padre, tratando de encontrar allí una novela. Conoce una librería antigua y se dedica a restaurar libros para restaurarse a ella misma y allí conoce a un librero enfermo de timidez y soledad".

Hay algunas frases muy buenas: Existen muchos tipos de carencia. Más que no poseer bienes materiales, deberíamos preocuparnos por carecer de sensibilidad hacia la vida. Hay muchos universos por descubrir.

Cuando no tenemos ningún afecto al nuestro alrededor, terminamos magnificando aquello que por lo menos nos obliga a levantar cada mañana. Nos enamorados del verdugo que nos ha esclavizado: sobredimensionamos su valor sólo para sobrevivir: créame, hay personas que prefieren morir por una cosa material antes que por alguien; no podemos juzgarlas.

Y una carta de amor deliciosa:
“… apareces y desapareces como un ave en vuelo, tomando tus deleites y dejando a tu paso aquello que desprecia. Parezco el elegido de tus torturas y silencios. Todo lo que a mi alrededor me toca es absurdo y vano. Dicto leyes, condeno, y perdono, soy implacable y misericordioso, y juego a ser Dios sintiéndome demonio. A veces me pregunto si no estaré viviendo una muerte anticipada de ser ese que habita dentro de mí, ese hombre oscuro que me consume con sus deseos y vive sonámbulo entre mis carnes...así pues, el único futuro que nos queda, enigmática señora, es el presente.”

Si les gusta disfrutar de una buena lectura, como de un buen plato de comida: dense un gusto.

1 comentario:

Juan Manuel Bonilla Soto dijo...

Claudia, también devoré la novela en poco tiempo.
Motivado, claro está, por la publicidad.
Me dio tristeza descubrir más creativos a los publicistas que a la autora.
Hay infinidad de momentos en que la historia se le derrumba de las manos.
Pero no todo fur perdida. Me enteré que de ese certamen, también publicaron una de las novelas finalistas "El dinero del diablo" de Pedro Ángel Palou.
Exageradamente superior. No entiendo el descuido del jurado.
¿Qué te parece si despés de que la leas -en caso de que no lo hicieras ya- discutimos nuestras preferencias narrativas?
Por otro lado, es agradable leer tu blogg.
Gracias.
Yo soy Juan Manuel