- Subirte a la balanza y ver que has bajado un kilo.
- Romper la eterna dieta, subirte a la balanza y ver que no subiste EL kilo.
- Maquillarte y literalmente, reconstruirte.
- Cuando se acaba la regla porque sientes que la etapa de estar hinchada como barril se terminó por los próximos ventitantos días.
- Ir de compras y que justamente esa prenda que te estás probando te quede PERFECTA.
- Llegar a una reunión y que te digan ¡estás regia! ¿qué te has hecho? Y la respuesta sea: ¡nada, estoy igualita que siempre!.
- Tomar con tus amigas un “café terapéutico” (uno de mis favoritos).
- Encontrarte con tu ex – y que tú estés REBIEN y él, evidentemente no. Y qué mejor si la "actual" de él no te llega "ni al tobillo"...
- Saber y confirmar que tienes razón. En especial si te lo dice tu pareja.
- Sentirte regia, estés como estés, no importa el día, la hora, la facha. Es decir, que te llegue altamente lo que piensen los demás!!!!!
Algunos lectores podrán juzgar la lista, como la enumeración de ideas que tienen que ver con la baja autoestima femenina. Me tienen sin cuidado, en la cotidianeidad se confirma y punto.
De hecho, para otros lectores la lista puede ser interminable, les dejo la libertad de completar ésta o hacer la suya acorde con sus propios placeres públicos.
Ya llegará la lista de los (dis)placeres.
1 comentario:
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